Capítulo 2

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-Hasta que despertaste. - Abrí los ojos para encontrarme con Sasuke sentado junto a mí, no pude articular ni una sola palabra al verlo, creí que solo había sido un sueño. - No hablas mucho ¿Verdad? - Me miró impaciente porque le diera una respuesta.

- Es que no entiendo... ¿Cómo? ¿Por qué? - Comencé mientra el alzaba una ceja con esa mirada que me hacía sentir demasiado estúpida.  

- ¿Por qué estoy aquí? - Suspiró. - Yo también quisiera saberlo. - puso su rostro entre sus manos en señal de cansancio. - Hace un momento dijiste mi nombre... - Recordó, sus ojos se posaron en los míos intentando recordarme. Claro, yo sí sabía quien era él, pero él no sabía quien era yo. Sus ojos pasaron de estar en mí a buscar algo en mi pared, se apresuró hacia el poster que colgaba junto a mi espejo, parecía confundido al verse a sí mismo. - Soy yo. - Susurró.

- Sasuke... - Lo llamé mas él me ignoró mientras paseaba su mirada del poster a su reflejo en el espejo, sus manos pasaron por su cabello, sintiendo la textura que este tenía, sin despegar sus ojos del espejo. Acarició su rostro, su nariz, sus labios, su ropa.

- Me veo diferente. - Volteó a verme en busca de respuestas. - ¿Qué es esto? ¿Por qué tienes una foto mía en tu pared? - Me cuestionó molesto.

- No sé ni como empezar a explicarlo. - Contesté mientras intentaba ordenar los pensamientos en mi cabeza. ¿Cómo le explicaba a un personaje 2D que es un personaje 2D, pero por alguna extraña razón se volvió real?

- Cassy ¿Verdad? - Asentí afirmando su pregunta. - ¿Eres una acosadora? - Preguntó intentando ocultar el miedo en su rostro.

- ¡No! - Me apresuré a decir, osea si estaba muy obsesionada con él, pero jamás pensé que llegaría a conocerlo, aunque lo había soñado muchas veces. - Estoy pensando en como explicarte que pasó, bueno lo que yo sé... - Me fulminó con la mirada para que me apresurara. - ¡Bien, bien! Me apuro, en resumen, tú eres un personaje de un anime y no existes realmente, pero por alguna extraña razón apareciste en mi cuarto. -Solté de pronto evitando verlo a los ojos.

- ¿Anime? ¿Estás loca? No puedo ser un anime, porque si lo fuera, nada de mi vida hubiese sido real y créeme que las heridas que he tenido en batallas han sido muy reales. - Se alteró, jamás lo había visto tan alterado, aunque debo admitir que en persona es mucho mas lindo que en una pantalla.

- Lo sé, pero todo eso ha sido parte de un anime. - Intenté convencerlo mas él se negaba a creer en mis palabras, de pronto lo recordé, tome mi computadora y rápidamente busqué uno de los capítulos en los que él apareciera. - Mira. - Le enseñé la pantalla, sus ojos se abrieron al verse a sí mismo en una pelea.

- ¿Nos grabaste? ¿Me seguías? - Retrocedió asustado hasta chocar con el espejo. - Pero es imposible, mi Sharingan lo hubiera detectado.  - Susurró para sí mismo.

- ¡No! Ya te dije que todo es parte de una historia de anime. - Repetí. - Solo mírate ¿Crees que te ves igual? - Él se volteó hacia el espejo, caminé hasta posicionarme junto a él. - Ya no eres... bueno... 2D. - Él seguía mirándose confundido. 

- ¿2D? - Repitió pensativo. - Entonces por alguna extraña razón me salí de mi dimensión. - Dedujo, lo miré sorprendida al escuchar su deducción, eso sonaba un poco menos loco.

- ¿Cómo te saliste? - Pregunté, recibiendo una mirada que me hacia sentir demasiado estúpida de su parte.

- Si lo supiera retornaría fácilmente a mi dimensión ¿No crees? - Respondió sarcástico, cuando hablaba así en el anime se me hacia adorable pero que use ese tono conmigo ya me resulta insoportable.

- Pero debes recordar algo de lo que estabas haciendo. - Contra ataqué.

- Lo último que recuerdo es que estaba peleando con Naruto, un entrenamiento normal, y bueno nos emocionamos peleando y use una nueva técnica, estaba acercándome a él para atacarlo con este poder y de pronto todo se volvió negro. - Intentó recordar mientras se paseaba por mi habitación.

- ¡¿Con quién hablas?! - La voz de mi madre desde el piso de abajo interrumpió nuestra conversación, me apresuré hacia la puerta trancadola con mi cuerpo, si mi mi mamá veía a Sasuke aquí pensará que meto chicos a mi cuarto por las noches, y obviamente no podría explicarle que es un personaje que se salió de su dimensión.

- ¡Estoy hablando por teléfono mamá! ¡Con Diego! - Mentí. 

- No te atrases a la universidad Cassy, yo ya voy saliendo, nos vemos hija. - Gritó apresuradamente para luego salir de la casa, lo había olvidado, mi madre tendría otro viaje de trabajo, al menos eso me daría tiempo para devolver a Sasuke a su mundo sin que mi madre lo vea. - Bien, se fue así que puedes quedarte aquí mientras pensamos en algo para ayudarte a volver a tu mundo. - Sonaba más loco en voz alta.

- Tal vez fue la nueva técnica que practiqué la que me trajo hasta aquí... - Comenzó.

- Y si la vuelves a hacer quizá regreses a Konoha. - Concluí mientras ambos nos miramos triunfantes.

- Bien, entonces... - Se apresuró a acomodarse para empezar su jutsu.

- ¡Espera, Espera! - Grité tomando su brazo para detenerlo. - Aquí no tarado, destruirás toda la casa. - Me asusté.

- Relájate, no saldrás herida. - Su mirada se estancó en mis ojos y una pequeño sonrisa burlante se asomó en su rostro. - Miedosita. - Soltó finalmente. ¡Dios! Era mas desesperante y humillante  que te dijera eso a ti que a verlo diciéndoselo a Naruto. Quedé helada al escucharlo, no sabía que podía decir a eso, a esa mirada burlándose de mí. 

- Tendremos que dejarlo para después, es tarde y tengo que ir a la universidad a entregar un trabajo. - Me alejé evitando mirarlo a los ojos.

- ¡Espera! ¿Qué? No tengo todo tu tiempo, estoy en medio de una pelea, te recuerdo. - Protestó.

-Entonces tendrás que averiguar solo como volver, porque yo también tengo cosas que hacer, te recuerdo. - Respondí, lo pensó por unos minutos.

- ¡Bien! Por alguna razón aparecí aquí contigo, así que algo tienes que ver con todo este desastre. - Dedujo, tenía razón por alguna motivo desconocido apareció aquí conmigo y no en otro lugar, debemos tener alguna relación con todo esto... o simplemente fue una coincidencia, sin embargo ya estaba metida en esto y quería saber por qué Sasuke llegó aquí. 

- ¡Genial! Entonces espérame, me cambio, voy a la universidad y cuando regrese te ayudo a volver a tu dimensión. - Comencé a agarrar mi ropa para irme hacia la ducha.

- ¿Me dejarás aquí solo todo el día? - Me miró incrédulo a lo que asentí. - No puedes dejarme aquí, me aburriré. -Se quejó. 

-Bien, te llevaré conmigo. - Dije.

- Tengo una pregunta. - Dijo después de soltar una sonrisa al escucharme. - ¿Qué es universidad? - Me interrogó, esto sería más difícil de lo que pensé.

(...)

- Si me vas a acompañar tendrás que cambiarte. - Le dije después de haberme dado una ducha y estar lista para ir a la universidad. 

-No me cambiaré. - Se quejó.

-Sasuke no puedes ir por ahí con la mitad de tu pecho desnudo y cargando una espada. ¡Parecerás loco! - Le dije. - Al menos mientras estés aquí tendrás que actuar como un chico normal. -

-Pero, yo no soy un chico normal. - Me fulminó con la mirada.

- Eso se nota. - Dije cansada para luego tomarlo del brazo y jalarlo conmigo fuera de la casa, tendríamos que pasar por una tienda de ropa antes de ir a la universidad.


Un Shinobi fuera de la aldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora