Bienvenido a Navidia

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Hola a todos, dato curioso te puedo saludar en 70 idiomas.

Mi especie es detestable, irreparablemente egoísta, autodestructiva y apática.

Querrás saber por qué o tal vez ya lo sabes, porque somos de la misma especie, o estarás cegado como el resto en tus asuntos banales. ¿Qué se siente ser ignorante de tú serás el que provoques la muerte de tu especie? Probablemente no sientas nada, en realidad porqué te importaría.

Cuando nací mi país apenas había salido de un conflicto armado interno, y en el mundo un país que nunca había sido derrotado había caído en manos del terrorismo, recuerdo haber visto a la edad de 6 años como fusilaban y degollaban en señal abierta en horario familiar, recuerdo como a millones de kilómetros aún se mataban por causas religiosas, recuerdo el machismo, recuerdo la deforestación, las enfermedades, el calentamiento global, entre otras demasiadas cosas que hizo que me encerrara en mi propio mundo.

¿Dime te sientes satisfecho? ¿Hiciste algo para remediarlo?

Poco después todo colapso, y perdí todo...

Siempre desee la destrucción de los humanos, me habían hecho mucho daño, de cierta forma es poético... sabes.

Irónicamente lo que más deseaba me destruyo mentalmente.

Ahora simplemente prefiero no sentir... Es más fácil.

Bien, basta de presentaciones que te aburro.

Murieron millones o mejor dicho miles de millones, bueno no te mentiré provoque la mayoría de esos decesos, fue particularmente fácil. Quien rayos se hubiera fijado que mientras se destruían algo peor ocurría en la mente de la inocente y pura adolescente de 16 años.

Te lo dije, solo tenían ellos que cruzar la línea y sucedería lo ellos tanto anhelaban con vehemencia.

Mi hogar es todo lo que cubre el desierto en el norte, todo lo que cubre la jungla en el oeste, todo lo que cubre los glaciares, volcanes, praderas, desiertos y lagos al sur, todo lo que cubre el océano al este. No lo conozco todo por supuesto, mi ciudad poco después de la purga creció un poco de vegetación, para luego desaparecer, estaba en un desierto así que no esteraba que hubiera un cambio significativo al pasar de los años.

Fue una mala idea sabes, soy pedante de naturaleza, pero no idiota, el odio me había consumido que nunca pensé en que iba a comer o hacer.

Utilizar una computadora era inútil, podría crear energía con facilidad, pero de que serviría si no había una red para conseguir la información acumulada por tantos años, tendría que viajar lo cual era improbable, para reactivar los sistemas.

Llegue a la decisión de criogenizarme, tal vez algo en el futuro sucedería.

Recuerdo que me hablaron en un idioma que no entendía cuando desperté, se parecían a mí, pero no eran del todo como yo. Lo aprendí con facilidad, pronto me podía comunicar con ellos, el proceso de desplazamiento de las masas continentales había seguido en curso y mi ciudad, en realidad ya no era mía.

¿Sabrían quién era? ¿O lo que había hecho?

Alguien me enseño el lugar... Navidia así lo llamaban.

Solo sonreía y asentía.

¡Oye! Entendía que si no sabían lo que era o lo que fui pronto se enterarían.

Era un lugar asombroso y deseaba quedarme allí, habían hecho grandes descubrimientos científicos en todos los años que estaba inconsciente.

Era enorme, eran una especie de edificios con pasajes que los unían en los aires, la arquitectura era demasiado avanzada para mí.

A cada lugar que observabas podrías ver edificios que se suspendían por una fuerza invisible, supuse que se trataba de la fuerza electromagnética ya que la gravedad es muy débil.

Las personas estaban inmersas en su trabajo, el lugar no era asombrosamente grande, pero era suficiente y cómodo.

Sentía que pertenecía aquí.

Me llevaron a un edifico en particular y me dejaron recorrerlo por mi cuenta, iba caminando por un piso transparente en las primeras plantas, lo extraño era que si tu deseabas ver que había en pisos inferiores se podía pero si no lo deseabas se opacaba, camine por las primeras plantas que eran baste amplios en sus pasillos, me entregaron una especie de aparato que aprendí a usar pocos minutos después el cual indicaba donde me encontraba en el edifico, me aventure por cada rincón del lugar, desde una especie de escuela donde habían una gran cantidad de niños que habían sido creados en laboratorios o eso decía el aparato, quise quedarme allí, pero al final seguí mirando, habían muchas "personas" que trabajaban en máquinas en centros enormes, con una tecnología que desconocía.

Pronto me llamaron y me pidieron que los acompañara, me dijeron que no me quisieron despertar por mis antecedentes, pero creían que iba a ser de gran ayuda en su proyecto el cual me negué a aceptar, bueno supongo que dirás que me merezco esto, pero ahora estoy encerrada a su disposición. Tampoco creo que hubiera podido escapar.

Adiós.

Adiós

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Un Planeta Sin EsperanzaWhere stories live. Discover now