La chica del violín (Temporadas 1 y 2)

T2. Cap 6, final: Perdón..

Y aquí, el último capítulo.. 

Narra Adrien:

Esa fue una noche larga. Una de las más difíciles de mi vida.

Miré mi celular con el número de Marinette en la pantalla, no podía evitar dejar de pensar en ella. Marqué un par de veces, pero como las ocasiones anteriores, no respondió.

No pude dormir, por más que lo intenté, solo me la pasé dando vueltas alrededor de la cama. Es muy duro.

****************************************

El día siguiente no fue mucho más fácil.

En el estudio, por más que intentaba dedicarme a mi trabajo, no lograba concentrarme. Las piezas que intentaba interpretar eran un asco, no salían, estaban a destiempo, una verdadera mierda.

Golpeé las teclas del piano antes de aventarme sobre el respaldo de la silla lleno de frustración, solté un suspiro profundo, por más que lo intentara, no lograría hacerlo.

Adrien: Marinette... -suspiré

Miraba a la pared, a ningún punto en específico. Solo no quería pensar.. en nada.

De pronto llegó un mensaje a mi celular. Me sobresalté, ¿podría ser ella?. Lo tomé y miré el destinatario, Luka.

Luka: "ey, ¿cómo estás? ¿todo bien?" –escribió

Adrien: estúpido Luka.. –bufé antes de volver a suspirar

No estaba molesto con él, estaba molesto conmigo y con mi propia estupidez. Ayer, después que se fue Kagami, él se acercó a mi, fue mi apoyo en ese momento tan difícil..

*Ayer...

Estaba llorando, no podía dejar de hacerlo. Era un patético chico llorando desconsolado en el suelo tras perder el amor de la mujer que amaba. Un idiota.

Adrien: ¿por qué..? –dije llorando- ¿por qué de pronto todo se está yendo al carajo? –sollocé entre lágrimas

Detestaba el rumbo que estaba tomando mi vida.

Luka: Adrien.. –me llamó

Él se acercó a mí en sigilo y se arrodilló a mi lado. Ni siquiera lo miré. Intentó poner su mano sobre mi hombro como señal de apoyo, pero yo retiré mi hombro con brusquedad. Esperó unos segundos con prudencia y lo volvió a intentar. Esta vez no se lo impedí. Necesitaba sentirme aunque fuera un poquito reconformado.

A pesar de lo fatal que me sentía y lo terco que puedo llegar a ser, él me estaba poyando, es mi amigo y sabía que en él podía confiar.

Cuando me tranquilicé un poco, me ayudó a levantarme y me llevó adentro. Me senté en el sillón mientras él iba por un par de pañuelos desechables y un vaso de agua. Al regresar me dio todo eso sin decir nada y se sentó en el sillón, a mi lado.

Esperó pacientemente hasta que yo me tranquilicé y dejé de llorar. Mis ojos estaban rojos e hinchados, mi nariz en la misma situación. Tallé mis ojos antes de hablar.

Adrien: gra-gracias.. –sollocé

Luka: ¿estas mejor? –me preguntó sereno

Adrien: ¿cómo podría estar mejor? –le reproché

Luka: sabes a lo que me refiero.. –dijo algo molesto

Adrien: lo siento.. –dije

No debía desquitarme con él, no era culpable de nada.