Black (Yaoi/BL)

Cap. 29

–Y ese corte? –Dudó Chen una vez me senté frente a él.

–Con el tiro con arco, parece ser que no es raro cortarse –Respondí tocando la tirita bajo mi ojo derecho.

Si acercabas demasiado la cara al arco al momento de disparar podía pasar esto.

Al menos no me había dolido.

–Cuando hay energía de por medio si, sobre todo en tu caso –Afirmó tras tomar el último sorbo de su café–. Bien, que tal ha ido está semana? Gege me ha dicho del ataque.

–Pues... la verdad es que algo bien –Contesté suspirando sin saber muy bien por donde empezar–. Lo de decorar el piso, o ponerle cosas que me hicieran sentir más cómodo o así... creo que ha ido bien, me siento más cómodo en casa.

–Y lo de dormir? Que tal las pesadillas?

Las pesadillas...

–No lo se... –Suspiré sabiendo que esa sería la siguiente pregunta– ya no las siento tan reales ni las recuerdo tan nítidamente, pero si me sigo despertando en mitad de la noche, a veces soy capaz de volver a dormir y otras veces no... es mejor que antes, pero sigue siendo molesto.

–Eso es bueno, significa que poco a poco tu subconsciente está entendiendo que te encuentras seguro y no va a pasar nada –Explicó sonriendo y con un aura blanquecina aliviada–. Bien, cuéntame más, como te sientes últimamente?

Como me sentía?

–Pues... –Murmuré sin saber muy bien que decir.

No me esperaba esa pregunta.

–A ver... desde que empezó todo esto es un poco como una montaña rusa de emociones, así que no se... –Seguí hablando después de pensar un segundo bien en lo que responder– pero es verdad que desde que regrese con mis padres y ahora que estoy en el piso... lo siento más tranquilo, quitando el miedo, los sustos por los ataques, la inseguridad y todo eso... pero me siento más tranquilo. Siro también me dijo que no estaba obligado a nada de esto, no estaba obligado a pelear en misiones ni estaba obligado a lanzarme a una misión suicida ni recibir entrenamiento casi militar para matar y no ser matado... no estoy obligado a nada de eso, y saberlo también me tranquiliza más.

–Creías que lo estás? –Planteó poniéndose más serio al escucharme decir eso.

–Claro... son un Archer... mis "padres" se supone que son fuertes, trabajan organizando misiones y mandando a la gente... –Expliqué algo tenso al notar su seriedad– bueno, la verdad es que tampoco entiendo muy bien que hacen, pero se que protegen esta provincia, y se que ellos querían lo mismo para mi, lo mismo que hace Claus... sino por que me pondrían en clases especiales y entrenamientos? Y tener que ponerme su apellido también... se supone, que tengo que ser alguien más así, que no dude en ir a una guerra y sepa matar sin remordimientos. Pero yo no quiero nada de esto.

–Te has tenido que sentir bastante presionado entonces –Contestó volviéndose su aura entre blanquecina a marrón–. Es verdad que las familias, en general, que vemos las auras solemos esperar eso, es para lo que nos educan al final, desde pequeños nos enseñan que hemos nacido con esta capacidad tan rara para ayudar a la gente, curarlas como quien dice, y casi siempre se espera que todos y cada uno de nosotros sigamos ese camino por que es incluso lo que nos enseñan en clase con los entrenamientos físicos y las preparaciones psicológicas. Tu, que no has vivido nada de ese entrenamiento desde pequeño, has tenido que verlo como algo muy frustrante, tenías tus planes hechos y tus cosas listas, ibas a empezar bachillerato y de repente alguien te pasa por encima como un tanque y te dice que tienes habilidades especiales y que tienes que ayudar a la gente por que ESO es lo que tienes que hacer, como si todo lo que tu hubieras pensado a lo largo de tu vida fuera anulado.