Apenas su cabeza tocó la almohada, llegaron las pesadillas.
Siempre era la misma pesadilla desde hacia años; siempre el mismo comienzo, siempre el mismo final.
Pero de vez en cuando cambiaban los escenarios. En ésta pesadilla en específico se encontraba en el castillo de su padre. Sólo veía la fachada desde afuera pero estaba completamente seguro de que era ése lugar.
Todo a su alrededor estaba oscuro y las paredes negras del castillo brillaban como la obsidiana. Lo atraían. Sentía que por alguna razón tenía que entrar. No importaba cuánto él se resistiera, al final la atracción y la curiosidad ganaban.
Se acercó lentamente a la entrada donde lo esperaba la persona de siempre: Bianca. Sabía que todo era una pesadilla, que su hermana no estaba allí realmente, y tampoco él. Sabía que si se acercaba más, pasaría lo de siempre. Pero no podía detenerse.
Llegó hasta la chica de cabello castaño como el de él y ésta le sonrió con nostalgia.
-Hola, Nico -lo miraba con esos ojos iguales a los suyos, pero los de ella estaban llenos de amor y cariño. Llevaba puesta la ropa con la que había muerto; una chaqueta plateada de las cazadoras y un pantalón plateado, llevaba un caraj con flechas y un arco en la espalda. Su cabellera estaba atada en una trenza de lado-. ¿Por qué te torturas de esta manera? Tienes que dejarme ir, olvidarme.
Nico tenía lágrimas en sus ojos y su voz le temblaba.
-¿Olvidarte?, ¿cómo podría olvidarte, Bianca? Tu siempre serás parte de mi pasado y mi dolor.
Su hermana lo miró con tristeza y le limpió una lágrima que se había escapado rodando por la mejilla del chico.
-Entonces, sabes lo que vendrá después.
La escena se volvió más oscura, y la temperatura bajó mucho más. Bianca se fue alejando poco a poco de Nico mientras éste gritaba su nombre y trataba de alcanzarla, pero una fuerza lo tenía estancado en su lugar y no lo dejaba moverse ni avanzar. En la chaqueta de su hermana se formó una mancha roja que se fue expandiendo y Bianca cayó al piso a muchos metros lejos de Nico. Por fin, la fuerza dejo de retenerlo y el chico corrió hasta su hermana, sólo para sostener su cuerpo pálido y sin vida en sus brazos.
-Bianca... yo, perdón... ¡perdón! -las lágrimas empezaron a bajar por su rostro rápidamente, y la desesperación junto con el dolor se expandieron por su pecho, llenándolo de pena e impotencia a medida que el cuerpo de su hermana se desintegraba junto con la pesadilla.
Se despertó sudando y con la cara empapada por las lágrimas, trató de tranquilizar su respiración mientras pensaba Solo fue una pesadilla. Solo fue una pesadilla. Solo fue una pesadilla. Pero la sensación de pérdida y vacío era tan real.
Se dio cuenta de que era de madrugada por el brillo morado pálido que entraba por la ventana de al lado. Se levantó de su litera y fue al baño a despejarse del sueño. Un baño estará bien, abrió la regadera y esperó a que el agua se volviera a una temperatura caliente. Se quedó adentro de la ducha por mucho tiempo, recordando el sueño una y otra vez. Nico solo se permitía llorar cuando estaba sólo, pensaba que si lo veían llorar los demás, pensarían que era débil.
Cuando hubo descargado todos los sentimientos que se habían formado dentro de él, se levantó del suelo dónde había caído agotado por sus emociones y salió de la ducha. Se puso una toalla en la cintura y salió para recoger su ropa y vestirse.
-¡Buenos días, Calaverita! -una sonrisa tan deslumbrante como el Sol lo recibió fuera del baño.
Nico casi se cae del susto que Will le dio.
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Listen To Your Heart | Solangelo
FanfictionDespués de la guerra contra Gea, todos pensaban que lo peor había acabado y que podrían vivir una vida normal (lo mas normal que se pueda siendo un semidios, claro). El que más deseaba eso era Nico di Angelo, quería que su vida volviera a la tranqui...