Adiós al estilo de vida

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~Si sales por esa puerta ¡dejaras de ser mi hijo! Gritó el rey Garrick.

Hugo se detuvo por un momento, sin embargo siguió adelante.

~Debo hacer esto, es por nuestro bien, papá.

Amber ya se encontraba en la puerta del castillo, esperando a que Hugo saliera.

~Amber...Terminé con todo, tal como me lo pediste, Sofía y yo nos separamos.

La mirada de Amber cambió y una leve sonrisa se marcó en su rostro.

~¿Entonces serás solo mío?

~Claro, dejé a mi padre, a mi familia y a mi amor, por ti. ¡Ya no tengo nada! pero debes prometerme que no le harás daño a Sofía ¡Nunca más!

~Vaya Hugo, siento mucho que hayas hecho todo esto, lamentablemente no puedo quedarme contigo, me casaré con Dereck la próxima semana, solo quería hacerte notar que podía conseguirte, que podía destruir a Sofía y tú caíste en mi trampa. En cuanto a Sofía ¡Ya no me interesa! Ya sufrió lo suficiente. Pensaste que la venganza era solo para ella e intentaste protegerla, pero no te protegiste a ti mismo. ¡Ahora me voy! te deseo suerte, la necesitarás. Comentó lanzándole un beso.

Hugo se desvaneció, mientras observaba como la mujer que en el pasado creyo amar, lo dejaba hundido en la miseria.

~Amber, me dijiste que Sofía me destruiría, pero fuiste tú quien lo hizo.

~Tu eres la debilidad de Sofía, ella nunca te haría daño, pero tú si lo hiciste. Eres demasiado manipulable.

Inmediatamente Hugo dió media vuelta e intentó entrar al castillo, no obstante Axel le impidió la entrada.

~Ya no eres miembro de esta familia. Además, Sofía está siendo revisada por el médico.

~¡Debo verla!

Mientras tanto en la habitación, Sofía lloraba de dolor.

~¡Tengo contracciones! Gritaba, mientras apretaba su estómago.

~Princesa, esto no es fácil de decir.

~¿Le ocurrió algo a mi bebé?

~El bebé, tiene una amenaza de aborto, debe guardar absoluto reposo si quiere mantenerlo con vida. Es un milagro que haya resistido la caída ¡Es un verdadero luchador!

El rostro de Sofía se iluminó, por un segundo.

~Doctor... ¿Por qué no siento mis piernas? Gritó al intentar incorporarse.

El médico la miró con tristeza y se acercó con delicadeza.

~ No volverá a caminar, tiene una lesión en la médula espinal.

En ese momento, Sofía recordó todo lo malo que hizo en el pasado, incluyendo cuando fingió estar invalida para poder casarse con Hugo. Ahora se había cumplido su mayor miedo y él ya no volvería a su lado.
La vida le había cobrado muy caro cada una de sus maldades y ya no podría escapar de su destino.

~¡No puede ser! Esto no es posible. ¿Cree que pueda sanar?

~No hay posibilidad. Habló observando como la joven apretaba sus puños.

~Pero... ¡Mi bebé estará bien! Eso me basta.

~Tampoco es seguro, en estos momentos el embrión tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir.

Sofía comenzó a llorar ¡Su vida no tendría sentido sin Hugo y sin su hijo!

Mientras tanto, Axel y Hugo seguían enfrentándose en el jardín.

~¡Dime! ¿Es cierto? ¿Sofía está embarazada?

~Me enteré está mañana, ella se lo contó a mi padre, sin embargo no quería que tú lo supieras, pues sabía que reaccionarias de está forma y lo tomarías como un chantaje. Aunque, después de esa caída no sé si tu hijo sobrevivió.

~¡Déjame entrar, Axel! Debo verla, pedirle disculpas. ¡Todo lo hice por su bien!

~¿Crees que tus disculpas valen? Sofía ha sufrido mucho.

~Axel, si aún hay un poco de bondad en tu corazón, dejarás que la vea.

En ese momento el médico salió del castillo.

Ambos jóvenes le preguntaron ¿Cómo se encontraba la princesa? Mientras sufrían al recibir las malas noticias.

Hugo hizo a un lado a su hermano y se apresuró a entrar en la habitación.

La joven giró su rostro, al verlo entrar.

~Hugo, ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías con Amber.

~Ella me dejó, lo único que quería era lastimarte.

~¡Vaya! Y crei que yo era mala.

~Siento mucho lo que te paso, no quise hacerte daño.

~Pero ya lo hiciste. Ahora no quiero que estés a mi lado, no quiero verte cerca de mi. Ya envié una carta y mi madre vendrá a recogerme mañana. Espero que consigas la felicidad que yo nunca podré darte. Ahora me arrepiento de todo lo que hice y lo mucho que me condené por tu culpa, porque realmente no valía la pena luchar por ti.

~Sofia, sin ti mi vida no tendrá sentido. Por favor no te vayas, te aseguro que todo será como antes.

~¿Habrías pensado así si Amber no te hubiera dejado? La respuesta es lógica.

~¡Lo habría echo! Todo lo hice por tu bienestar.

Hugo intentó tomarla entre sus brazos sin embargo Sofía lo alejó de ella.

~Antes tú no querías tocarme, ahora yo no quiero que lo hagas.

En ese momento llegó Esmeralda al castillo y encontró a Axel sentado en uno de los escalones de la entrada principal.

~¿Te encuentras bien?

~No, pasaron muchas cosas, mientras te encontrabas ausente.

~Siento mucho haber desaparecido, pero no pensé que te importará mi amistad.

~¿Bromeas? Eres la única amiga que tengo, solo tú me entiendes y no me juzgas nunca, ¡tengo el cielo ganado contigo!

Esmeralda entrelazó su manos con los de él e intentó calmarlo.

~Axel, no creo que sea el momento pero... ¡Tú me gustas mucho! Y no descansaré hasta lograr tu amor.

Axel la miró con melancolía e intentó ser lo más delicado posible.

~Eres una mujer espectacular, lamentablemente yo ya tengo a quien amar. Quizás sí nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, en otro tiempo, yo me habría vuelto loco por ti.

~Estas enamorado de la esposa de tu hermano, pero ella nunca será tuya.

~Yo sé, Hugo es un idiota.

~Ya verás Axel, vendré a verte tanto, que llegara un momento en que no podrás vivir sin mi y me pedirás desesperadamente que me convierta en tu esposa.

El joven soltó una risa traviesa y sintió como todos sus pesares desaparecían.

Por otra parte, el rey Garrick había interceptado a Hugo en el pasillo, Sofía lo había echado del cuarto y no tenía otra opción que esperar afuera.

Apenas lo vió, el rey le dió una cachetada, provocando que su hijo lo mirara con arrepentimiento.

~Papá... ¡Perdoname! Estaba cegado.

~No me llames así, te lo advertí, ya no eres mi hijo, ni tendrás mi bendición nunca más. Así que te pido que te vayas de aquí.

~No me iré sin Sofía.

~Ella no se moverá de aquí, su salud es delicada, gracias a tus irresponsabilidades.

~¡Su madre vendrá por ella mañana!

~La reina Miranda puede verla, pero no se la llevará, mi nuera y mi nieto permanecerán aquí y los cuidare como corresponde.

Hugo sintió como su estilo de vida se venía abajo y no podía hacer nada para remediarlo.

La maldad de la juventud. La otra cara de la moneda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora