Dulces pesadillas

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Aquella noche fue diferente a todas las experimentadas anteriormente, pues aquella joven pareja había sido separada por primera vez desde el inicio de aquella travesía.

Kakyoin dormía en su respectiva cama, su semblante parecía tranquilo, pero un llanto de un bebe algo ruidoso, hizo que este abriera de a poco sus ojos un poco desorientado, pues sentía su cuerpo moverse, hasta que se sentó.

-¿Que es todo esto?¿Dónde...?- Analizo con detenimiento la escena, se encontraba en un parque de diversiones con exactitud en una rueda de la fortuna , miro su atuendo, notando que era la típica pijama que poseía- Ya veo...es solo un sueño- un perro se le acercó, sentandose con tranquilidad a su lado, el pelirrojo lo acaricio con una sonrisa- Nunca había visto este parque, ni siquiera lo recuerdo- Varios globos salieron en dirección a donde estaba, pero en uno de ellos, colgaba una carta del tarot, la cual miro de cerca- No será que...- Al tomarla y dale la vuelta se quedó petrificado- La carta...es de death 13- Impactado se quedó en su lugar dejando ir la carta, cuando de pronto se hizo presente una figura, un rostro de payaso, con una hoz de gran tamaño, cubierto por una túnica larga.

-¡Lali-ho Kakyoin!- 

Aquella figura amenazaba con matarlo, la hoz iba directo a él, pero el objetivo de aquella entidad, era el perro que acompañaba al pelirrojo quien gritaba desesperado, recibiendo una herida en una de sus manos, hasta que el constante llamado de Polnareff lo hizo despertar de golpe dado un grito desesperado.

-AAAH-

-¡KAKYOIN! ¡KAKYOIN! CAÁLMATE- Pedía el albino con desespero, pues era algo inusual el hecho que se comportar de aquella manera- Oye cálmate...es hora de levantarse-

Con calma, el mayor fue a la ventana y abrió las cortinas, dejando entrar la luz del sol en la habitación,lo cual hizo que Kakyoin  arrugaba los ojos como reflejo involuntario par protegerse del sol.

-Lo siento, parece que tuve un mal sueño- dijo el pelirrojo algo aturdido sentándose en cu cama, peinando con suavidad su mechón.

-Uh...esto siempre me llama la atención, vamos- Se sentó a un lado de él- Cuenta, cuenta.

-No... sonará extraño, pero no lo recuerdo Polnareff...pero tengo la sensación.., de que fue un muy mal sueño.

-Ya veo, entonces debemos apresuraron, Jotaro y el señor Joestar nos están esperando abajo, parece que el viejo compro un avión- Dijo para tomar su equipaje y salir de la habitación.

-Probablemente a Jotaro no le guste eso- Dijo en cuando Polnareff salió de la habitación con una ligera sonrisa, pero aún así, tenía la sensación de malestar en si pecho, al estirarse un poco, se dió cuenta que, su mano tenía una herida fresca- En...en qué momento me...- La situación era extraña,intentaba recordar lo que había pasado, pero nada venía a su memoria, resignado se levantó de la cama u se vistió con su atuendo habitual,  tomo su maleta y salió del lugar para encontrarse con los demás.

-Oye Kakyoin te dije que nos estaban esperando- Reclamó Polnareff.

-Lo lamento me entretuve haciendo mi maleta- Mintió con agilidad mostrando una sonrisa no del todo genuina.

-Entonces vámonos, el viejo ya debe haber abordado ese avión...Espero no morir antes de llegar- Jotaro se mostraba serio, no le agradaba viajar en avión, y mucho menos si su abuelo piloteaba, Polnareff se adelantó pues según el, quería tomar el asiento de copiloto, dejando detrás a Jotaro y Kakyoin- ¿Que tanto me extrañaste Noriaki?- Dijo cambiando su tono de voz a uno más bajo, y un tanto más sereno.

Cerezas Y Cigarrillos (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora