III

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Jackson

Correr en el bosque se podía considerar ejercicio de relajación. Sentir la tierra en las patas a cada paso, el aroma increíble de cada una de las plantas que crecían entre las secuoyas y la gran cantidad de pequeños seres vivientes que compartían mi mismo placer.

Ardillas que se ocultaban a mí pasó, algunos conejos que intentaban seguirme el ritmo pequeños ciervos que solían correr lejos de mí y algunos lobos que acudían en mi ayuda.

Había una manada de lobos que vivía muy cerca de nosotros y siempre solía aparecerse un miembro por nuestra cabaña, Lea les había dado un nombre a cada uno de nuestros visitantes. Papá decía que teníamos que ayudarlos siempre que después de todos éramos de la misma especie y esa manada era nuestra responsabilidad.

Los días en los que mi hermana tenía que asistir a su espantosa escuela Im y yo nos encargábamos de recorrer todo el perímetro para mantener un entorno seguro.

Camine por las orillas del bosque justo al límite de donde comenzaba el pueblo y ahí la encontré, recargada en un simple árbol. Estaba sollozando mientras intentaba ocultar su rostro entre sus rodillas.

Mi sangre comenzó a hervir pero no podía simplemente acercarme y gruñirle. Coloque mi cabeza a la altura de su hombro y solté un alarido cuando ella me sintió.

Lea.

—Lo siento Wang, simplemente todo es muy difícil.

Alzó su cabeza y extendió sus brazos alrededor de mi cuello, hundió su rostro en mi pelaje y sollozo de nuevo.

¿Qué ocurre? ¿Te duele algo? ¿Alguien te hizo daño?.

Ella simplemente negó, estuve a punto de convertirme en Lincan pero el aroma de otros humanos se estaba haciendo más fuerte.

Dime como que puedo hacer para que dejes de llorar.

—No les hagas daño, no debemos meternos en problemas. Recuerda que papá dijo que no podemos involucrarnos aún.

Todo se estaba volviendo muy confuso, ella seguía sin dejarme ver sus pensamientos y aquellos individuos seguían acercándose.

—¡Allí está! —gritó uno de ellos.

Me safe de su agarre y me pare frente a ella, mostré mis colmillos cuando vi a 4 tipos caminar en nuestra dirección y justo cuando iba a gruñir ella se paró a mi lado y abrió sus pensamientos.

—Tranquilo, se que puedo solucionarlo.

—Eres un verdadero dolor de trasero. El profesor nos envió a buscarte después del drama que hiciste.

—Solo deja de dar problemas y ven con nosotros.

Ella comenzó a caminar y rompiendo todas las reglas la seguí hasta que salimos del bosque. Esos sujetos no alejaban su asquerosa mirada de mí, logré ver que tenían palos en sus manos por si me decidía a atacarlos aún así no mencionaron palabra alguna.

—Niña lobo, será mejor que esa cosa deje de seguirnos.

Gruñí ante esa estúpida sugerencia, sería el peor hermano del mundo si dejaba a mi pequeña Lea sola sin saber que la había hecho llorar de esa manera.

—Dime que ocurre, por favor.

—Solo sube a la camioneta, regresaremos a casa.

En cuanto otro de los sujetos se atrevió a verme tuve que emplear mi poder para hacerlo hablar. Fruncí el ceño y me adentre muy en el interior de sus pensamientos y entonces lo vi.

The Blood Of The Wolves Où les histoires vivent. Découvrez maintenant