"Nuestro secreto"

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Kakyoin se había ruborizado ante aquellas palabras, le ocacionaban una paz y un ligero cosquilleo en el estómago, Kakyoin era alguien que no dejaba llevarse por prejuicios y mucho menos tomaba en cuenta lo que la gente hacia o decía, manteniendo su vista a su contrario bajo su mano, dejando libre aquel mechón.

-Parece que por allá hay un restaurante cerca, podemos almorzar ahí-

Dijo Kakyoin relajándose aún más tomado de la muñeca a Jotaro para guiarle al lugar que había captado su atención.

Jotaro era alguien frío, no le gustaba expresar sus sentimientos, incluso con su familia era así, pero con aquel muchacho era diferente, se abrió casi de inmediato, algo que solo Kakyoin podía ver,ya que, cuando había alguien más cerca tomaba la misma postura,sin importar que el pelirojo estuviera presente, así que atesoraba aquellos instante en los cuales podía estar a solas con el.

Llegaron al lugar que a simple vista era un restaurante de primera, teniendo la vista hacia el mar, lo cual, hacia de este lugar algo sereno, ambos jóvenes se sentaron, observando el menú, por lo cual pidieron algo simple, dos platos de arroz con huevo, rollos primavera y café para ambos.

-Kakyoin- Formuló por fin Jotaro después de algunos mirandole frente a frente- Se que probablemente esto te parezca algo extraño pero...-Por primera vez se podía notar su semblante nervioso, aún que tratara lo más que pudiera mantener su postura neutral.

-¿Que pasa?¿Te encuentras bien? Estas algo... ruborizado- Dijo mientras observaba a Jotaro con una pequeña sonrisa.

-Si solo es que no puedo callarme más y...-

Un mesero llego con la orden de ambos jóvenes, quienes quedaron en silencio un rato mientras agradecían la comida, para después Jotaro tomar una bocanada de aire y continuar.

-Ire al grano,estoy enamorado de ti desde que teníamos 13 años...se que tal vez no quieras hablarme pero si no hablo, no sé cuánto más podré soportar- Hablaba de manera fluida, pero a la vez torpe y nerviosa, era increíble como cambiaba al estar con aquel chico- y quiero saber si tú...- Sus palabras parecían que se negaban a salir, comenzó a dudar frío, sus manos amenazaban con quitarse su característica gorra al limpiar su sudor- Quería saber si...Mierda...(¡MALDICIÓN HABLA DE UNA VEZ JOTARO!)-

-Si...- Dijo la voz del pelirojo sin apartar la vista de Jotaro-

-¿Perdón? ¿Dijiste que...si? Pero...-

-Siendo sincero, yo también estoy enamorado de ti...- Dijo bebiendo de su café para ocultar su rubor que fácilmente se podría comparar con aquel fruto que adoraba, las cerezas.

Jotaro le miraba de frente, notando como el joven se escudaba detrás de aquella taza de café, no podía evitar perderse en aquellos ojos que le traían paz.

-Dame un respiro crei que esto sería más sencillo-

-Lo sería si te expresaras mejor-

Dijo el pelirrojo jugando con su cabello mientras se alimentaba con su mano libre.

-Si sigues haciendo eso vas a ocacionar que te bese- Advirtió Jotaro también comiéndo, con cierto tono de picardía en su voz-

-Atrevete- Contraatacó mientras apropocito continuaba jugando con su cabello, volviendo loco a Jotaro, Kakyoin se divertía con la mirada que le daba su contrario, quien parecía estar irritado por el insistente coqueteo del pelirojo, pero decidió mantener la calma, al menos hasta salir de aquella zona que comenzaba a llenarse de gente.

-Cuando sea seguro- Dijo acomodando su gorra para seguir degustando de su comida, y de la agradable presencia de su ahora pareja.

-¿De que hablas-

-Lo sabrás en su momento-Suspiro y le miro fijamente- ¿Que le dijiste a tus padres?

-Bueno les dije que tenía que ponerme al día con las nuevas tareas así que les prometí que me quedaría en algún hotel cerca de la escuela mientras ellos seguían de viaje-

-¿Cuando volverán?-

-No lo se, pero de seguro estaría de regreso para ese entonces- Bajo su mirada y suspiro- Jotaro ¿Crees que este bien que hagamos esto mientras tu madre...?-

-Solo se dió está oportunidad, no olvidó que mi madre está enferma, pero este viaje me permitió acercarme a ti-

Sonrío de manera tranquila, viendo a Kakyoin sonrojarse, continuaron hablando de su vida, incluyendo aquellos meses en que Kakyoin había Sido manipulado por Dió, Jotaro reviso su reloj y miro a su contrario.

-Kakyoin, aún tenemos algo de tiempo antes de reunirnos con el viejo y Avdol, ¿Te importaría si disfrutamos un poco de la playa antes de irnos?-

-Claro no hay problema- Dijo sacando su billetera hasta que una mano hizo que detuviera su acción- ¿Pasa algo?-

-Creo que no te habías dado cuenta pero, cuando yo te invite a cualquier lugar,tu no necesitarás ésto- Tomo su cartera y la guardo en su saco mientras pagaba ambos almuerzos para salir de aquel restaurante y dirigirse a la playa, apenas se podía notar aquella brisa que el viento llevaba consigo, la playa se veía ligeramente vacía, ya que no había muchos turistas en estás épocas, cosa que Jotaro no desaprovecharía, con cautela miro a los costados asegurándose de que nadie los observará.

-Creo que ahora es seguro-

-¿De que hablas Jotaro?-

No hubo ninguna respuesta por su parte, solamente dos manos que le tomaron por el cuello del uniforme acercándolo peligrosamente a el

-Te advertí que dejaras de provocarme- Dijo de manera severa teniendo cerca al pelirojo, pero deseaba tanto probar esos labios, que se acercó con delicadeza soltando un poco su agarre, por su parte Kakyoin relajo su rostro tenso, y se acercó de igual manera a los labios de Jotaro ¿Sería demasiado pronto? ¿Los verían? ¡Que más da! Ambos deseaban aquel contacto, era más que evidente, los segundos eran eternos, hasta que por fin sus labios realizaron el tan ansiado contacto.

Dicho acto era llevado de manera torpe por parte de ambos, pero ninguno se retractaría de ello,
Kakyoin posaba su mano en el rostro de Jotaro , acariciandolo con devoción, por otro lado este posaba ambas manos por sus caderas, estando de aquella manera, claramente se podía notar como el pelirojo era más bajo que Jotaro, cosa que le agradaba a esté, todo era perfecto, el viento, la brisa, el sonido de las olas del mar rompiéndose a la orilla de la playa, era simplemente hermoso, hasta que la falta de aire por parte de ambos se hizo presente, separándose ligeramente hasta el punto dónde pudieran verse a los ojos, sin separar demasiado sus labios.

-Creo que debería hacerlo más seguido- Dijo Kakyoin sin soltar el rostro del pelinegro, posando su mano libre por el pecho de su contrario-

-No me importaría hacerlo varias veces al día- Advirtió con picardía, tomando el mentón del pelirojo besándole nuevamente, aunque fue un poco más fugaz, aquel beso fue ligeramente más intenso, aprisionando al pelirojo contra su pecho, disfrutando el sabor de los labios de su pareja, mientras que Kakyoin se dejaba llevar por tan majestuosa sensación, separándose nuevamente por la falta del aire.

-No les digamos al viejo ni a Avdol de esto por el momento- dijo jugando con aquel mechón que tanto le fascinaba - Que esto sea un secreto solo tuyo y mío-

-Te lo prometo Jotaro-

Cerraron aquella promesa con un ligero beso antes de caminar por aquella playa, Jotaro tomo la iniciativa de tomar el brazo de Kakyoin con el suyo, lo cual hizo que el pelirojo se sonrojara ante tal acción, los minutos parecían no existir  para ellos, solo existían ellos.

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Créditos de Edición

Lei RodrEs

Cerezas Y Cigarrillos (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora