• • • 『 C A P I T U L O 1 6』 • • •

3.4K 293 286
                                    




MIS OJOS SE ABREN Y EL AROMA DE HABITACIÓN ESTERILIZADA inunda mis fosas nasales. Intento moverme mientras los recuerdos vuelven a mi cabeza de golpe. Claro, los hombres que nos apuntaban no nos dispararon, pero sí lo hizo alguien entre la muchedumbre y Katniss impidió que me tocara la bala, pero, de todas formas, recibí una cuando ella cayó. Dios, ambas corremos derechito a los problemas, eso es seguro.

Me sigo moviendo hasta sentir cierto pinchazo en mi hombro izquierdo y me quejo a la vez que la cortina, que me separa del mundo, se abre y revela a Johanna en su bata de hospital y me sonríe, aunque parece casi una mueca, y se sienta a los pies de mi camilla. Tiene mejor aspecto que las semanas anteriores, pero las ojeras son bastante notorias y puedo leer la preocupación en sus ojos y ya sé que tendré que soportar un regaño.

— Despertaste al fin, idiota.

— No sé si es lo primero que quisiera escuchar de ti — sonrío de lado —. ¿Cómo estás?

— ¿Cómo estoy? — dice incrédula —. ¿Cómo estás tú, Sirena? ¡Corriste directamente al peligro! Ni siquiera le disparaste, aun cuando podías hacerlo. Pudiste defenderte y preferiste quedarte desarmada. ¿Qué demonios pasó por tu cabecita hueca?

— Pensé que estaba a salvo. Hasta ese minuto no pensé que corría peligro — le recuerdo —. De todas formas, Katniss se interpuso, ¿no?

— Sí, de otra forma podrías estar muerta. Sí te llegó una bala después de todo, así que no celebres. En la escapula del lado izquierdo — me avisa con cierta molestia —. Hubo una fractura que ayudó a romper algunos huesos de tu costilla, pero, tranquila, te han tratado ya y han realizado una cirugía sin tu autorización.

— ¿Katniss está bien?

— ¡Oh, por Dios! — se queja —. Casi mueres y aún te preocupas por esa Descerebrada. Sí que te ha afectado estar aquí. Y sí, está bien. Si contigo hicieron milagros, a ella le consiguieron la medicina divina. Es importante, te lo recuerdo. Por supuesto que le han salvado la vida, idiota.

Sonrío burlona. — Te han cortado la dosis de Morfina, ¿verdad? por eso estás tan irritante.

— Sí.

— ¿Me la has estado robando?

— Sí, y a Katniss también, pero que sea un secreto entre nosotras — me guiña un ojo —. Por cierto, tienes tres guapísimos hombres rondando por aquí, todos igual de preocupados. Te has perdido unas peleas maravillosas mientras estabas inconsciente.

— ¿De qué hablas?

— Sí que eres lenta cuando despiertas — rueda los ojos y suelta un bufido —. Tu hermoso, atractivo y guapo guardia ha estado aquí todos los días, todo el día, y se ha enfrentado con Kenneth y Finnick por no protegerte en el 2. De verdad, tienes que decirme cómo le haces para tener a hombres tan guapos detrás de ti.

Hago una mueca. — ¿Kenneth ha estado bien?

— Iba todo bien hasta que te vimos en televisión siendo baleada — sonríe burlona —. Luego comenzó a volverse loco y a gritarle a todo el mundo. Finnick tuvo que noquearlo, lo sedaron otra vez y, por supuesto, regañaron al bombón del distrito 4 por meterse con un paciente mentalmente desorientado — comenta como si nada —. Honestamente, creo que Kenneth se lo merecía. Puso a Annie en ese estado nervioso que a mí me altera, entonces todo se volvió un caos aquí, pero me hizo sentir mejor sobre mi horrible vida ahora.

— ¿Finnick golpeó a Kenneth?

— Y luego pidió que lo dejaran ir al 2 por ti, bueno, pedir no. Exigió que lo dejaran ir al 2 por ti — asintió —. Ni siquiera Annie podía tranquilizarlo y me mareaban sus vueltas por todos lados. Honestamente, no sé ni de qué se preocupaban. El dios griego que tienes como guardia te traía en brazos, todo un héroe, en serio — suspira —. Al menos hasta que se encontró con Kenneth y Finnick, pero ese es otro cuento y te alterará más de lo que ya estás. Cuando te recuperes, prometo contarte toda la historia y reírme mientras lo hago.

II. Libertad ━ Finnick OdairWhere stories live. Discover now