3. Espero que no lo olvide

4.2K 256 17
                                    

Narra Amber: Me desperté con el sonido del despertador de Alex, quién para mí sorpresa, se ha acostumbrado muy bien a la rutina. No demoró mucho en levantarse, el apagó el despertador y lo sentí estirarse. Desearía que se quedara un rato más en la cama, pero es muy responsable con su trabajo y además trabaja de más, para demostrar que no está donde está por ser el nieto del dueño de la empresa.
El se inclinó hacia mí para besar mi frente.

—Buenos días, sirena— susurró y besó mi cabello, para después irse a bañar. Dios, hasta su espalda es hermosa.

Me levanté para después dirigirme al armario, a ver qué me voy a poner hoy, mientras repasaba mentalmente que clases debía dar hoy. Trabajar con niños me resulta muy fácil y muy divertido, aunque no me acostumbro al "Señorita Amber" aún.

Me dirigí al baño y ví a Alex debajo del agua, lavando su cabello y con el agua corriendo por su cuerpo, no importa cuántos años pasen, siempre será la vista más celestial que yo haya presenciado.

—¿Hay espacio para mí ahí?— pregunté mordiendo mi labio. El me miró a través del vidrio empañado y ví su sonrisa.

—Puedo hacerte un espacio donde quieras, bebé— me guiño un ojo y se quedó mirandome mientras me desnudaba.
Me metí a la ducha y Alex se me hizo un espacio, para después empezar a acariciar mi cabello.
—Deja que lo lave por ti— dijo el tomando el shampoo. El empezó a masajear su cuero cabelludo a la vez que la espuma empezaba a crecer en mi cabeza.
Si está no es la mejor forma de empezar el día, entonces no sé nada de la vida.
[...]
Mi trabajo realmente me gusta, además, he descubierto muchas personalidades diferentes, desde el niño tímido que termina por tener un talento genial, hasta el niño mimado que cree que es genial en lo que hace, pero en realidad no es así. Aún así, he tratado de ayudar en todo lo que me han dejado y descubrí una forma de lidiar con las diferentes personalidades, lo que me alegra mucho.

Ahora mismo estaba terminando mi última clase del día con Tomás, el es un niño muy tímido, pero tiene mucho talento con el piano, me recuerda a mi cuando era niña. Le encargué que se aprendiera una partitura la clase anterior y me la esta terminado de presentar, lo que me hace sentir realmente orgullosa, ya que no había escuchado algo tan perfecto antes.
Me imagino si yo tuviera un hijo como el, sería hermoso, un niño de cabello azabache y ojos azules, como los de Alex, corriendo por un hermoso jardín lleno de margaritas y rosas.
Tomás termino de tocar y yo me encontré a mi misma emocionada.

—Muy bien, Tomás, perfecto, realmente— dije mientras le aplaudía con lágrimas en los ojos.

—Gracias, señorita Amber, he practicado mucho— sonrió el orgulloso de su esfuerzo, yo también lo estaría si fuera el.

—Se notó y mucho— le acaricié el cabello y el me sonrió, a la vez que veía como le daba un bombón de recompensa.

Luego de que la clase se diera por terminada, pase por el súper a comprar algo de cenar, se que Alex también hará las compras, pero hay algo en especial que quiero comer y es pollo con verduras. Alex ha convertido esa comida en mi favorita.

Mi trabajo queda cerca del departamento, así que siempre voy y vuelvo caminando, hoy me tuve que apresurar un poco, ya que estaba lloviendo. El invierno se está por terminar, así que está es la etapa más fría por estos lados.
Entre corriendo al departamento y saludé a Richard, el portero, que suele tener largas charlas con Alex, sobre temas de la vida cotidiana.
Las puertas del ascensor se estaban por cerrar cuando una mano se interpuso en su camino y las puertas se volvieron a abrir, dejando entrar al nuevo vecino ¿Lucas? Creo que sí.

—Oh, hola, buenas tardes— dijo el con una sonrisa. El realmente me asusta, tiene un aspecto muy intimidante. Tiene un cabello muy rubio, los ojos muy verdes y parece que tiene botox, pero es muy joven como para hacerse botox. Además de eso, es muy alto, casi tanto como Alex, pero creo que mi novio es más alto.

Alex (||)Where stories live. Discover now