Capítulo 3: Falsas esperanzas y pérdida.

7.1K 492 125
                                    

El dolor me hizo despertarme de golpe. Era tan fuerte que no me dejaba respirar bien y estaría soltando gritos desgarradores si tuviese algo de aire en mis pulmones.

- Por fin despiertas. Déjame presentarme, mi nombre es John Walker. ¿Me recuerdas?- intenté ver su rostro, pero estaba demasiado oscuro como para hacerlo. Su voz era gruesa e imponente.

Preso del pánico miré mi cuerpo para ver que era lo que causaba tanto dolor y descubrí que estaba totalmente lleno de cables. Este hijo de puta me había electrocutado con una fuerte carga de energía, por eso sentía ese horrible dolor calar mis huesos.

- Nisiquiera sé quien eres.- la altanería se percibió claramente en mi voz. Levanté lo más que pude la cabeza para hacerle frente, intentando dejar el dolor de lado.

- Oh, créeme. Lo sabrás, quizás esto te haga recordar.- Se acercó a la camilla a la que estaba sujeta dejando que la luz de a poco iluminara su rostro, dejándome sin aire ante la sorpresa.

- Se ve mal ¿Verdad? Aunque déjame decirte que fué el regalo más extraño que me han hecho para navidad.- mi boca volvió a abrirse, pero no logré que salieran palabras de ella.

- Veo que ya lo recordaste. ¿Sabes? Estoy un poco enojado conmigo, mataste a mi mano derecha y a una buena cantidad de mis mejores soldados. Eso no es muy educado de tu parte, Pet.- la sonrisa cínica que se formó en sus labios me hizo estremecer un poco.

- Oh, lo siento. Es que quería ir al baño y ellos no respetaban mi privacidad.- la ironía con la que escupí esas palabras lo hizo fruncir el seño, pero de inmediato volvió la sonrisa a su cara.

- Que maleducados, tendré unas palabras con ellos luego. Oh, cierto que no podré...- rodó los ojos e hizo un ademán con su mano restándole importancia.

- No te preocupes, pronto podrás decirle, yo solucionaré eso.- una sonrisa burlona y amenazante se formó en mis labios, victorioso ante mi genuina respuesta.

- Me gustará ver como lo intentas, será entretenido.- se acercó a la camilla y luego la rodeó, quedando justo en la parte donde estaba mi cabeza.- Vamos a dar un recorrido por el complejo, te encantará. Además, tengo una sorpresita para ti, espero sea de tu agrado- lo último me hizo dar un sentimiento de terror en la boca del estómago ¿Una sorpresa?

- Claro, ¿Serás mi guía turístico?- solté con ironía rodando mis ojos, mientras la camilla se movía hacia la puerta que fué recientemente abierta por un hombre armado.

Él soltó una risa jocosa y se dedicó a empujar la camilla fuera de la habitación.
Recorrimos varios pasillos.- Esté de aquí es el cuarto de tortura, estaré encantado de enseñartelo con mayor detalle luego.- Dijo esto mientras señalaba una pierta roja metalizada, me hizo reir genuinamente.

- Será divertido, aunque tal vez cambien los roles ahí dentro. Ten ciudado.- la seguridad estaba plasmada en mi voz y en mi mirada.

Escuché un grito de agonía que me hizo poner los pelos de punta. Seguimos por uno de los corredores hasta una puerta donde dos soldados estaban custodiando la entrada.- Aquí esta tu sorpresa, espero te guste, cariño.- miré la puerta y puse todos mis sentidos a trabajar. Sentí sollozos del otro lado de la puerta de metal, apreté la mandíbula y los puños.

- ¿Que es esto?- la pregunta salió entre dientes, logrando que él sonría.

- Es el principio de la tortuta.- su susurro me hizo estremecer.- Abran la puerta.- ante esto, los soldados abrieron inmediatamente la abertura. Quise gritar.

May se encontraba de rodillas, atada de manos y de piés a un poste de madera, con muchas cortadas en sus brazos y piernas. Sollozando mientras miraba al piso.

𝕃𝕚𝕥𝕥𝕝𝕖 𝕤𝕡𝕚𝕕𝕖𝕣•IronDad• 🍂Where stories live. Discover now