10 → Teddy Bear

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Mikaela seguía llorando.

¿Por qué el amor de su vida lo trataba así? ¿Desde cuándo el amor lo volvió violento? Todo era tan dulce y maravilloso, hasta que intentó matarlo.

Le había mandado un mensaje de que quería estar un tiempo a solas. Al parecer el moreno lo tomó mal. Pero Ferid le envío un audio, sin importarle que su hijo le escuchará, diciéndole que tenían unos problemas y que si seguía jodiendo, no sé la acabaría cuando lo viera.
Eso sí hizo tensar al pelinegro y aceptó.

Sus lágrimas pararon. Limpió sus mejillas y ojos.
Tomó asiento en la cama, vio en su armario su viejo osito de peluche.

Se levantó para ir por él, al tenerlo entre sus brazos lo apretó demasiado contra su pecho. Poco a poco se sintió reconfortado.
Regresó a su cama y se acostó con el peluche.

Cerró sus ojos, cayendo en los brazos del morfeo.

Despertó por unas suaves caricias en su cabeza. Las cuales confundió con las de su madre.
Miró a aquella persona. Cabellos negros y ojos del mismo color, sonrisa gentil como la de Ferid.

Se sentó en su cama y abrazo a su abuelo, quién al instante le correspondió.

-Tus padres me contaron lo que te paso. Te llevaremos con un psicólogo -dijo.

-Yo no estoy loco -gruñó el menor aún con su rostro escondido en el hombro de aquel hombre.

-Lo sé, ya sé que no estas loco, pero aún lo necesitas. Un psicólogo es uno que atiende a las emociones y estados de ánimo. Lo que Yuichirou necesita es un psiquiatra. Tiene un problema mental algo serio -comentó -. Sabes que nos preocupas. Me refiero a tus padres, a tu mejor amigo y a mí. ¿Lo harás? -inquirió, a lo cual el rubio asintió -. Te reservaré un cita con una mujer que conozco y te ayudará.

-Te quiero, abuelo...

-Yo también te quiero, Mikaela -abrazó más a su nieto.

-¿Aceptó ir, suegro? -se dirigió a Saito.

-Sí... Creí que había extraviado el oso de peluche que le regalé -dijo viendo hacia otra parte.

-No, es un regalo muy preciado para él -comentó el pelirojo.

-¿Cómo sigue papá? -preguntó el ojirubí viendo preocupado a su padre.

-Bien. Se quedó dormido. Tal vez me quedé unos días. Me extraña demasiado el cambio drástico de actitud de Yuichirou... -comentó.

-A nosotros también. Yo hablé con Guren, pero el idiota no tenía idea de nada y sí, me enojé con él -musitó el ojizafiro.

-Bueno, luego veremos que pasa -la pareja asintió.

-Bueno, luego veremos que pasa -la pareja asintió

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ᴛᴡᴏ ғᴀᴄᴇs ◤ʏᴜᴜᴍɪᴋᴀʏᴜᴜ◢ [Concluida]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ