The Stripper [Caché]

Capítulo 54 - La Boda

POV Calle 

Levantamos las copas en alto, brindando por décima vez en la noche. Los efectos del alcohol en el ser humano eran increíblemente desastrosos. Pensé mientras tomaba un buen sorbo de la bebida azul en mi vaso, que ya debe ser la séptima copa en unas pocas horas.

-Esto de aquí es demasiado bueno.- Alba habló con entusiasmo mientras se servía el trago de su vaso con una pajita café.

Estábamos en un club nocturno en el centro de Miami esa noche. Recordando los viejos tiempos en los que nos fuimos todas juntos. Alba y Aida en una idea repentina, decidieron programar mi despedida de soltera. Así es, mañana me voy a casar con Poché, y no podría estar más nerviosa por ello.

-Si bebe saldrás de aquí ebria, Calle.- Aida dijo riendo.

-Necesito una gran cantidad de alcohol esta noche para acabar con mi ansiedad.- Hablé con cierta dificultad debido al ruido en el interior del lugar.

Ansiedad. Esa palabra me definiría hasta el momento de la boda. Estaba con los nervios de punta, ese maldito frío dentro de mi estómago, y el torbellino de pensamientos en mi cabeza me estaban maltratando poco a poco. No es que la idea de casarse con Poché era mala, sino todo lo contrario, que era demasiado buena. Y precisamente por eso que mi cuerpo estaba dando demasiada atención a mi sistema nervioso.

¡Maldita sea!

-¡Jesucristo, nunca antes te había visto tan ansiosa como ahorita, Cal!- Alba dijo dejando escapar una risa.

-¡No es para menos, se va a casar!- Fue el turno de hablar de Aida. Casarse, boda, Poché.

¡Oh Dios mío!

¡Iba a casarme con Poché! Gritó mi subconsciente.

-Respira, te estás poniendo pálida como el papel.- Alba habló tocando mi brazo con calma.

-Si es aún posible.-

Miré a Aida y rodé los ojos, lo que la hizo reír.

-¿Ya no te quieres casar?- Alba me preguntó seria mirándome.

Tomé una respiración profunda y tome otro sorbo de mi bebida.

-Es lo que más quiero en la vida, Alba. ¡Estoy muy nerviosa por ello! Quiero que todo vaya bien mañana.-

-Todo Irá bien mañana, Cal.- Aida dijo sosteniendo una de mis manos que descansaban en la mesa.

-¡Exactamente! ¡Relajarse! Mañana será un día maravilloso en el que te atarás para siempre a Poché.- Solté una carcajada, Alba siempre sabía la manera correcta de dar el humor a las cosas.

-Eso fue tan grosero.- Aida habló mirándola.

-¿Qué?- Paul preguntó mirándola- ¡Es la verdad! El matrimonio es una especie de prisión, bebé.-

-¡Eso me recuerda claramente por qué yo no regreso contigo!-

-Mejor permanece en silencio, Paul.- Le susurré.

-¡Aida, Bebe! Es una prisión, pero eso no quiere decir que no quiero ser arrestada, ¿verdad? De hecho, me gustaría ser detenida por ti y compartir una celda contigo para el resto de mi vida.- Ella le guiñó a mi otra amiga que resopló.

-Cállate la boca, y tráeme una copa. Antes que me enoje más contigo, Alba.- Mi mejor amiga abrió mucho los ojos y se levantó.

-Dios, que NO lo hago por ti, nena.- Alba dijo antes de irse.