Capítulo 12.- El Diluvio de Pein

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Después del estrepitoso y rotundo fracaso que fue la Minimisión: Operación Dragón, la "brigada" decidió no volver a espiar lo que sucedía entre Pein y Konan, quienes proseguían con pláticas privadas, acompañadas por unas clases de origami.

Tres días después, los miembros de esta caótica organización enfrentaron una situación nueva: Pein comenzó a limitarse en dejar preparada la comida tanto para el desayuno, como la comida y la cena, con "letreros" de lo que había:

DESAYUNO: CHILAQUILES CON MIEL, JUGO DE BETABEL, LECHE Y AVENA

COMIDA: CALDO DE MANZANA, FILETE DE PESCADO RELLENO DE CARNE, AGUA DE PAPAYA

CENA: HAMBURGUESA DE PAPA, LECHE AL GUSTO

Y así, sin hablar con nadie, regresó a la suite, no volviéndosele a ver en el transcurso del día, agregando el detalle de que llovía desde la mañana. Zetsu fue el más perjudicado.

- Llueve demasiado. Tendré que ocupar la cama que me había tocado por hoy nomás.- dijo, molesto, entrando a la casa.

- ¡Diablos!. ¡Conviviré con los "fenómenos", no quiero ni imaginarme cómo está tener como compañeros de habitación a Orochimaru y a Tobi!.- exclamó el lado oscuro de Zetsu.

Además, el "léxico" de Konan había dado otro giro de 180 grados: En vez de hablar en diminutivo (cuando estaba tranquila), o normal (las veces que estaba nerviosa) o a gritos y groserías (los momentos en los que se enfadaba), ahora lo hacía:

- La luz de la mañana se ve opacada por la torrente venida de la lluvia, cristalina, fuente liberadora de la pena y la tristeza que acompaña mi soledad.- comentó la kunoichi, de manera poética

Sus compañeros la miran con sorpresa. Estaban desayunando.

- ¿Qué rayos acabas de decir, Konan?.- preguntó Kakuzu, casi atragantándose, confundido por el comportamiento de la maestra del origami.

- Nada de lo que tu sarcástica alma pueda molestarse

- Todo eso fue ridículo.- dijo Itachi, mientras Kakuzu tose por la comida.

- No necesitamos que te mueras aquí, Kakuzu.- dijo Hidan, golpeándolo en la espalda

- Ay, AY... YA ESTOY BIEN, ESTÚPIDO JASHINISTA.- concluyó, logrando comer su bocado.

Konan come un poco del menú del día.

- Dentro de poco regresaré a alimentar mi cuerpo, mas no mi espíritu. Los dejo dentro de su pleno mundo como almas libres vagando en la eternidad..- concluyó, con lágrimas en sus ojos, y regresó a su habitación.

Los chicos se miran entre sí.

- Insisto, qué ridiculez.- comentó Itachi

- Ah. Konan parece shakespeariana.- dijo Tobi, comiendo

- Tobi, no hables con la boca llena, hum. Te puede pasar lo mismo que a Kakuzu... Cierto, está melancólica. Quién sabe qué le pase ahora.- dijo Deidara, tomando jugo de naranja (había tirado el jugo de betabel por el retrete)

- Sempai, no hables mientras tomes líquidos

- ¡No me imites, hum!.- exclamó, molesto

- Esto es extraño.- dijo Kisame.- Primero Konan hablando como poeta y ahora Pein encerrado en la suite

- ¿En serio? No nos habíamos dado cuenta, Kisame.- dijo Kakuzu sarcásticamente

- A la mejor Konan está en sus "días" y por eso anda triste

BIG BROTHER AKATSUKIWhere stories live. Discover now