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- Julia! Levántate!- empezaba a regañar la mujer desde la cocinar- se les va hacer tarde mija- apresuraba

- si mamá, ya están casi listos- respondo mientras termino de ayudar a mis hermanos a prepararse para irnos a la escuela.

Camino hasta la cocina y veo a mi madre de espaldas mirando tres pedazos de pan, nosotros éramos cuatro así que no alcanzaba.

- comete uno y dale a los niños- digo parándome a su lado y frotando delicadamente mi mano en su espalda

- como crees, coman ustedes- dice ella con media sonrisa

- no- respondo de inmediato- en la escuela alguno de mis amigos seguro me da de su desayuno, no te preocupes- respondo

- no Julia, no me mientas ya ves que la semana pasada te desmayaste por no comer-   regaña

- mamita- tomo su cara en mis manos- no fue por no comer, fue porque estaba haciendo mucho calor- miento

- ¿segura mija?- me mira a los ojos

- claro mamita además tienes que comer vas a trabajar y tienes que alimentarte bien- sonrío a medias- mira aquí guardé unos frijoles y un poco de agüita de miel- saco unas cacerolas de la nevera- andele siéntense- le digo a mis hermanos cuando entran a la cocina

- ay mija que haría sin ti- responde mi madre.

Más tarde luego de dejar a mi madre en el tren corremos al colegio, para no llegar tarde.

- me esperan aquí a la salida- les grito a mis hermanos

- ¿donde estabas?- me hala del brazo mi mejor amiga megan- ya empezó la primera materia y le dije al profesor que estabas en el baño- apresuramos el paso

Afortunadamente nos dejaron entrar, a la hora del receso todos comían y yo estaba sentada en una esquina me dolía el estómago por no haber desayunado pero eso no me importaba.

- toma- se sienta Megan a mi lado y me extiende un sándwich- ¿otra vez sin desayunar?- dice levantando una ceja

- si...- sonrio a medias

Ella abre los labios para decir algo pero la voz de la señora de la cantina donde venden desayunos me llama.

- Julia!, ven para acá mija!- dice haciendo señas

Me levanto rápido y voy hasta donde estaba la señora que con una sonrisa me dice:

- ¿quieres ayudarme a vender? Yo te pago diario- propone

- pues doña carmen y ¿si me ven los profesores?- le miro

- no te preocupes yo le di permiso- habla un hombre detrás de mí, al volverme veo al director mientras se tomaba un jugo

- bueno pues así, sí- digo sonriente y comienzo a ayudar a la señora.

Más tarde sonó el timbre y tuve que volver a clases, doña carmen me dijo que en la salida me daba mi propina así que estaba feliz porque iba a poder llevar un poco de pan ganado por mi propia cuenta.

- niños, recuerden que esta es la última semana de escuela necesitan traer la colaboración para el acto de grado- dice la profesora mientras recogiamos las cosas para ir a casa

- oye juli- llega Megan a mi lado- ¿cómo le harás para pagar la colaboración?- me mira

- pues... ya veré- le sonrío

- veré si con mis ahorros te alcanza y ya luego me los pagas- comenta

- Julia!- me llama la señora Carmen

- luego hablamos de eso Megan ¿si?- me despido de ella y corro hasta la tienda

- toma-me entrega un billete

- gracias doña Carmen- respondo y me dispongo a ir por mis hermanos

- Mira, me quedaron estas quesadillas y un litro de jugo llevatelos- extiende una bolsa

- muchísimas gracias doña Carmen- digo en un salto de felicidad.

Luego de pasar por mis hermanos corremos a la casa, donde ya se encontraba mi mamá... al llegar pude ver su rostro triste y sus ojos llorosos.

- mamita ¿qué te pasa?...

- ay mija es que el casero paso esta tarde y ya nos aumentaron el alquiler... no me quedó nada para comer hoy- se lamenta

Yo le sonrío y levanto la bolsa que traía en mis manos

- ¿y eso qué es?- me mira

- son unas quesadillas y jugo que me dio la señora carmen por ayudarla en la cantina- respondo- también me dio esto- le extiendo el billete- vamos a comer- le tomo de la mano

- primero vayan a bañarse y se cambian ese uniforme- ordena la mujer

Recordé sobre la colaboración pero al ver bien a mi madre decidí no contarle nada y buscar por mis propios medios el dinero, mi madre trabajada en una empresa de pollos tenía que desplumarlos y meterlos en grandes máquinas... Para todo el trabajo que tenía que hacer era una mísera lo que le pagaban a mi madre pero era eso o no trabajar ya que era muy difícil encontrar trabajo en el pueblo.

- hoy Casper llevo de desayuno helado con waffles- comenta mi hermanito más pequeño

Casper era un niño que estudiaba con mis hermanos les hacía la vida imposible y también los humillaba

- helado?- digo con ironía- eso no es saludable- respondo

- yo quiero helado- responde mi otro hermano

- ya habrá dinero para comprar helado- respondo

-¿cuándo?- dice mi hermano más pequeño

- no lo sé pero será pronto- trato de no alargar la conversación

- eso espero desde mi cumpleaños no he comido helado... y eso fue el año pasado- responde y yo solo trago fuerte.

Como quisiera ser adinerada como muchos en mi escuela para no escuchar a mis hermanos decir esas cosas

visa para un sueño Where stories live. Discover now