The guardians of the disaster •|Black Clover|•

CAPÍTULO 11 Y ¡OLE!

~El apuesto Mars, presente y listo para botarnos~

POV LEYLA:

¡Klaus de mierda! ¡Hijo de su...Cómo pudiste hacerme esto! Si sé que la excusa que le di fue de las más baratas que se pudo haber hecho, ¡pero no fue para tal castigo!

Gruñí con fuerza para demostrar mi molestia.

-Yuno, vigila que no haga algo para retrasarnos.... -una mirada llena de disciplina y furia fue dirigida a mí.- Un caballero mágico impuntual... ¡No puedo creerlo!

¿Enserio debes de recordármelo cada vez que me ves? ¡Tengo oídos para escucharte, pesado! Eso me gustaría gritarle, pero era un superior, además la última vez que lo hice no fue lindo. Casi comparto misión con el loco de Langris.

¡Ni loca quería acercarme a él, con solo verle quise escapar!

Escuché un bufido del hombre adulto, vaya que era resentido ¡Maldita sea, me desespera!

Suspiré con desgano.

Recordando; después de que regresé a la base, Klaus y compañía, me estaban esperando de muy mala gana; el mayor se enfadó tanto -de lo que no aparecí a la hora del entrenamiento- que me puso de niñera a Yuno ¡La supuesta persona más puntual de todos!
¡Señor del tiempo y responsabilidad!

¡Que le den por el orto! Estoy sentimental. Lo dije.

Aparte tenía ganas de decir que me metí en una lucha a muerte, donde hubo explosiones y demencia, ¡Y estuve a punto de morir, fue lo más loco!

Pero, sabía que no debía, esta era su batalla y yo estuve de colada. Seguramente les darían una estrella por eso. Dejé de divagar en mis pensamientos para observar a Yuno, quien estaba delante mí; aun no habíamos hablado sobre ese "asunto", pero él no parecía dispuesto siquiera a verme.

-¿Me contaras por qué los dos están así? -susurró Mimosa en mi oreja, bastante discreta.

La palabra "Yunoconda" apareció instantáneamente en mi cabeza, junto a la imagen de tan inmenso miembro masculino que llegué a apreciar. Y por supuesto, guardar en mi memoria.

¡Cómo un chico de 15 años tenía semejante pájaro!

Giré mi rostro de manera juguetona hacia ella, haciendo que ella me mirada con cautela.

-Mimosa, ¿eres pervertida de casualidad? -podría contarle lo que pasó, después de todo, quería "fangirlear" con alguien sobre lo que vi.

Pero el rostro de la pelinaranja se volvió del color de las rosas, y descarté por completo la idea.

¡Porqué es tan inocente! La única que podría entenderme era Eloisa, pero ella esta con su escuadrón.

Y suelo tener mis momentos donde quiero hablar de: traseros masculinos,
miembros grandes y largos, músculos que me partan en dos....

Y no hay alguna mujer con quien pueda hablarlo, ¿por qué nací en un mundo tan desinteresado en eso? No es justo.
Aumentando el hecho de que no pude saber qué hacía esa poción. Mi primera paga perdida, ¿puedo aun preguntarle a Eloisa, no?