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Byul estaba perdida en sus pensamientos, aún tratando de decidir sobre si debía borrar los recuerdos de YongSun o no. Su hermano y su amiga caminaban a su lado, en silencio, pero dedicándole miradas de preocupación. Llegaron a la cueva y la vampiresa llamó a Yong, quien salió, como siempre hipnotizada por la voz de Byul. Los vampiros que estaban cerca se alejaron con el propósito de no perder el control ante el aroma de la rubia.

-¡Byulie! -exclamó ésta al salir, acompañada por JiMin, y al ver a la pelinegra corrió hacia ella.

Byul vio todo el momento en cámara lenta... La leve brisa que por un instante se volvió más fuerte, esparciendo velozmente y con intensidad el aroma de la humana, lo que hizo que los vampiros se alejarán aún más... A excepción de uno. Jaehyun era uno de los que estaban más cerca de la rubia, y a decir verdad era uno de los que se sabía tenían menos autocontrol en todo el clan. Fue por ello que ni bien el viento sopló y sus fosas nasales percibieron el olor de la sangre humana, los colmillos de Jae se afilaron y se lanzó sobre YongSun. Algunos vampiros previeron su intensión y lo detuvieron sosteniéndolo, no obstante no fue suficiente y logró clavar con dureza sus colmillos. Esa mordida fue tan potente que habría logrado matar a la humana, de no ser porque ByulYi se había interpuesto para recibir el ataque. Hubo un enorme silencio, sólo interrumpido por los constantes forcejeos de Jae, que trataba de liberarse, obedeciendo a sus impulsos que le ordenaban drenara la sangre de aquel cuerpo humano. Byul por su parte llevó la mano a su hombro, donde había dos pequeños puntos con apenas una gota de sangre.

-¿Estás bien? -preguntó YongSun, temerosa mientras se acercaba a ella.

La vampiresa asintió, pero mantenía los dientes haciendo presión entre sí. Por Drácula, había escuchado que algunos vampiros jugaban a algo que implicaba morderse los unos a otros. Byul pensó que seguramente estaban mal de la cabeza, puesto que la mordida de un vampiro dolía como el infierno. Miró a Jae, mientras un enorme y agobiador ardor se esparcía por su brazo. El vampiro dejó de moverse y como si un rayo de entendimiento lo hubiera inundado, sus ojos se iluminaron, llenándose de vergüenza. Su respiración estaba agitada mientras mantenía la mirada baja, clavada en la tierra bajo sus pies.

-ByulYi... Lo siento... Yo... No pude evitarlo... -dijo con sincero arrepentimiento. Levantó el rostro para mirar a la humana tras Moonbyul. -Me disculpo si te asusté... -dijo con un volumen más alto de voz e hizo una ligera reverencia.

-Acompañenlo. -pidió entonces DongWook a los vampiros que sujetaban a Jae. -Llevenlo a un lugar apartado hasta que se calme completamente. Debe reflexionar sobre lo que intentó hacer... -determinó el líder con molestia y al instante fue obedecido.

-En cuanto a ti, Byul... -habló entonces KwanChoi, dirigiéndose a su hija. Miró hacia el cielo. Faltaba poco para la madrugada. -Tienes que llevartela de aquí, regresala ahora mismo a donde pertenece... Es peligroso que permanezca más tiempo entre nosotros. -La pelinegra comprendió el mensaje implícito en esa orden, le estaban quitando la opción de elegir. Miró a la rubia por un momento, realmente el clan podría matarla con tanta facilidad... Si quería mantenerla con vida, sólo podría hacerlo alejándola por completo de su mundo.

-¿Quieres que vaya contigo? -Se acercó su hermano, sabiendo que iba a ser un momento duro para Byul y posó su mano en el hombro herido de la vampiresa.

Ella negó. -No, gracias. no es necesario.

-¿Segura? -dijo para comprobar, pues conocía perfectamente a su hermana y sabía que su fortaleza no duraría demasiado.

-No, acompañame... -pidió en un susurro y mirando al vampiro con ojos suplicantes.

Por alguna razón, a MinSeok le vinieron varios recuerdos de su edad más temprana. Cuando ambos eran niños y él estaba enseñándole a cazar. Un día encontraron un bello cachorro de oso, pero Byul se puso a jugar con él y se encariñó, por lo que pidió a su hermano no matarlo. Sus ojos lo miraban de la misma manera que lo hacían en ese momento, y su corazón se llenó de tristeza al pensar que, sin duda, el amor de su hermana por esa chica era mayor que el cariño que sintió por aquel indefenso animal. Su postura casi se quebró al imaginar cómo debía sentirse su pequeña Byulie...

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Byul estaba sufriendo, sí... Sufrió cada momento desde que ella y su hermano volvieron a la isla luego de borrar la memoria de YongSun.

Sus impulsos eran tan intensos como el primer día en que la vio, sin embargo esta vez debía luchar por contenerlos. Por suerte, era poco el tiempo que tenía para pensar en YongSun, pues los licántropos regresaron por varios días, atacando en su forma humana y aunque así no eran tan letales, tampoco eran inofensivos. Gracias a sus armas, podían hacerle frente a los vampiros de manera que las pérdidas en ambos lados eran, aunque mínimas, casi equivalentes.

Las matanzas mayores ocurrían durante las noches de luna llena, cuando los licántropos aparecían vigorosos, llenos de fuerza y energía motivados y listos para descuartizar violentamente a cuantos vampiros pudieran.

-Mira a tu alrededor, KwanChoi. Podrías evitar más muertes si sólo te rindes y dejan el territorio. Claro que eso implicaría expulsar a tu hija, pero como buen líder... Deberías ponerte a pensar mejor en toda la situación. Además, te recuerdo que todo esto inició porque la pequeña Moon asesinó a un pobre humano indefenso. -Dijo Kris con burla. Hablaba con el líder del clan Moon mientras se miraban amenzantemente el uno al otro.

-No, ella no lo hizo. Sé que hay pruebas de que el humano fue asesinado por un vampiro. Pero puedo jurar que no fue mi hija. De hecho, estoy seguro de que no ha sido ningún vampiro perteneciente a mi clan. -Recalcó el líder del clan.

Kris sonrió con visible diversión. -Suficiente, supongo que de una u otra forma no se irán de la isla, al menos no por las buenas. Tendremos que acabar con el clan nosotros mismos. -rió despacio, aunque en su forma de lobo, el sonido fue más como una especie de gruñido. -Debo admitir que en algo tienes razón. El vampiro que mató a ese humano, no pertenece a tu clan. Y sin embargo, lo conoces...



Continuará...

Dark side of the moon (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora