Capítulo 17

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P.O.V. Brayden

Antes de que Layla tocará el suelo me apresure para tomarla en mis brazos y que no se lastimara.

Me puse de pie y con varias personas siguiéndome llegue a donde el doctor de nuestro refugio.

Cuando me miró pude ver preocupación en su mirada.

¿Qué sucedió?-me pregunto al mismo tiempo que me indicaba colocarla en una camilla.

No lo sé,ella estaba buen y de un momento a otro se desmayó-le dije preocupado por ella.

Aunque no se porque si apenas la conozco.

Él no dijo nada y siguió analizando a Layla.

No sé ha alimentado bien en mucho tiempo y tiene algunas heridas que al parecer ella no conocía-dijo mostrando algunos rasguños que al parecer se infectaron,pero eso no es lo que llama mi atención sino todas las cicatrices que tiene en casi todo su estómago.

Desvío mi mirada.

Le inyectare suero y luego la tendrás que llevar a una habitación-me dice.

Claro-respondo la llevaré a la casa en la que estamos con los chicos ya que nos sobra una habitación.

Pero iré contigo para curarle las heridas y  inyectarle el suero allá-dicho esto la tomo de nuevo en mis brazos para ir a casa.

Cuando llegó los chicos no están así que subo directamente a la habitación que está al lado ee la mía.

El doctor abre la puerta por mí y yo ingreso a la habitación para dejar suavemente a Layla en la cama.

Entonces el doctor empieza a curar las heridas de Layla y vuelvo a desviar la mirada para no ver todas las cicatrices que han marcado su vida.

Seguramente.

Cuando él ya había terminado de curar las heridas de Layla volví a dirigir mi mirada a ella.

Se miraba tan pacífica mientras dormía,una paz que desaparecía cuando estaba despierta huyendo de su pasado y confrontando el presente.

Todos hemos tenido malos momentos pero a ella la han marcado.

La violaron.

Mi sangre hierve cada vez que pienso en eso.

Vuelvo a na realidad cuando el doctor me está dando indicaciones sobre que Layla debe alimentarse bien y no hacer muchos esfuerzos,pero cuando él está apunto de inyectarle el suero a Layla está abre los ojos como platos y dirige su mirada a la aguja.

Ella la mira con terror.

Saca rápidamente su arma y le apunta al doctor,yo me trató de acercar pero ella me apunta a mí también.

Tranquila, él no está aquí para hacerte daño solo te inyectará suero para que mejores-le digo en un intento que,gracias al cielo,logra tranquilizarla.

Ella baja el arma y la deja a su lado para luego extenderle  el brazo al doctor.

Este le inyecta el suero con un poco de miedo,pero quién no lo tendría después de que le han apuntado con un arma.

El doctor guarda sus cosas,lo acompañó a la puerta y se va.

Cuando regresó a la habitación Layla está en la cama viendo hacia la ventana.

Lo siento por lo del arma,pero es que no tengo buena experiencia con ellas-dice con la voz un poco ronca.

No te preocupes,no te juzgó-le digo.

¿Por qué me inyectó suero?-dice.

Cuando te desmayaste te lleve con él y me dijo que no te haz alimentado bien,así que supongo que te inyectó suero para que tus defensas se reforzarán-le digo.

Es cierto no he comido bien en tres semanas,en algo me tenía que afectar-me dice.

¿Por qué no duermes un poco?-le sugiero.

Ella dirige su mirada a mí y niega rotundamente el dormir.

¿Por qué?-le pregunto confuso.

Las pesadillas-me dice simplemente para luego dirigir nuevamente su mirada a la ventana.

Notó que ella no tiene intención de seguir hablando así que salgo de la habitación,cierro la puerta y voy directo hacia la cocina.

Cuando estoy ahí pienso en lo difícil que ha de haber sido la vida de esa chica,pero pienso más en el que ahora tengo un fuerte deseo de protegerla.

Pero no sé el por qué.

La puerta principal siendo abierta me saca de mis pensamientos y segundos después veo a los chicos aparecer en el umbral de la puerta de la cocina.

Hola ¿Y Layla?-me pregunta Beth.

Arriba en la habitación que estaba vacía,el doctor le inyectó suero así que se quedará con nosotros hasta que se recupere-les digo empezando a caminar para salir de la cocina.

Escucho de paso como Zoey se queja.

¿Recuperar?,¿Qué tiene?-me pregunta Sarah.

Aún sin verlos les respondo.

Algunas heridas que se infectaron y no ha comido bien-les digo.

¿Por cuánto tiempo no ha comido?-vuelve a preguntar Sarah.

Tres semanas-digo simplemente.

(...)

Todos nos encontramos sentados en el comedor cenando,incluida Layla.

Yo mismo la fui a buscar y seguía despierta,se le nota el cansancio pero no duerme por miedo a esas pesadillas que la persiguen.

Mi corazón se comprime al verla sufrir y sigo sin saber por qué.

Todos estamos en silencio,lo único que se escucha es el sonido de los cubiertos al chocar en los paltos.

Excepto los de Layla que no ha tocado la comida.

Come lo nesecitas-le digo yo tratando de hacer que lo que le dije no fue una orden.

Ella no dice nada solo toma el tenedor y toma un poco de pasta que hay en su plato para luego dirigirla a su boca.

La mueca que hace a probar la comida causa que mi interior se revuelva.

Ella empieza a comer como si no hubiera un mañana.

Cuando termina se disculpa por sus modales,lleva el plato a la cocina y va hacia arriba para luego encerrarse en su habitación.

Nadie más dice nada.

Cuando todos terminamos de cenar cada quien se va a su habitación pero cuando voy a entrar a la mía escucho ruidos provenientes de la de Layla.

Como quejidos.

Abro la puerta lentamente y veo en el interior de la habitación,con lo poca luz que hay,y dirijo mí mirada hacia la cama.

Layla está teniendo una de sus pesadillas.

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