Dark side of the moon (Moonsun)

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La creencia tradicional, mayormente, dicta que los vampiros son seres inmortales puesto que ni siquiera están vivos. Se dice que fueron humanos alguna vez, hasta que después de morir, fueron mordidos por una de estas criaturas, marcando así su destino en la eternidad como el par de huellas de colmillos en su cuello.

Sin embargo, no siempre fue así... Es posible resucitar a un muerto convirtiéndolo en vampiro, aunque sólo funciona si el sujeto en cuestión tiene menos de 60 horas de haber fallecido. No obstante los vampiros no optan demasiado por esto, puesto que se requiere más fuerza en la mordida para convertir a un muerto, que a un vivo. Esto ocasionaba que los recién convertidos se sintieran amenazados y muchas veces terminaban como enemigos.

A partir de la repetición constante de este suceso, los vampiros comenzaron a convertir a personas vivas, pero que estuviesen al borde de la muerte. Desgraciados que hubieron estado agonizando y rogaban por una salvación, teniendo la mala fortuna de que un vampiro anduviera cerca y lograra escucharles.

Mas igual preferían no siempre convertirles, por consideración al alma del humano. El alma de un vampiro estaba condenada a pasar su existencia en el infierno, no tenían la opción de entrar al paraíso porque Dios había predestinado todo para que cada cosa tuviera un ciclo de existencia, lo que empieza debe terminar. Los vampiros, al ser inmortales, desafiaban los propósitos de Dios y por ello se les negaba la entrada al cielo. Aquellas criaturas que nacían así no tenían otra opción, pero convertir a un humano significaba quitarle a su alma la posibilidad del descanso...

Convertir a un humano, no era la unica manera para crear a un vampiro, también existía la reproducción sexual. Una vampiresa podía quedar preñada, pero no lo intentaban comúnmente puesto que era muy difícil que el feto lograra desarrollarse por completo y llegara con vida al nacimiento, esto se debía a que como la madre no se alimentaba y sólo obtenía nutrientes de la sangre que bebía, la cual también era escasa, los niños morían de desnutrición antes de nacer. Y esto sin incluir el síndrome de abstinencia prenatal que sufría el feto al no poder saciar su sed de sangre.

Con el tiempo, los vampiros descubrieron que a pesar de la desnutrición, los bebés podían sobrevivir si su nacimiento era influido por la energía de la luna nueva, así que empezaron a estudiar los cielos y a calcular el tiempo en que la vampiresa debía de ser fecundada para que las fechas coincidieran, fue así que lograron reproducirse con más frecuencia aunque no siempre funcionaba, pero su método logró incrementar los nacimientos exitosos en promedio de 3 por cada 10 embarazos...

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-ByulYi, he estado soportándolo por mucho tiempo, pero ya llegaste a mi límite. -MinSeok había interceptado a su hermana cuando ésta volvía de la ciudad. -Dime ¿qué demonios vas a hacer a la ciudad? No es algo que esté permitido para nosotros, por la seguridad de los humanos. Y últimamente lo haces casi a diario...

-No te metas en mis asuntos, MinSeok. Si lo que te preocupa es la seguridad de los humanos, no tienes por qué angustiarte, tengo suficiente autocontrol aunque no lo creas. Además, siempre evito las multitudes, no es como si fuera tan poco precavida. -dijo con molestia y rodando los ojos.

El rubio se quedó en silencio por varios segundos, mirando fijamente a su hermana mientras parecía pensar profundamente. -Incluso si es verdad que tu presencia en la ciudad no representara un peligro para los humanos, ahora mi curiosidad ha aumentado. Dime: si tu propósito no es beber sangre humana, ¿a qué vas a la ciudad? -preguntó clavando aún más la mirada en su hermana.

-No tengo por qué contestar eso. -respondió la pelinegra, poniéndose a la defensiva de manera inconsciente.

-Sí, sí tienes. Soy tu hermano mayor, te estoy dando una orden directa y tu obligación es obedecer. -La vampiresa iba a renegar pero MinSeok tomó nuevamente la palabra. -Debes entender que me preocupa que tus acciones lleguen a repercutir en el clan, Byul. Si no le he dicho de esto a nuestros padres, es para evitarte problemas con ellos, pero si no me dices el motivo de tus visitas a la ciudad, me temo que no dejaré que vayas más. -dijo seriamente.

-¿Y cómo lo vas a impedir? -respondió Byul con altanería y cruzó los brazos. -Estás muy ocupado como para vigilarme todo el tiempo, además de que eso sería tonto y obsesivo.

-No, no voy a vigilarle todo el tiempo, eso lo hice cuando eras una bebé. Ahora te dejaré decidir a ti... -desvió la mirada y suspiró, fingiendo pena. -Sé perfectamente que no puedo manipularte mediante tus propias cosas... Así que tendré que usar a otra persona...

-¿De qué hablas? -preguntó con desconfianza.

-WheeIn... -suspiró de nuevo -ella anhela tanto poder casarse con su alma gemela... Toda su felicidad proviene de ahí, y desaparecería por completo si no pudiera cumplir su sueño... -sonrió divertido. -Sabes bien que KwanChoi me pide mi opinión para cualquier decisión, esto incluye también la autorización para ceremonias nupciales... Sería una lástima que alguien le contara sobre el lío en el que está metida la sucesora y mencionara la complicidad de WheeIn en el asunto.. No creo que permita que su boda se lleve a cabo luego de saber eso... -se encogió de hombros sin dejar de sonreír.

-No te atreverías... Sería muy bajo para ti, MinSeok.

-Me estás dejando sin opciones... -su semblante se volvió serio de nuevo- Así que ya lo sabes, hermanita ... Si vas a la ciudad y me entero, y claro que me voy a enterar, me encargaré de tirar a la basura el mayor sueño de tu amiga. -sonrió otra vez antes de darle la espalda a la pelinegra. -Lo dejo en tus manos. -dijo y se fue, dejando a la chica perdida en sus pensamientos.

Continuará...