Capitulo 8: Algo de consideración por favor

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Al amanecer el cielo está despejado y el sol ha salido, por esa razón el rubio nada mas despertó se fue al lago que está cerca para darse una buena ducha, dejando a la mujer dormida. No le importo dejar sus cosas ahí, si ella es una ladrona lo más valioso que tenía en su mochila era el rameen y ella ya se lo comió anoche.

En este momento el rubio se encuentra sentado en una roca, disfrutando la agradable mañana. El agua solo le tapa del pecho para abajo.

Ante el sonido de unas ramas tronar el rubio dirige su mirada hacia ahí y casi se le salen sus ojos de sus cuencas, mientras tiene un leve derrame nasal en su nariz al ver a unos diez metros de donde está, en la orilla del lago a Misaki completamente desnuda, aun con la cara y cabello llenos de lodo, pero el cuerpo intacto del fango, ahora que hay mejor luz logra ver lo claro de la piel de la chica, esos senos de tamaño normal, ni muy grandes, pero tampoco pequeños, piernas torneadas, cintura pequeña y glúteos bien definidos.

La chica se lanza un clavado perfecto hacia el agua y el rubio sigue con la mirada por donde cayó.

¿Esa mujer es muy lanzada o simplemente no sabía que yo estaba aquí? –Minato se pone de pie sobre la roca en la que estaba sentado y se lanza en clavada hacia el agua para aclarar la cabeza, esa vista alboroto un poco a su compadre y aprovecha para limpiarse la sangre que le salió de la nariz.

El rubio floto, sacando su cabeza del agua y agito su cabeza, para sacudir el agua de su cabello. Al abrir sus ojos, se ensancharon al ver a Misaki que le sonríe levemente estando frente a él, también flotando en el agua, solo dejando sobresalir su cara y sus hombros desnudos.

El rubio admite que sin ese lodo cubriendo su rostro la chica es muy hermosa, tiene facciones afinadas y angelicales, pestañas largas y ojos grandes. Su cabello es largo y de color morado.

- Ya encontré la forma de pagarte. –la chica se acerca más al rubio y pasa sus brazos por sobre los hombros de él.

- Es algo exagerado el pago ¿no crees? –su sorpresa fue remplazada por seriedad.

- Muy exagerado y no suelo pagar mis deudas así, pero la verdad eres un chico muy apuesto, ciertamente mi tipo y sería estúpido desaprovechar esta oportunidad, siendo que cuando cada quien vaya a su rumbo es muy probable que no nos volvamos a ver. —la chica acerca su rostro haciendo que sus narices se rosen y le sonríe de forma torcida.

- Desaprovechar esta clase de pago de una mujer hermosa, sería estúpido de mi parte. –el rubio posa sus manos en la cintura de la chica, atrayendo el cuerpo de ella hacia el de él, haciendo que los senos de ella choquen con su torso, sintiendo lo endurecido de los pezones a causa del agua fría. –Ahora la perdida de mi rameen no la veo tan lamentable. –el chico sonríe de forma zorruna y la chica amplia su sonrisa.

Ambos unen sus labios comenzando un beso apasionado, donde sus lenguas participan. Entre el beso ella rodeo con sus piernas la cadera del chico haciendo que sus sexo choquen por lo que gimieron entre el beso.

Minato llevo sus manos a los glúteos de la chica, apretándolos, sacándole un jadeo que quedo atrapado en el beso.

Recargada en la pared esta Reiko sentada en el suelo, los barrotes de la celda están a pocos centímetros de distancia de su costado derecho y en la pared en la que esta recargada es la que separa la celda de ella de la de Karin.

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