Capitulo 10

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·DURMIENDO CON EL ENEMIGO·

Luego de una larga noche de sórdida inconciencia Zim despertó, todo magullado y con una migraña de los mil demonios, en lo que parecía ser la cama con sábanas blancas de una pequeña e improvisada sala de enfermería. En una silla que estaba junto a la cama estaba sentado Dib, durmiendo a pata suelta y con un vaso vacío que le colgaba lánguidamente de un brazo.

Tratando de ordenar sus ideas de a poco y de entender adónde rayos estaba Zim comenzó lentamente a recordar poco a poco los sucesos que habían acontecido apenas horas antes: la caída, el golpe, la persecución, los de Der Widerstand corriendo tras él..ese beso que no había podido ser por una fracción de segundo...  

Turbado por las cosas que estaba recordando Zim volteó a ver a Dib, quien dormía como si hubiera estado despierto toda la noche. Lentamente, y con un arranque de coraje salido quién sabe de donde, Zim extiende una mano y le acomoda a Dib un mechón rebelde de pelo que le caía graciosamente sobre el rostro. Mientras esbozaba una pequeña sonrisa comenzó a recordar todo lo que había pasado con Dib en esos últimos días, la forma en que se habían estado tratando y las situaciones en que habían estado involucrados...Lentamente, extendió una de sus manos e intentó tocar al durmiente Dib...  

Un sonido de pasos que se acercaban rápido por el pasillo contiguo lo hicieron desistir de su intento y, en vista de que hasta el momento aparentemente había sobrevivido sin más a aquel lugar, decidió hacerse el dormido y dejar que sucedieran las cosas. 

Medio segundo después de que Zim se hizo el dormido Dina irrumpió en la habitación, mirando de reojo la cama donde "dormía" el irken todo vendado con evidente recelo. Zim, desde la cama y con un ojo apenas entreabierto, la vio acercarse a Dib, agarrarle los hombros y zarandearlo con fuerza. 

- iDib, despierta! 

Zim apretó con fuerza uno de sus puños bajo las sábanas. Odiaba que tocaran a su Dib.
El humano, asustado por la sacudida, se cayó de la silla y rompió el vaso al caer éste al suelo. Se frotó la cabeza, adolorido, y miró de reojo a su capitana.  

-Te quedaste TODA LA NOCHE despierto junto a su cama, Dib -dijo Dina, en un tono suave pero con algo de mordacidad.  

Dib se levantó lentamente, tratando de no cruzar su mirada con la de Dina.  

-Estaba vigilando que no escapara, es todo- respondió nerviosamente, inclinándose a levantar los restos del vaso que había en el suelo -Conozco a este irken desde antes de la invasión, bien lo sabes, y sé del tipo de cosas que es capaz con tal de huir...  

Más las excusas de Dib no parecían surtir efecto alguno en Dina.

-Dib, vi cómo lo mirabas- respondió, con un tono acusante que casi daba miedo- Anoche pasé y vi cómo lo mirabas, vi la cara que ponías al verlo postrado en esa cama. Casi te noté sudar frío, de nerviosismo...  

Dib apartó la mirada, avergonzado. Detestaba esa especie de intuición natural que tenía Dina para esas cosas.  

-Te conviene ser franco conmigo Dib, es lo que te conviene- recalcó la capitana mirando recelosamente al Zim, quien asustado cerró su ojo al notar la mirada de Dina -Tarde o temprano siempre me entero de todo...Y dudo que quieras que me entere por terceros...   

Dib tragó saliva silenciosamente, tratando de no parecer demasiado culpable frente a la capitana. Tras estas palabras Dina se retiró, dejando a Dib parado junto a la cama del irken y preguntándose si aquello había sido una amenaza. Zim, al notar los pasos lejanos de Dina, juntó valor y se sentó en la cama.  

✖ I HATE YOU ✖  ◦ZADR◦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora