𝐃𝐈𝐀𝐍𝐀, jasper hale

xxi. It wasn't the end

Era difícil tener a un novio vampiro, bueno, no tan difícil. Lo único que era difícil es que cada vez que teníamos una cita él no comía y yo sí, pues, siempre me dio vergüenza comer frente a una persona que no lo hacía.

Jasper me hacía muy feliz, era muy atento conmigo como yo lo era con él. Nuestra relación era muy estable, claro, teníamos nuestras diferencias, pero nada fuera de lo normal.

Hace unas semanas atrás él pudo ver por primera vez un monstruo mitológico, una arpía me encontró y me atacó en medio de una salida que tuve con Jasper. Trató de defenderme, pero él era como un humano para la arpía, débil ante ella. Así que, está vez yo era la heroína.

Mi relación con el resto de los Cullen era maravillosa, en especial con las chicas. Cada mes iba de compras con ellas. Esme me enseñó a cocinar mejor, para ser vampira sabía cocinar excelente. Emmett, este quiere aprender más de la estrategia de defensa de un semidiós, incluso tratamos de tener un combate claramente la familia se opuso, excepto Nico, este muy bien conocía mis estrategias en batalla. Los Cullen se sorprendieron al ver que había logrado derrotar a Emmett, un vampiro más fuerte y musculoso que yo. Este se excusó que solamente me había dejado ganar, le molesta por dos semanas.

Pero, cada noche me desvelaba tratando de descubrir la verdad la cual seguía sin encontrar. Eso me torturaba, solamente me quedaba poco tiempo y definitiva no quería perder a Jasper. Ya lo quería lo suficiente como para dejarlo ir.

Aún me pregunto, ¿por qué no mejor me quedé con la curiosidad? Era mejor estar así que torturándome cada noche y pensando en qué le diría a Jasper al día siguiente del porqué de mis ojeras. Estaba peor que Nico.

La relación de Nico y Alice era de lo mejor, eran tal para cual. Su amor por el otro se notaba a kilómetros, pero, sin mentir. Por supuesto que a veces tienen su diferencia y discutían por bobadas, pero siempre se disculpaban a los minutos. No podían vivir sin el otro.

Termino de verme por última vez en el espejo y escucho el claxon del auto de Jasper, ya había llegado por mí. Cojo las dos bolsas que descansaban encima del mueble de mi habitación y camino hacia la salida.

—¡Que te vaya bien, hija! ¡Y felicita a Bella de mi parte! —grita mi madre desde la sala.

Le respondo con un «okey», al salir de la casa lo primero que veo es a Jasper recostado sobre el auto, con los brazos cruzados y su hermosa sonrisa en su rostro.

—No es necesario que lo digas, sé que me veo fabulosa. —muevo mi cabello lado a lado. Este se ríe.

—Siempre lo estás. —me sonrojo ante eso, me abre la puerta de la Jeep y me subo, me pongo el cinturón mientras este cierra la puerta y con su velocidad inhumana entra al auto.

Este maneja hacia la casa de los Cullen, después de unos minutos de canto y baile —de parte mía—, llegamos. Jasper abre la puerta y me deja pasar a mi primero, llegué al living y Alice se encontraba como loca organizando todo.

—¡Oh, Diana! ¡Me alegra que al fin llegaras! —exclama esta —. Ven, ayúdame con las rosas.

Después de un tiempo logré organizar la sala con las hermosas rosas rojas. Salgo del baño de la habitación de Alice, afuera se encontraban Rosalie y la anteriormente mencionada.

Rosalie decidió maquillarme y Alice peinarme, después intercambiamos. Yo maquillaba a Alice y Rosalie la peinaba, y así sucesivamente.

Al dar casi las seis y media, ya todo estaba listo, solamente faltaba Bella. Al escuchar el carro de Edward parquearse frente a la casa rápidamente todos nos acomodamos. Claro, Jasper y yo un poco apartados por el aroma de Bella.

La primera en recibirla fue la carismática Alice Cullen. Al verla subir junto con Bella me emocioné, adoraba los cumpleaños. Nos acercamos a la cumpleañera, excepto Jasper y Emmett.

—Lamento todo esto. Tratamos de controlarla. —justifica Carlisle.

—Como si fuera posible —. Bromea su esposa —. Feliz cumpleaños, Bella.

Alice toma una foto, Bella la mira un poco sorprendida.

—La encontré en tu bolso. ¿Te molesta?

—Saliendo con una mujer mayor. Excitante. —dice Emmett a Edward. Este lo mira negando —. ¿Qué?

—Tú primera, Rosalie. —le digo a la rubia entregándole su regalo. Esta se lo extiende de mala gana a Bella.

—Es un collar. Alice lo escogió. —Bella le responde con un "gracias".

Alice arrastró a Edward y lo puso junto con su compañera y finalmente, les tomó su deseada foto. Agarro con delicadeza el regalo de Emmett y le se lo extiendo.

—Este es de Emmett. —lo recibe con una sonrisa. Lo agita en busca de algo, pero está vacía.

—Ya está instalada en tu camioneta. Sonido decente para esa camioneta de...
—No le faltes el respeto a la camioneta. —le detiene Bella. Agarro la bolsa que había traído conmigo.

—Este es mío y de Jasper. —Esta de allí saca una chaqueta de marca.

—Gracias. —nos agradece con una sonrisa sincera, por su aura sabía que estaba feliz con el regalo.

—Y este el mío. —Nico le extiende una caja diminuta. Esta de allí saca unos anillos. Ella le agradece con su "gracias".
—Y finalmente, el de Carlisle y Esme. —dice Alice.

—Algo para alegrar tu día. —comenta Carlisle.

—Te ves muy pálida últimamente. —Habla Esme. Bella comienza a buscar algún lado con qué romper el papel envoltorio, pero, se corta.

—Me corté.

Sabía lo que se aproximaba, lo había visto en uno de mis sueños, no sabía el final. Edward empuja a Bella hacia una mesa de vidrio, y empuja a Jasper hacia el piano. Este se levanta y antes de hacer algo, Emmett y Carlisle lo detienen.

Agarro a Jasper de su rostro y acaricio sus mejillas. Lo veo a los ojos, ojos que se encontraban totalmente negros y muriéndose por probar un poco de sangre humana. Era sorprendente, no lo reconocía, pero sí sé que él me necesitaba en estos momentos.

—Tranquilo. Todo estará bien. —le susurro. Este poco a poco fue calmándose.

Volteo viendo a Bella, donde tenía todo su brazo izquierdo empapado de sangre.

—Llévatelo. —me pide Carlisle.

Emmett me ayudó a sacar a Jasper de la casa. Simplemente, no sabía qué decirle.