Capítulo 12

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- ¿Puedes escucharme? - Repetí en mi mente, seguramente ya enloquecí.

- ¡Corre! ¡Sal de aquí Cassy! - Los gritos de Sasuke retumbaban en mi cabeza sin dejarme salir del shock en el que estaba, estaban pasando demasiadas cosas para asimilar  ¿Cómo Sasuke se metió en mi mente? No soy el profesor X para tener telepatía.

- No te dejaré Sasuke. - No tenía el tiempo para quedarme ahí inmóvil mientras Sasuke seguía desangrándose en el piso. - ¿Qué hago? - pregunté esperando que Sasuke me guiara.

- Vete de aquí, no quiero que te hagan daño. - Me ordenó.

- Haré esto con tu ayuda o sin ella, pero sin ella será más difícil. - Contra ataqué. Busqué con la mirada a Sasuke, mis ojos se encontraron con los suyos llenos de dolor y desesperación, su rostro cubierto de sangre y su cabello cayendo sobre el mismo.

-Sabes pelear Cassy, te ayudaré... - Sasuke comenzó a moverse intentando levantar su cuerpo del piso mas fue detenido por el golpe de un fierro por parte de uno de los encapuchados, él se retorció de dolor en el suelo mientras más sangre corría por su pecho. No podía seguir viéndolo así, tengo que hacer algo por él.

Me levanté rápidamente encontrándome con la espalda de uno de los encapuchados frente a mí, me apresuré a tomar una escoba que se encontraba junto a mí y seguir mi instinto rompiendósela en la cabeza, el encapuchado cayó al piso dándome el tiempo suficiente para correr en dirección a Sasuke.

Mis pasos apresurados llamaron la atención de todos los que me buscaban provocando que corrieran hacia mí.

- Agáchate - Hasta en mi mente la voz de Sasuke se quebraba, seguí sus ordenes esquivando un ataque que venía por un costado, tiré un grupo de cajas apiladas provocando que varios de los que me perseguían tropezaran y cayeran al piso. - Saca los kunais, tienes tiempo. - Seguí las ordenes de Sasuke sacando todos los kunais y shurikens que pude y continué mi camino dejando la mochila en el piso. - Ahora. - Sasuke gritó aún en mi mente. 

Paré en seco unos pasos mas atrás de Sasuke y lancé el primer kunai que aterrizó en la pierna del encapuchado que detenía a Sasuke haciendo que retroceda unos pasos cayendo de rodillas. Los pasos apresurados viniendo hacia mí me hicieron entrar en cuenta de que aún no había terminado, lancé dos shurikens hacia ellos causándoles muy poco daño pero dándome el tiempo suficiente para caer de rodillas junto a Sasuke.

- Sasuke, tenemos que irnos ¿Puedes levantarte? - Pregunté desesperadamente mientras examinaba el cuerpo del pelinegro.

- Mi pierna. - Sasuke hizo un gesto de dolor cuando mi mano paso por una de sus piernas, la sangre corría por su piel hasta hacer un charco en el suelo. Le había realizado una cortada muy profunda en el muslo, aunque lo intentase no podrá correr.

- Se acabó. - exclamó Hiruki seguido por un kunai viniendo directo hacia mí, Sasuke uso la última fuerza que tenía para empujarme quitándome del camino del kunai, evitando que se clavara en mi espalda matándome dejando en su lugar solo una pequeña cortada en el brazo.

Di vuelta rápidamente poniéndome de pié frente a Sasuke, no permitiré que sigan haciéndole daño.

- Déjenlo en paz. - Grité. - ¿Quieren matar a alguien? ¡Matenme a mí! También les sirvo para pasar el portal. - Supliqué, después de todo Sasuke si tenía más motivos que yo para vivir.

- Que valiente. - Hiruki esbozó una sonrisa malévola hacia mí. - Pero fue él quien mató a tres de nosotros, es con él, no contigo mocosa. - Exclamó. - Llévenselo. - Ordenó haciendo que los encapuchados junto a él avancen hacia nosotros. Los sentimiento dentro mío tomaron fuerza, la ira, la desesperación, la impotencia, todo se juntó creando un torbellino interno.

Mi respiración comenzó a agitarse con cada paso que avanzaban hacia nosotros.

- ¡NOOOOOO! - Grité sacando todos la ira que llevaba dentro, todo a nuestro al rededor empezó a moverse a causa del torbellino de viento que tomo posición alrededor de Sasuke y mío. Las cajas volaron alrededor nuestro golpeando a varios de los encapuchados que no podían avanzar más hacia nosotros. Dejé de gritar al ver lo que estaba pasando ocasionando que el torbellino de viento deje de correr en círculos y salga violentamente hacia al frente empujando a todos los encapuchados muy lejos y haciendo que la infraestructura caiga sobre nosotros.

-Cassy. - Sasuke saltó hacia mi quitándome del camino del techo que cayó justo donde nos encontrábamos hace unos segundos. 

- ¿Qué fue eso? - Mi respiración continuaba agitada y no pude asimilar que había pasado.

- Debemos salir de aquí. - Sasuke continuaba sangrado mientras cada segundo se volvía más débil. Busqué a mi alrededor con la mirada divisando una casa en ruinas a unas calles más al fondo de donde estábamos, debíamos apresurarnos antes de que los encapuchados reaccionen y sepan donde estamos. 

- Vamos. - Reuní toda la fuerza que tenía y me concentre en que debía sacar a Sasuke de aquí, y con todo el esfuerzo que tenía arrastre a Sasuke hasta el lugar, ambos entramos hasta el segundo piso donde nos escondimos cubriendo las ventanas con los colchones y muebles que habían quedado en la casa. - Debemos curarte esas heridas, estas perdiendo mucha sangre. - Me arrodillé junto a él rompiendo la tela del jean que cubría la herida. Sentí una corriente de escalofríos pasando mi cuerpo, no era la mejor viendo heridas.

- ¿Cómo la curarás si no tienes chakra? - Sasuke aguantaba el dolor mordiéndose el labio inferior.

- Debemos parar la sangre. - Tome una camiseta que quedó en la mochila restante rompiéndola para poder amarrar la pierna de Sasuke evitando que la sangre siga corriendo, Sasuke soltó varios gritos ahogados mientras limpiaba la herida con un poco de agua, finalmente vendé la herida una vez que dejó de sangrar. - Sube. - Ayudé a Sasuke a subir en la cama haciendo que se recueste.

-Gracias. - Soltó mientras yo continuaba sentada junto a él limpiando las heridas de su rostro.

- Tranquilo, tú lo dijiste, somos un equipo. - seguía limpiando la herida sobre su ceja.

-Anoche si me sentí feliz, completamente feliz. - Soltó antes de cerrar los ojos. - Quien diría que ya dominas tu chakra.

- Eso no era chakra, no sé que era en realidad ni como lo hice.- Admití.

- Sea lo que sea, fue increíble. - Ambos caímos dormidos en un instante.

Un Shinobi fuera de la aldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora