~Una noche un poco... extraña~

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Kanao no lo podía creer. Tanjiro... ¡Era super tierno! 

Kanao: Aaaaaaaawwwwwwwwwww -arrebatada de sí misma se acercó al pelirrojo y sin pensarlo le estiró los cachetes, tú la veías y la confundías con una abuelita, lo que era ya muy raro ya que Kanao poseía un cuerpo...se~ejercitado...-

Tanjiro: eh... -No sabía que hacer, sabía que si le decía que era extraño iba a incomodar toda la situación, pero bueno, no podía quejarse, ver a Kanao desde tan cerca era un privilegio, cada rasgo de la cazadora se veía perfecto, Tanjiro no tardo en perderse en su sonrisa-

Kanao se mostraba feliz mientras acariciaba toda la cabecita pequeña de Tanjiro. Todo bien todo correcto, hasta que cruzaron miradas. Las miradas de los dos chocaron y se paralizaron. Kanao cayó en cuenta de qué estaba haciendo.

Kanao: ¡Di-di-disculpame!.. porfavor- Estaba demasiado avergonzada, no soportaba volver a mirar a los ojos a Tanjiro. Corrió directo al baño.-

Tanjiro: ¿Qué... pasó? -no quería que Kanao dejara de toquetearle la cara, pero si a ella le incomodaba ¿Qué más podía hacer?-

Nezuko: No lo sé -ella era la más confundida, desde que Kanao se acercó al rostro de Tanjiro perdió totalmente la noción de lo que ocurría-

En el baño con Kanao:

Kanao: ¡No puede ser! ¡¿Como se me ocurrió hacer eso?! Yo no soy así. Ese... demonio siempre saca una faceta que no conozco de mí... -la ojimorada se estaba reprendiendo sobre lo que había hecho hasta que alguien tocó la puerta- ¡¿Eh?! -por un momento se había olvidado de que estaba con otras personas-

Nezuko: Kanao. Soy yo, Nezuko. ¿Me dejas pasar? -la cazadora por más avergonzada que estuviera no podía negarle eso a quien le dio un lugar para quedarse. Abrió la puerta lentamente-

Kanao: Disculpa, enserio... -tenía la mirada gacha- Me... iré ahora mismo, no te preocupes -iba a pasar de largo hasta que sintió unas manos tocar su hombro-

Nezuko: No tienes por qué, tranquila. -le sonrió- no ha habido ningún inconveniente grave para que tengas que irte

Kanao: Pero... -Kanao miró la habitación, no encontró a Tanjiro- ... ¿Y... Tanjiro? ¿Donde está?

Nezuko: Abajo, junto a la recepcionista. Le gusta mucho estar cerca de la lluvia. -la Kamado recordó el por qué fue a ver a Kanao- Ten -estiró con su mano una toalla para Kanao- para que te bañes después de la lluvia -sonrió-

Kanao: Gra...cias.

La tsuguko se metió a la ducha con la intención de bañarse, la verdad si necesitaba un poco refrescarse.                                                                                                                                                                    Cuando sintió que ya era suficiente salió de la ducha, se puso la toalla, caminó por la madera del baño descalza y abrió la puerta. Allí estaba Tanjiro, sentado en una de las camas, notó que Kanao había salido, la miró. Después cayó en cuenta de lo que estaba pasando. Se levantó de la cama sin decir nada, se dirigió a la puerta, salió de la habitación. Por otra parte, Kanao no quería creer lo que había pasado. La cara de Tanjiro mientras la miraba pasaba por su mente una y otra vez, recordó entonces lo que ella hizo cuando el pelirrojo salió de su caja, el sonrojo que de por sí ya tenía en sus mejillas por la situación se expandió por todo su rostro, avergonzada y maldiciendo interiormente el haber salido del baño cerró la puerta. 

~Mi Tierno Demonio~   [Tanjikana]    |Finalizada|Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu