Capítulo 25 • Preparen sus armas

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Narra Joaquín

No recordaba la última vez que una noticia me había pegado tan fuerte. Estaba en el inframundo, con Hades contándome todo lo que había pasado. Al parecer quiso detener a Emilio hasta que yo llegara pero uno de los titanes lo había impedido, ahora habían salido del Tártaro y nadie sabía dónde se habían escondido; únicamente Emilio.
Lo más probable es que hayan tomado su tamaño humano para mezclarse entre la gente, no fueron directamente al Olimpo, pues de ser así ya lo sabríamos.

- No puedo creer que Emilio haya hecho esto - dije tranquilo - Por más cualidades que pueda atribuirle jamás lo vi con la inteligencia suficiente para burlar a tus guardias y abrir aquel lugar tan peligroso.

- Puede ser que no haya sido él - mire a Hércules mientras hablaba - Que estuviera siendo controlado por los titanes

- No - interrumpió Hades - Si alguien sabe sobre el control de almas soy yo

Nos quedamos mirando a nuestro tío, sin poder debatir nada pues sabiamos que era cierto.

- El muchacho estaba siendo él mismo. Quizá tenía sus razones, por lo que me cuentan ustedes - suspiró

- Jamás debí dejar que me escuchara hablando con Edrielle y con Joaquín, ahora he puesto en peligro a todo el Olimpo y a los mortales.

- No hay tiempo que perder ahora, ni es momento de lamentarse. Pelearemos dos guerras y necesitamos estrategia y decisiones ahora mismo - razonó Hades

Las cosas se habían adelantado, ahora era tiempo para reunir a todos los Dioses que estuvieran de nuestro lado y organizarnos. En el menor tiempo posible llamamos a todos, teniendo como punto de encuentro el inframundo.

Sin perder el tiempo, los Dioses aliados viajaron rápidamente hasta los dominios de Hades.

- No recuerdo haber pisado el inframundo en siglos- exclamó Atenea

- No es digno de ninguno de ustedes- habló Hades - Así que perdonen si no les ofrezco fiestas aquí tan seguido.

- Guardemos el tema de las fiestas para después, ahora tenemos que organizarnos y comunicarles lo que ha pasado. - Todos en el lugar me prestaron atención, mi corazón latía desbocado y me encontraba justo en el medio de la sala con Hades y Hércules a mi lado. - Zeus ha declarado la guerra

Se escuchó un barullo proveniente de todos, al parecer ya suponían que se trataba de eso, sin embargo no se les había comunicado lo mas importante. Temía sus reacciones, temía que después de decirles la verdad quisieran retractarse y dejarme solo a mi con el peso de salvar el mundo sobre mis hombros.

- Nos dio tres días para prepararnos, o el empezaría a atacar a todos los seres y criaturas que tuvieran algún tipo de contacto conmigo - proseguí - pero eso no es lo peor...

- ¿A qué te refieres? - esta vez fue Apolo el que lo preguntó

- Quizá no se han dado cuenta pero la vibra en el Inframundo es menos densa que antes y esto se debe a que los Titanes han salido

Un silencio sepulcral inundó el ambiente, es como si todos hubiesen entrado en estado de shock o algo parecido.

- Eso es prácticamente imposible - dijo Atenea -No pueden abrir el tártaro por ellos mismos, eso no debe ser así.

- Ese es el punto, no lo hicieron solos - continuó Hades

Un ruido en la puerta los hizo a todos girarse, detrás de esa gigantesca entrada al palacio de Hades se encontraba Ares, el Dios de la guerra, apenas había llegado de su visita con el oráculo. Mi cara de preocupación no ayudó, desde el primer instante en el que lo vi supe que traía malas noticias, se quedó unos segundos debatiendo que decir hasta que encontró las palabras correctas.

A prince for the Olympus • Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora