• • • 『 C A P I T U L O 11』 • • •

3.2K 348 69
                                    



Finnick Odair.



LA PREOCUPACIÓN EN MI PECHO CRECÍA SEGUNDO A SEGUNDO Y EL PÁNICO también, pero intenté calmar a Katniss intentando que comprenda que la misión de Selene y Gale decidirán si nuestra tortura seguirá o terminará para siempre. Selene podría acabar con todo mi tormento o agregar culpas por sus muertes a mi espalda, pero al menos ya sería algo concreto y no sólo de mis pesadillas y mi cabeza; ambos optando por apoyar con una distracción que les diera tiempo a los demás de realizar el rescate sin tener mayor percance. Era lo único que podíamos hacer por ellos, lo único que yo podía hacer por mi Sirena ahora mismo.

Katniss es la primera en estar frente a la cámara. Nos han dejado salir, así que volvemos al mismo lugar en el que ella tuvo su ataque de histeria en la tarde y me cruzo de brazos detrás del equipo de grabación para observar cómo la Chica en Llamas baja sus defensas para salvar a Peeta y dejar que les demos un espectáculo tan grande que Snow tendría que estar pegado al televisor mirando lo que hemos hecho.

— ¿Cómo conociste a Peeta? — pregunta Cressida.

— Cuando conocí a Peeta, yo tenía once años, y estaba casi muerta. — Habla acerca de un día cuando trató de vender ropa de bebé bajo la lluvia, acerca de cómo la madre de Peeta la echó de la puerta de la panadería, y cómo él recibió una paliza para llevarle los panes que salvaron sus vidas —. Nosotros ni siquiera habíamos hablado. La primera vez que jamás hablé con Peeta fue en el tren, en camino a los Juegos.

— Pero él ya estaba enamorado de ti — dice Cressida.

— Supongo que sí — Se permite dar una pequeña sonrisa.

— ¿Cómo estás lidiando con la separación? — Pregunta.

— Mal. Sé que en cualquier momento Snow podría matarlo. Especialmente desde que él y Kenneth advirtieron al Distrito 13 acerca del bombardeo. Es algo terrible con lo que vivir — dice —. Pero a causa de lo que le están haciendo, ya no tengo reservas. Acerca de hacer lo que sea necesario para destruir al Capitolio. Finalmente, soy libre — Gira su mirada hacia el cielo —. El Presidente Snow una vez me confesó que el Capitolio era frágil. En aquel momento, no supe lo que significaba. Era difícil para mí ver claramente porque estaba tan atemorizada. Ahora ya no lo estoy. El Capitolio es frágil porque depende de los Distritos para todo. Alimento, energía, incluso los Agentes de la paz que nos custodian. Si declaramos nuestra libertad, el Capitolio se caerá a pedazos. Presidente Snow, gracias a usted, hoy declaro oficialmente la mía.

Ha sido deslumbrante su historia y su término a ésta. Todos se encuentran satisfechos, pero es mi turno el que me pone de los nervios, en especial cuando Plutarch sugiere que debería ser "honesto" y hablar sobre mis "falsos" sentimientos por Selene, para atraer al público que cree esa historia, o contar sobre mi antigua vida como vencedor en el Capitolio. Ambas ideas me enferman a más no poder, porque no quiero hablar de mi relación con Selene sin antes aclararlo con ella y no quiero que vuelva a creer que es por actuación; pero hablar sobre lo que nos obligaban a hacer me enferma a más no poder y sé que es lo que la audiencia escucharía incluso mejor que la historia de Katniss. Termino por aceptar.

Mientras me muevo para tomar el asiento en el que estaba Katniss ante la cámara, Haymitch me dice: — No tienes por qué hacerlo.

— Debo hacerlo si la ayuda — Ovillo la cuerda en mi mano —. Estoy listo.

Él asiente y veo a Katniss ir detrás del equipo de grabación, tal como yo hice. Sé que ya no hay regreso de nada de lo que vaya a decir, pero sé que es la única forma en la que podría ayudar a Selene a obtener más tiempo para los rescates, para que volviera aquí a salvo, conmigo. Era lo único que podía ofrecerle a esta distancia del otro, pero me aterraba de sobre manera decirlo en voz alta, reconocerlo finalmente.

II. Libertad ━ Finnick OdairWhere stories live. Discover now