Minerva McGonagall: Memorial. Una noche de invierno.

5.- Capítulo. Secuelas de la muerte

Era ya media noche y Minerva McGonagall comenzaba a sentir el frio que invadía la habitación, se había olvidado de poner el hechizo permanente del fuego para que este no se disolviera. Cuando estaba por levantarse, el reflejo de la luna que atravesó por su ventana creo una sombra conocida para ella. Madame Pomfrey estaba ahí en la habitación. Desde hace cuanto tiempo la habría estado observando en silencio. Sin decir nada, había olvidado que la llamo para consultar el estado de los alumnos.

Poppy, ¿Cuánto tiempo llevas esperando? - Comentó Minerva al sentir repentinamente un poco de calor en sus mejillas. No era común que la tomaran desprevenida.

No mucho- Contestó Pomfrey. En realidad, la había esperado desde hace 3 horas a que reaccionara, pero con el paso del tiempo sabía que era imposible hacer reaccionar a Minerva cuando se sumergía en sus pensamientos- Pero dime que es lo que tienes, tienes un aspecto deplorable.

La memoria comenzó su batalla con la secuela de las muertes que ha sufrido- Solemnemente reprocho la directora. Se levanto y su cobija escocesa cayó al suelo, Minerva la levanto y Pomfrey encendió las luces de la habitación para continuar con la conversación. Mcgonagall hizo aparecer una charola de té nuevo, para ofrecerle. Tomo la tetera- ¿Té? - pregunto. Madame acepto el ofrecimiento, pues ya sentía un poco la garganta seca. Tomo la taza de porcelana, aún estaba plasmada con la imagen que tenía de la directora. Su cabello suelto, revuelto por la estática del sillón, solo ella sabía cuánto tiempo llevaba ahí sentada antes de su llegada.

¿Segura que te encuentras bien? - Se atrevió a preguntar- Me preocupa tu salud, los alumnos están bien, pero...-No termino

Estoy bien, como te dije, comenzó la jugada de la muerte- Contesto Minerva- Hace mucho que no estaba en este estado, siempre trato de mantener esos recuerdos escondidos en un hoyo profundo, pero- Se mordió el labio- En fin, esta vez gano, pero ya me siento mejor, tomé una infusión que me había preparado desde hace mucho tiempo Pomona- Sus ojos se cristalizaron y calló.

Perfecto, sus infusiones siempre eran una medicina muy buena para solucionar enfermedades fuera de nuestro alcance- Inmediatamente reaccionó Poppy, como lo agradecía McGonagall- Le diré al profesor Longbottom que prepare una infusión para cualquier situación que se presente. ¿Sabes cuando regresará de su viaje? -Preguntó para alejar a la directora de sus pensamientos.

Si no mal recuerdo regresa la siguiente semana, creo que hicimos bien en contratar a Neville, es un buen sucesor de Pomona. Sabe solucionar cualquier situación con las pociones que le enseño a preparar Sprout- Finalizó Mcgonagall.

Claro, quién mejor que él. Recuerdo que siempre se metía en problemas por ser olvidadizo en las demás prácticas, pero en Herbología siempre destacó- Dijo M P. Revolviendo su té- Me sentiré mejor cuando regrese, ya se han terminado varias infusiones que teníamos de reserva...

Y así con la ayuda de Madame Pomffrey regresó McGonagall al mundo real, al mundo que se había ido construyendo poco a poco después de la batalla de Hogwarts y llenando los vacíos que dejaron. Ambas mujeres continuaron enfrascadas en su conversación hasta casi el amanecer. Madame Pomffrey regresó a su despacho y dejó a la directora para que se aseara y fuera a dar clases. Cuando se encontraba en su despacho, vio que Edssa Sakndenberg estaba en su retrato, así que se dirigió a ella.

Gracias por avisarme Edssa- Con una sonrisa calurosa y amistosa hizo una reverencia a la profesora.

No fue nada, me preocupaba verla en ese estado- Dijo- Es muy triste ver a una mujer siempre fuerte, tumbada como estaba Minerva, ella cree que estaba sola, pero en realidad le hice compañía toda la noche, como lo hago todos los días.

Sé que fue un encargo de Dumbledore. Contestó Pomffrey- Y te agradezco que no la dejes sola, la carga que recae en sus hombros es muy pesada, y necesitara de toda la compañía y ayuda posible.

Aunque fuera un encargo de Dumbledore- Dijo Edssa solemnemente- Minerva siempre ha visto por todos en Hogwarts, por eso tiene mi respeto desde que la vi por primera vez transformando un ratón, Albus Dumbledore la eligió por su destreza, su sabiduría y sobre todo por que era una persona justa y cariñosa que podría ayudar a Hogwarts después de la guerra.