A veces las cosas no resultan realmente como uno quiere, mi abuelo me crío desde que tengo memoria entrenandome como su Tsuguko. Me sé todas las posiciones del rayo más dos nuevas que he creado.
Iba a la selección final cuando trajo a casa a dos nuevos estudiantes que al poco tiempo los convierte en mis hermanos.
Con Kaigaku me costó adaptarme pero aprendí a quererlo ya que debajo de toda esa capa de arrogancia y frialdad hay una ser que realmente se preocupa por los suyos podiendo llegar a ser amable pero su orgullo no lo deja atrás.
Zenitsu es todo lo contrario al mayor pero es adorable, atento y apesar de ser un joven llorón a la hora de los entrenamientos se preocupa por nosotros, sobre todo por mi. Le tome mucho afecto, tanto que temo algún día demostrarle mis verdaderos sentimientos.
Respiré profundo tomando la katana de mi mentor, me coloque la ropa de entrenamiento que siempre llevo conmigo preparándome para cualquier cosa.
-Ojii-san... Ya me voy -hable despacio esperando su respuesta desde el otro lado de la puerta, el próximo año le tocara a Zenitsu así que tiene que prepararse.
-Rezaré por ti hija mía -respondió saliendo se su habitación, le di un fuerte abrazo antes de partir, me separé de él bajando con sigilo las escaleras. No quiero despedirme de ellos, ya me es difícil hacerlo de mi abuelo.
-¿A dónde crees que vas? -Me hablo una voz grave detrás de mi, suspire pesadamente girando sobre mis talones para verlo, sus ojos azules me ven con detenimiento, envidia y preocupación. Había logrado salir de la casa con éxito pero debí suponer que él sabría lo que haría.
-Volveré a verte Kaigaku -sentencie dando media vuelta pero rápidamente se poso delante de mi dejando un fuerte beso en mis labios que a duras penas correspondí. Mire detrás de él la figura del rubio con una mirada de tristeza y molestia terminando de correr al lado de nosotros.
No dije nada más separándome del pelinegro, justo ahora se le ocurre hacer este tipo de cosas sabiendo que estaré arriesgando mi vida durante una semana.
Apreté mis dientes alejando todo tipo de duda o resentimiento. Agarre el mando de mi katana al caminar apresurando el paso hasta la enorme montaña apodada como la "prisión de glicinas".
(...)
Después de aquella exhaustiva bienvenida por parte los hermanos me he dedicado a cortar cabezas y pidiendo para que estás personas convertidas renazcan en forma humana y con un mejor destino.
Es triste ver cómo tantas personas fueron convertidas por cualquier razón, a pesar de que son demonios... ¿Qué diferencia tienen de nosotros los humanos? Hay quienes llegamos hacer incluso peor que un demonio mismo.
Realize la primera postura matando a tres de un solo golpe, comenzó a llover mezclando el olor metálico de los cuerpo quemándose con el de la humedad que genera la lluvia.
Mire el cielo nublado dejándome llevar por esas gotas de agua que caen a cántaros. Mire de nuevo al frente preparándome para pelear, tengo que sobrevivir si quiero llegar con Zenitsu.
*****
7 días después.
Caminaba apoyada de mi arma, mi cuerpo pesa a tal grado de querer desnudarme en medio de la calle y caminar ligera. Subí la montaña encontrándome con su débil imagen esperando en la puerta de la casa medio adormilado.
Una sonrisa boba se forma en mis labios al ver la imagen tierna de su ser pero lamentablemente no puedo seguir en pie.
-¡Zenitsu! -Grite débilmente desplomandome en suelo viéndolo acercarse rápidamente.
(...)
Desperté sintiendo un peso en mis piernas, acaricié su cabello con una sonrisa depositando un suave beso en sus mejillas sacando un sonrojo de mi parte.
-Suaves... -susurro despertando de su sueño, nuestras miradas se conectaron en un momento hasta dejar de pensar. El rubio unió nuestro labios en un beso recargado de amor, temor, celos pero con mucha pasión.
Se subió arriba de mi acorralándome contra el futón bajo sus besos hasta mi cuello colocándome deseosa y temerosa. Aferre mis manos a mi camisa sintiendo sus besos.
Respire entrecortada cuando un sonido extraño se escuchó al separarse, me miró sonrojado pero yo lo estaba más.
-Zenitsu... -susurre su nombre de una manera tan sexy que ni siquiera yo misma conocía alterandolo por completo unimos nuestros labios nuevamente está vez con más desenfreno hasta que se nos acabó el aire-. Te quiero -declare sin apartar mis ojos de los suyos que expresan sorpresa.
Comienza a llorar mojando mi cara, nos sentamos correctamente uno delante del otro para hablar pero la interrupción en mi cuarto no se hizo esperar.
-Haz vuelto fastidiosa -dijo Kaigaku entrando al cuarto haciendo al rubio a un lado para abrazarme.
-También me alegra verte Kaigaku.
Acaricio mi rostro delicadamente hasta dejar un corto beso en mis labios, trate de apartarme pero me lo impidió al tener mis muñecas agarradas. Mire a Zenitsu por encima de su hombro; no decía nada él simplemente se fue dejándonos solos.
-¿Por qué lo haz hecho?
-Tiene que entender que no tiene oportunidad. Tu vas a ser mía, te quiero __________ y no como una hermana.
-A veces resultas tan idiota Kaigaku, sabes muy bien lo que siento por él y si piensas que eso cambiará estás equivocado.
Lo empuje está vez con más fuerza saliendo de mi cuarto, voy a bañarme y hablar con Zenitsu. Es hora de que exprese lo que siento.
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One shot de nuestro amado en proceso :3 quería subirlo anoche pero por el cansancio me quedé dormida y lo tuve que terminar ahora en la mañana. 😅😅😅
