Who are you? | MYG

Vilaine fille

Vilaine Fille: Chica Mala.

Mi madre me tenía atareada queriéndome involucrar en eventos de la empresa, dice que mi rostro le da un toque fresco, que todas las chicas deben querer ser como yo y consumir nuestros productos, como comprar en nuestros centros comerciales, usar el celular de nuestra firma, vacacionar en los hoteles de la misma y escuchar la música que la casa producía.

—No cabe duda que naciste con clase.

Sonreí para mi madre y me retiré a descansar en uno de los sillones del lobby de aquel hotel. No voy a mentir, mi vida me encanta, pero últimamente mi corazón no parece llenarse con todo esto que me rodea.

—Creo que la boda podría ser aquí— Comentó mi madre sentándose a mi lado, despejándome de todo pensamiento.

—¿Que boda?

—Cariño ¿Estás bien? Te ves muy pálida, ¿estás comiendo comida chatarra? Debes dejarla no hace bien para tu cerebro ni para tu figura, debes verte perfecta en el vestido que compre para ti.

Ah, esa boda.

—Comeré mejor— me limité a decir para complacerla y que me deje en paz, de igual manera no es como que me preste el suficiente tiempo para notar mi dieta. La señora controladora ya tiene mi vestido y a mi me da igual, no soy una novia real a fin de cuentas.

Me dirigí a Big Hit después de pasar una mañana estresante, es el primer día de Min y quería sorprenderlo con un pequeño detalle.
Al pisar el edificio vi torsos doblados por todos lados para mi y saludé amablemente a todos, algunos empleados tenían años aquí y los conocía desde pequeña.

—No sabíamos que vendía señorita— dijo la chica de recepción apurada.

—Buenas tardes, no te preocupes y puedes llamarme Seohyung— Se veía mas o menos de mi edad, pero a contrario de mi esta chica lucia una cabellera rubia y unos ojos claros.

—Claro, señorita Seohyng—contestó apenada y le sonreí.

—No le digas a nadie que me viste— guiñe un ojo cómplice para la chica y camine hasta el elevador.

Una vez dentro presione el botón 5 y las puertas comenzaron a cerrarse, y lo habrían echo de no ser por la grande mano que se interpuso. Trague aire pues esta escena de meter tus extremidades por un elevador cerrándose me parecía terrorífica. Para la suerte de la persona este se abrió y un alto apurado entró en el interior.

Sonrió para mi y presionó el botón 6 mientras batallaba para respirar.
Tras un segundo incómodo se giró hacia mi con su mano estirada —Soobin, Choi Soobin, lamento lo de hace un momento soy nuevo.

Mire su mano e hice un recorrido por el chico quien lucia como si se hubiese puesto lo primero que vio en su recamara, más una gorra volteada y corrió hasta acá por falta de tiempo.

—Seo, solo Seo— tomé su mano. Estoy aquí de incógnito así que entre menos personas sepan que estuve mejor.

—Mucho gusto Seo— sacudió mi mano con energía y me escaneo como un perrito —Oh, ¿también eres trainee?

—Mmmm, si, porque no— Sonreí con sorna.

—Lo sabía, debes ser muy apreciada aquí eres preciosa— Rascó su nuca —Quiero decir, tienes un lindo cuerpo— abrió sus ojos dándose cuenta de sus palabras y yo solo reí bajo —De baile, por el baile y tus labios debes ejercitarlos con la vocalización ya que son realmente carnosos... maldición— murmuro y yo seguía riendo mientras las puertas se abrieron —¡Me refiero a que tus labios deben ser deliciosos!