|Veintisiete|

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Martina

Hoy, era mi cumpleaños y lamentablemente, no la pasaría con Sebastián, ya que él fue por una semana a Colombia para arreglar unos papeles de su nueva universidad.

- ¡Tini! – gritó Lucero, sonreí al ver su vientre.

- ¿Así que te convenció?

- Tiene tres meses – dijo Fran rodeando la cintura de su novia, los abracé y observé a mi hija, ella jugueteaba con mi madre. – Por cierto, felices 19 flaquita.

- Gracias – sonreí y choqué mi palma con la suya, caminé hasta Amelia y la elevé hasta mi cintura, la puerta sonó y mamá fue a atender.

- ¡Robi! – gritó mi madre y besó a su novio.

- ¿Tini? – elevé mi mano y sonreí al ver un regalo en sus manos, caminé hasta él y lo abracé. – Feliz cumpleaños.

- Gracias – sonreí y me pidió que abriera su regalo, le di a Amelia a mamá y desenvolví el envoltorio, abrí la caja y un short y una blusa color blanco apareció, los observé. – Es perfecto.

- Mariana lo eligió – observé a mamá y la abracé.

- ¿Por qué no vas y te lo pruebas?

- ¡Si! – tomé en brazos a Amelia, pero Lucero negó.

- Yo la cuido.

- Está bien – solté un suspiro y subí a mi cuarto, mamá me había comprado unos botines negros con plataforma que combinarían con el conjunto, al parecer tenía pensado todo. Me coloqué la nueva ropa y me observé en el espejo, me encantaba.

- ¿Te queda bien? – preguntó mamá entrando a mi cuarto, cubrió su boca y dejó caer una pequeña bolsa que traía. – Te ves bellísima.

- Gracias mami – arreglé mi short con una correa negra y acomodé en mi cabello para colocar unos lentes claros sobre el, mamá sonrió tomando la bolsa. -- ¿Qué es esto?

- Un pequeño presente de Cami – sonreí y abrí la bolsa, dentro de ella se encontraba una caja pequeña, cuando lo abrí me encontré con un collar dorado. Mamá me ayudo a colocármelo y me observé en el espejo, me veía.. hermosa (outfit en el encabezado)

- ¿Bajamos? – mamá observó por la puerta e hizo una mueca.

- Debemos aplicarte un poco de maquillaje.

- Está bien – mamá me jaló hasta su cuarto y sacó su estuche de maquillaje, de ahí sacó rubor, base, un labial claro y un delineador de ojos.

- ¿Cómo ha estado tu día?

- Oh, muy bien, tenía pensado conseguir un trabajo, pero me siento una mala madre dejando a Amelia.

- Abre un poco la boca – la abrí entre una risa y mamá pasó suavemente el brillo labial. – Podes tomar un turno por la mañana y quedar libre en la tarde para estar con Amelia.

- Pero, ¿quién cuidaría a Amelia?  – mi madre me miró irónicamente y me indicó a apretar los labios.

- Tini, soy su abuela, puedo cuidarla cuando quieras, estaré trabajando por la tarde – suspiré asintiendo y cerré mis ojos para que mamá alargara mis pestañas.

- ¿Ya está?

- Si, te ves preciosa – me levanté de la cama y observé mi rostro, mamá hizo un buen trabajo.

- ¿A dónde iremos a comer? Tengo hambre – salimos al pasillo y bajamos las escaleras, cuando giré mi rostro, Sebastián me sonrió.

- Te vez ar.. – miró a mi madre y luego a Roberto que estaban a mi lado, Sebastián tragó duro. – Hermosa.

Tenías que ser TÚ | Sebastini ✔️Where stories live. Discover now