Corazón de hierro

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___ se preparaba para la fiesta de su amiga, Thalia. Habías invitado a un montón de gente, pero claro, ella era famosa, y había invitado a sus compañeros actores.

Se intentó arreglar lo mejor que pudo.

Por fin, cuando aceptó que ya no podía perfeccionar nada más, salió de su casa.

Llegó al envidiable chalé que tenía Thalia. Estaba todo iluminado, con gente por todas partes. Parecía que aquello iba a explotar, pero cada vez iban llegando más y más personas.

- ___, ya era hora. Te iba a llamar. Me tenías preocupada - Thalia le pasó una cosa llena de vino -. Toma y diviértete - le sonrió y se fue a ligar con chicos.

- Vale, está borracha... - se susurró ___.

Intentó andar entre la gente, pero no tropezar con algún pie bailando era muy difícil. Le pusieron sin querer la zancadilla, pero antes de que cayese al suelo alguien la cogió de la mano. Debía tener muchos reflejos.

Se pudo bien y se giró para ver a su salvador.

- ¿Estás bien? - le preguntó el hombre, que llevaba gafas de sol, la barba muy cuidadosamente cortada de una forma muy especial y con una copa de vino en la mano. Bebió un poco.

- S-si. Gracias.

El hombre sonrió.

- No nos hemos presentado.

- Me llamo ___.

- Yo soy Tony Stark - ___ se quedó mirándolo. ¿Qué hacia allí? -. Lo sé. Tendría que estar defendiendo Nueva York, pero los superhéroes también necesitamos descansos, nena.

- Bueno, es que no acostumbro a ver superhéroes en las fiestas de mis amigas.

- Tony Stark es una persona, y Ironman es otra.

- Tú has empezado diciendo que los superhéroes descansan.

- Vale, tienes razón. Estoy aquí porque conozco a tu amiga y me ha invitado.

- ¿Sabes cómo se llama?

- Eh... ¿Tania?

- Thalia.

- Bueno, casi. Me he acercado. El hecho es que me ha invitado y yo he venido.

- Ajá. Vale. Pues yo... Mejor voy a algún sitio en el que no me asfixiar con tanta gente - se alejó y Stark la siguió - ¿Qué quieres? - esperó a que se posicionase a su lado para seguir caminando.

- Bueno... Me aburro. Y eres la única persona con la que he hablado.

- Hay mucha gente.

- Pero todos han bebido.

- ¿Acaso tú no? - miró la copa de Stark, que antes estaba llena y ahora casi vacía.

- Yo no he dicho que no haya bebido. Pero quiero estar con alguien que no.

- ¿Por?

- Porque se que tendrá las ideas claras. Y de momento solo te he encontrado a ti.

Lo miró extrañada, intentando analizar sus palabras y queriendo adivinar lo que quería.

- ¿Buscas algo? - preguntó al fin, cuando ya no sabía por qué hilo tirar para saber por qué tanto interés.

- Ya te lo he dicho.

- ¿Para qué quieres a alguien que "tenga las ideas claras"?

- Para que no diga estupideces.

- ¿Por que iba a...? - no la dejó acabar, porque había pegado sus labios. Ella sentía el sabor del vino que ni siquiera había probado.

- No ibas a hablar tampoco - susurró a unos milímetros de sus labios -. No te iba a dejar - siguió besándola. Ella al principio no supo como reaccionar. Estaba demasiado sorprendida. Después se dejó llevar por Tony. Aquello era demasiado perfecto como para ser verdad. ¿Se había enamorado de él? Eso lo tenía claro: sí. Y ahora lo estaba besando. Dio gracias en silencio a su amiga por la fiesta. Porque sin ella posiblemente no lo hubiese conocido.

One Shots de MarvelWhere stories live. Discover now