3

7 0 0
                                    

Sonaba Don't Start Now de Dua Lipa por toda la casa. Había un montón de gente bailando, otras tantas en la barra que estaba en el patio de la casa y unas cuantas más en la cocina.

- ¡Hola chicas! – Dijo Ash acercándose a nosotras.

No me había dado cuenta que seguíamos paradas en la puerta, observando todo.

- Están muy... -nos observó de pies a cabeza. Su vista se detuvo en Karen – lindas – sonrió.

Karen sonrió coquetamente.

- Gracias, tú también estas muy guapo – llevaba una camisa floreada con los primeros botones desabrochados, dejando ver un poco su pecho, y unos pantalones negros.

- Gracias linda – le guiñó un ojo – vengan, les invito un trago

Empezó a dirigirse al patio seguido de Karen y yo detrás chocándome con algunas personas. Miraba a mi alrededor como la gente bailaba tan pegados, algunas chicas con ropa reveladora bajaban hasta tocar el suelo mientras tenían a un chico atrás. "Yo llego a intentarlo y me caigo" pensé.

Como no miraba al frente me choqué con alguien.

- ¿Por qué no miras por donde vas, tarada? – me gritó una chica que ahora tenía una mancha de alguna bebida en su vestido corto, ajustado y rosado.

- Lo siento, yo...

No pude disculparme ya que un chico de la llevaba del brazo la jaló, obligándola a caminar.

Me quedé observándolos mientras subían al segundo piso. El tenía una espalda muy ancha.

- ¡Aquí estas! – apareció Karen entre toda la gente para agarrarme del brazo y dirigirnos al patio, cerca de la barra donde estaba Ash.

- Bueno chicas – nos dio un vaso a Karen y a mí – esta es mi especialidad, Fernet con coca – tomó un sorbo de su vaso – pero les aviso que es un poco fuerte – sonrió y se dirigió con un grupo de chicos que los estaba llamando, no sin antes decirnos que si queríamos más le pidiéramos al barman.

Miré el líquido que contenía el vaso, era negro y tenía un poco de espuma. La verdad que nunca había tomado alcohol, pero dijo que tenía coca cola, asi que no creo que sea para tanto.

Al primer sorbo lo sentí un poco amargo, pero a medida que iba tomando le sentí cierto dulzor.

- Ven, vamos a bailar – Karen me tomó de la mano y nos dirigimos a la pista.

Ella movía sus caderas de forma sensual y yo trataba de seguirla, Karen me sacaba un montón de fiestas de ventaja.

- ¡Muy bien Alex! Te estas soltando.

Cuando me di cuenta mi vaso ya estaba vacío, creo saber la razón de mi soltura.

- Voy a buscar más – le señalé el vaso y ella asintió.

- ¡No te tardes!

- Hola nena, ¿Puedo bailar contigo? – le preguntó un chico un poco alto y bastante guapo a Karen

- ¡Tárdate todo lo que quieras! – me gritó Karen y me reí negando con la cabeza.

Después de un par de empujones y bastantes insultos de personas por tropezarme con ellos, logré salir al patio y dirigirme a la barra la cual estaba con poca gente alrededor.

- Disculpa – se giró el barman a mi dirección - ¿Me sirves un fernet con coca? – el asintió y se puso a hacer mi trago.

Me senté en uno de los taburetes de la barra, mirando hacia abajo jugando con mis manos, cuando dos personas se sentaron en los taburetes a mi lado.

- Me encantó lo que hicimos allá arriba – alcancé a escuchar ya que afuera no se sentía tan fuerte la música – lástima que mi vestido este tan pegajoso por culpa de esa tarada.

¿Esa tarada soy yo?

Levanté mi mirada y me encontré con los ojos de la chica, cuando me reconoció me miro con ojos llenos de furia.

- Esa es la chica – me apuntó y el chico de espalda ancha que estaba con ella se giró en mi dirección – ella es la estúpida que arruinó el vestido que me regalaste.

No le preste atención, no podía. Estaba observando esos ojos que hace más de un año no veía. Esos ojos con los que pasé momentos hermosos y otros terroríficos, que solo recordarlos me pone la piel de gallina.

- ¿Alexia?

Mierda, su voz.

¿Segura?Onde histórias criam vida. Descubra agora