~Mi Tierno Demonio~ [Tanjikana] |Finalizada|

~Misión~

Tenía demasiada suerte de que su ahora pareja romántica tenía un cuarto sin ventanas, aparte de que la luz del sol no le llegaría de esa manera, tenía el doble beneficio de que nadie escuchaba sus conversaciones; sin embargo, aun ninguna persona dentro de la finca mariposa, y fuera de ella, tenía idea de la relación, por lo que Nezuko entró con fuerza al cuarto de Kanao, con miedo de que algún pilar haya entrado y asesinado a escondidas a su hermano.

Nezuko: ¡¡Kanao!! ¿¿¡¡Has visto a mi hermano!!!?? -entró sin pensar en el respeto a la privacidad que debía guardarle a la tsuguko-

Kanao: ... -la miraba avergonzada, debido a que tenía al cariñoso demonio dormido en sus piernas-

Nezuko ... -respiraba entrecortadamente por la preocupación, el miedo a las posibilidades y la sorpresa del descubrimiento- ¿Eh? -necesitaba una explicación-

Kanao: Shh... -en su vergüenza, solo atinó a pedir silencio para que siga dormido, ella sabe cuanto le costó el pedir ese mimo al demonio. Horas antes de que Nezuko entrara, en los finales de la madrugada donde la tsuguko se levantaba, Tanjiro le había pedido a su enamorada poder usar sus muslos como almohada, ahogando sus deseos de ser ahorcado por ellos y conformándose con solo la superficie de sus deseos y fetiches-

Nezuko: ¿Qué fue... lo que pasó? -estaba más calmada por ver a su hermano a salvo-

Tras un pequeño resumen de los sucesos por parte de la tsuguko, la Kamado menor se encontraba cómodamente sentada al lado de los inexpertos tortolitos.

Nezuko: Nunca había visto a mi hermano dormir tan tranquilamente desde la muerte de nuestra... familia

Kanao: Lo siento... -no sabía como tratar ese tema-

Nezuko: -notó la profundidad del tipo de conversación que estaba tocando- ¡Pero! ¿No es algo rápido esta petición si la relación empezó hace unos 4 meses? 

Kanao: Pues... -bajó la mirada avergonzada, no podía mirarla como antes sabiendo que había besado, tocado, no solo en los entrenamientos, deseado, y, como cereza del pastel, estaba mimando a su hermano-

Nezuko: Jeje, no te preocupes, es normal -ella tenía aún menos experiencia en el tema, pero trató de calmarla dándole una pequeña cercanía en el hombro, tampoco sabía cuanta confianza debía mostrarle-

Por el pequeño movimiento en su "almohada", la superficie más suave que había tenido en la vida, el demonio se levantó de su mejor sueño; los muslos de Kanao eran la cosa más cómoda que podría existir. 

Tanjiro: Mhhg... -sin abrir los ojos, le dio un cariñoso abrazo mientras seguía echado a su pareja, recostando su cabeza en su estómago, casi hundiéndolo-

Nezuko: Espero que no le hayas mordido la lengua en uno de tus besos -dijo en tono burlón a su hermano-

 Tanjiro: ... -abrió los ojos sorprendido. Al alzar la vista y ver a su hermana, retrocedió y cayó al suelo de la sorpresa y casi por reflejo-

Shinobu: Kanao ¿Vam..? -vio a los tres en la habitación- Ara ara ¿Se levantaron temprano para hablar? 

Tanjiro: ... ¡Sí! -su hermana, eterna cómplice, lo miró riéndose-

Shinobu: Bueno Kanao, vamo... -de nuevo la interrumpió algo-

Cuervo: ¡Tengo una misión de último momento! -se detuvo en el hombro de Shinobu- ¡Los cuatro cazadores, el demonio y la tsuguko tendrán que ir al pueblo Conche de Tumare! -una pequeña aldea ubicada sobre la montalla Tumare. No sé que nombre ponerle, ustedes imagínenlo-

Shinobu: ¿Eh? ¿Solos? -era de las pocas misiones que Kanao desarrollaba sola, o mejor dicho sin ella-

Cuervo: Según ordenes, usted se queda a cuidar a los heridos junto a las trillizas. Para más explicación -esta vez se dirigió a la tsuguko- alístense en la salida -tras decir esto, partió en vuelo-