Capítulo 1.

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Lunes.
Pleno verano.
7 a.m.
La alarma sonando.

Dios, te pido paciencia.

Cómo odio los lunes, nunca eran mis días de suerte, y menos aun mis días con más ánimos. Pero ese día tenía un poco de felicidad, comenzaría en mi nuevo puesto como jefa de recursos humanos y me sentía muy orgullosa por lo que había logrado. Al fin tendría algo que me merezco...

Se me hizo una odisea terminar mis estudios mientras también tenía que mantenerme trabajar. Mis anteriores jefes eran comprensibles y hasta me permitían trabajar algunos días desde casa. Hace 5 meses ya por fin me gradué haciendo que todo todo marchara de maravilla, era una mujer totalmente independiente, alejada de cualquier tortura que pudiese perturbar mi paz.

Me di una ducha y desayuné. Mi cabello solía ser un problema pero por alguna razón hoy había sido fácil ganarle la batalla, de seguro era por el próximo invierno que se acercaba.

Mi trabajo lograba quitarme unos 45 minutos en auto si el tráfico era moderado. Debía de tomar mi nuevo puesto y ese mismo día teníamos una reunión para que conociera a todos los jefes de cada departamento, sabía que debía esforzarme por parecer profesional. Algunos de ellos había escuchado que son un poco crueles pero nunca había logrado comprobarlo yo misma.

—Buenos días, Gale.—Le dije con una sonrisa a la secretaria.

—Buenos días. ¿Ya sabes cuál es tu nuevo piso?—Dijo ella levantándose para tenderme su mano y saludarme.

—El piso 7, conozco este lugar muy bien.—Tengo más tiempo que tú acá, conozco esto de pies a cabeza.

Subí al ascensor y fui a mi nueva oficina como si estuviera saltando en un campo lleno de flores, que era más un campo de guerra que de flores, varios empleados que ya conocía me saludaron y yo les devolvía el saludo de manera muy alegre. Sabían que yo sería su nueva "jefa" y les había agradado la idea a la mayoría según escuché en chismes de pasillo que volaban inmediatamente.

El vice-presidente de la empresa se encargó de solo recordarme lo esencial de mis nuevas funciones y de presentarme a mi secretaria que era una pasante muy buena según el informe de su superior anterior superior que pertenecía a otro departamento. La oficina estaba impecable, muy refrescante por los ventanales que quedaban detrás de mi con una vista pulcra a la mayoría de la ciudad como era de esperarse.

Dejé mi bolso en la mesa y encendí el ordenador frente a mi, habían muchos documentos que revisar dentro del correo que ya estaba por defecto programado para que yo pudiera usarlo, logré ver un sin fin de pasantes que iban a salir este año dentro del último reporte entregado por la anterior encargada hace una semana. Sabía que esta empresa era reconocida y de primera, pero jamás pensé que tuviese tantos programas de pasantes fuera de las instalaciones principales.

Esto a mi me parecía una gran pérdida de dinero porque eran grupos muy pequeños que ni siquiera estaban en lista de nuestras, algunos eran solo grupos determinados al cargo de alguien relacionado a nosotros, pero ellos no tenían con la empresa una relación como empleados y empleador. Era parecido todo a unas listas fantasmas de manera muy clara casi que un idiota lo vería, esto no era para nada regular, y más aún siendo tan recientes. Busqué unas carpetas y las archivé para llevarlas a la reunión siguiente.

La puerta se abrió haciéndome salir de mis pensamientos.

—Señorita, tiene una reunión.— Dijo mi secretaria como si hubiera leído mis pensamientos.— Es en el piso de arriba, comienza en 5 minutos debe de ir rápido.

—Vale, ya voy.—Le dije mientras cerraba los archivos.

Cuando llegué sólo quedaban dos puestos libres uno donde supongo va otro jefe y el mío al lado de mi anterior jefe, Morgan. Jefe de Contraloría.

Jefe deseado.Where stories live. Discover now