Eileen Snape y la Piedra Filosofal

VIII

Estaba en mi camino hacia el comedor para desayunar cuando vi que Harry y Ron estaban leyendo algo en el tablón de anuncios de la sala común, así que me acerqué a ellos para ver qué era lo nuevo que habían puesto.

—Clases de vuelo, Gryffindor y Slytherin este jueves... Esperen, hoy es jueves. —Comenté después de leer el anuncio.

—Perfecto, ahora haré el ridículo en una escoba frente a Malfoy.

—No te preocupes Harry, no creo que vayas a hacer el ridículo. —Dijo Ron, mientras le daba unas palmaditas en el hombro. — Además, él siempre está alardeando de lo bueno que es volando, pero dudo que sea cierto, ¿No es así, Eileen?

—Bueno, él es mejor que yo, pero no es decir mucho.

Los tres bajamos hacia el comedor mientras le explicábamos Quidditch a Harry y sus reglas, pero después la conversación cambió al tema de la Copa Mundial de Quidditch del año pasado y les conté todo lo que vi en la final, gracias a que mis tíos nos pudieron llevar a Draco y a mí.

—¿Cinco días? —Preguntó Harry, sorprendido.— ¿Cómo es que un partido puede durar cinco días?

—Eso es poco. —Dijo Ron mientras entrábamos al comedor.— Hay un partido que duró 6 meses porque no podían atrapar la snitch. Las leyendas dicen que hasta el día de hoy todavía anda volando por ahí.

Harry solamente se rió mientras sacudía la cabeza, pensando que tal vez lo que Ron le estaba diciendo era mentira. Estábamos recorriendo la mesa de Gryffindor para buscar dónde sentarnos los tres, cuando vimos que Hermione y Neville ya estaban ahí; sin pensarlo me senté a un lado de Hermione y pensé que Harry y Ron seguirían recorriendo la mesa para sentarse en otro lado, pero para mi sorpresa se sentaron frente a nosotros.

—¿Dónde has estado toda la mañana? —Le pregunté a Hermione.— No estabas en el cuarto cuando me desperté.

—Me levanté temprano, como siempre y cuando vi que hoy tendríamos nuestra clase de vuelo fui a la biblioteca para buscar algún libro acerca de cómo volar. Encontré éste llamado Quidditch a través de los tiempos ¿Sabían que en Mundial de Quidditch de 1473 se cometieron las 700 infracciones que existen?

—No, pero apuesto a que tú ya te memori- ¡Au! ¿Quién me pisó?

—Ups, perdón Ron. —Comenté con nada de preocupación en mi voz mientras me servía un vaso de jugo de naranja.— Pisé mal.

—¡Pero estamos sentados!

Hermione continuó diciéndonos algunos datos de lo que leía en el libro mientras desayunábamos, pero Harry y Ron estaban en su propia conversación, mientras Neville se veía tan verde de los nervios por la clase de vuelo que parecía un troll. Uno muy débil y pequeño.

A la mitad del desayuno, por las ventanas abiertas del comedor entraron centenares de lechuzas con el correo, yo no recibí nada, pero a Neville le enviaron una recordadora, la cual se llenó de un humo rojo en cuanto él la tocó; me pregunto cuánto se tardará en darse cuenta que olvidó su túnica.

Neville miraba confundido a la recordadora, tratando de saber qué era lo que había olvidado cuando Draco pasó detrás de nosotros y le quitó la recordadora a Nevile, Harry y Ron parecían que estaban listos para pelear con él, como si desde hace tiempo hubieran estado esperando por alguna oportunidad para pelear, pero por suerte la profesora McGonagall estaba cerca y los detuvo antes de que cualquier cosa pasara.

—¿Qué es lo que sucede aquí?

—Malfoy me quitó mi recordadora, profesora.

—Nada más la estaba viendo.