3

6.5K 639 552
                                    

Reproducir al leer el "Reproduzcan" en su lectura. 🔥




~☆~




- Señor Lehner, tiene una junta en 10 minutos, después el Señor Pérez quiere contactarse con usted. Tiene que confirmar la inversión con el Señor Díaz y pasar con su recorrido matutino por toda la empresa para ver que todo marche de manera correcta – hablaba Angélica, mi asistente personal.

Pasé mis manos por mi rostro tallandolo, estaba completamente estresado, lleno de trabajo. Me había equivocado referente a mi fin de semana libre, la maldita llamada de Angélica avisándome que tenía que estar de inmediato en la oficina arruinó mi humor de una manera increíble.

- ¿Es todo?

- Le envié unos contratos por su correo para que los lea y después los firme – asentí – Y con eso sería todo.

- Bien, ya te puedes retirar, te veo en 5 minutos en la sala de juntas – ella asintió y se fue.

En toda la junta lo único que venía a mi mente eran esos ojos cafés que me miraban hambrientos. ¿Qué estará haciendo en estos momentos?

¿Le estará abriendo sus piernas a alguien más?

Obviamente que sí, ese era su trabajo.

Bufé ¿Por qué rayos me importa?

Los recuerdos de ayer en la noche comienzan a llegarme sin poder frenarlos.

Sus piernas, suaves, carnosas, pálidas y hermosas

Su cadera moldeable cuando mis manos la toman.

Su cintura delineada, perfecta y suave

Su abdomen plano, verlo arquearse cuando me clavo en él.

Su cuello, tan chupado y tan lamido por mi

Y su rostro, tan fino, delicado, afeminado que se veía a través de la máscara que portaba.

Sus hermosos ojos color miel.

Y su boca, sus labios, suaves, carnosos y tan deseables que fueron proclamados por mi boca, donde de ella salían gemidos y jadeos bajos provocados por mí y solo por mí.



Flash back.



- No – susurró – Quédate – me miró suplicante.

- ¿Te pidió que no hablaras conmigo? – negó – ¿Seguro que quieres esto?

- Quiero esto – volvió a susurrar.

Coloqué mis manos en su trasero.

- Bien, solo quiero que sepas que me gusta que me hablen cuando tengo sexo, me hace entender que lo hago bien – alzó una de sus cejas mirándome pícaro. Segundos después me dejó apreciar su hermosa dentadura blanca - ¿Cómo te llamas?

- 508 – susurró.



Fin del flash back.



Sonreí al recordar el número que tenía por sobrenombre.



Flash back.


- Por favor – susurró y yo sonreí cínicamente.

- ¿Por favor qué? – él me fulminó con su mirada una vez más, parecía un lindo gatito enojado con su mirada atrapada por ese antifaz de tela negra. Sin duda no podría definir su rostro, pero sus ojos serían imposibles de olvidar.

A Través de la Máscara [Emiliaco] Where stories live. Discover now