𝗗𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘆𝗲𝗱 ⭒ 𝗘𝗹 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝗱𝗼

𝗘𝗹 𝗮𝗻𝗶𝗹𝗹𝗼

Los seis estábamos limpiando las pintadas de la entrada, ya que, al dejarnos quedarnos en el internado, nos habían castigado a limpiarlo de arriba a abajo.

—Ey chicos, os habéis quedado. Si es que no hay nada mejor que una sentada para que te hagan caso —nos dijo un chico de nuestra clase con una sonrisa mientras se detenía frente a nosotros.

—Sí, gracias, tío —le dijo Roque con una sonrisa y el chico se marchó.

—No, si lo que es la sentada, muy bien, pero es que estas manchas no hay Dios quién las quite —se quejó Iván tirando el trapo que estaba utilizando para quitar la pintura.

—Mira, no te quejes tanto, ¿eh? Que todavía nos queda por limpiar todo el colegio —le recordó Vicky y vi que Carol se me quedaba mirando.

—¿Qué pasa? —le pregunté y me señaló la nariz.

Abrí los ojos como platos cuando me di cuenta de que se me veía el piercing que tenía en la nariz.

—¿Tienes un piercing? —me preguntó Marcos confuso mientras lo escondía empujándolo para arriba.

—Ah, ¿no lo sabíais? —les pregunté y, obviamente, Iván se empezó a reír de mí.

—Ya tenemos nuevo mote, la moco-piercing —declaró burlón.

—Anda, cállate, chulo —dije dándole un golpe con el trapo antes de que ambos sonriéramos, haciendo que el resto nos miraran un tanto confusos.

La puerta principal se abrió y vimos a Héctor entrar, quién se nos quedó mirando.

—Espero que os deis cuenta de que esto no es gratis. Es una segunda oportunidad. Así que aprovecharla, porque no habrá otra, ¿está claro? —nos preguntó y todos asentimos con la cabeza antes de que se marchara.

—Lo que tenemos que hacer, es descubrir que le pasó a Irene Espí —nos dijo Carol, ya que el día de la sentada habían descubierto que lo que Cayetano nos quería decir era que encontráramos a Irene Espí.

—Pero Carol, corazón, ¿cómo vamos a descubrir que le pasó a Irene Espí, si no sabemos ni quién es? —le preguntó Iván abrazándola por la espalda.