Una visita no deseada.

459 44 68
                                    

Narra Caleb.

Dieciocho años después del incidente.

Martes 5 de junio, 2:21 PM

Mi vista esta fija en un solo punto, en ella, parece tan apacible entre sus sueños, como aquella vez que la vi cuando se supone tuve que cuidarla, es como si durmiera, su aroma es el mismo que me aturde con locura de tan solo estar cerca de ella.

Tal vez aunque duerma por mucho tiempo ese sentimiento no va a desaparecer, no si ella vive, siempre la amare aun que no pueda saber más de ella, mi hijo está dormido mientras parte de su cuerpo reposa en la camilla de su madre, sosteniendo su mano con vehemencia, mi hijo, si eso es él desde que lo tuve en mis brazos, en aquel momento y aun ahora llegue a sentir una ese sentimiento paternal del cual mi padre sufrió con nosotros, de cuidar y querer a un cachorro, desear lo mejor para el mismo y de ser necesario dar la vida.

Camino a él y veo a mi pequeña compañera, me acerco a ella besando su frente y mejillas como lo hago cada vez que estoy aquí, Eros duerme y lo sé, es de sueño pesado así que son los únicos momentos en los que no pone atención al olfato e instintos, tal vez una dicha o no, me siento del otro extremo tomando la mano libre de ella, mis labios se aprietan mientras la veo.

-Lamento lo que tuviste que pasar, lo que tienes que pasar -Mencione cabizbajo, si tan solo no fuésemos tan egoístas- Hoy cumples otro año más, sigues sin despertar querida, ya es mucho ¿no crees pequeña? Deja de dormir, pero si despiertas que sea en el cumpleaños de Eros, se volvería loco de la emoción seguro.

Mencione para verla fijamente, nada, Eros se retuerce un poco mientras algunos olores conocidos se acercan, veo a la puerta, por ella se asoman la familia de mi compañera con algunos amigos, nadie dice nada para no despertar a Eros, todos dejan un presente, desde flores hasta algunos dulces o simplemente un pequeño juguete, Hate y su familia nos ven, él se mantiene rígido viéndola a ella, Eros abre los ojos de a poco, espabilando consiguió sus sentidos y viéndonos a todos, el vio a su madre para volver apoyar su cabeza en la mano de ella.

-Aun no despierta -Murmura con un eje de molestia y un aroma a dolor- ¿Doctora? -Él sabe que Trisha está presente pero no la voltea a ver, solo tiene ojos para ella- ¿Por qué los tratamientos que tanto hacen no sirven en ella? ¿Porque esas terapias que le hacen a los humanos no la ayuda? Mencionaron una posibilidad... Yo no veo resultados.

Su voz a pesar de estar tranquila, destilaba ese aroma a molestia y al parecer algo de traición, no entiendo el por qué o tal vez si, un suspiro sale de mis labios, él toma la mano de ella con más suavidad y la coloca sobre su cabeza para moverla con cuidado como si en verdad ella le daba una caricia tierna.

-Papá -Mis ojos volaron a él notando una mueca de angustia en su rostro- ¿Crees que eso servirá en ella? -Siento su mirada fija en mí, espera una respuesta- ¿Crees que despierte? -Vuelve a preguntar y pienso en las palabras que debo usar en el.-

-Lo hará, ella lo hará -Digo con convicción, tocando así con suavidad la mejilla de mi pequeña compañera- Tengo entendido que fue y es alguien capaz de mucho, incluso volvió de la muerte cuando era tan solo una niña, ella volverá, solo está descansando más de lo debido, piensa que es como tu hibernación o la de los otros.

El me dio una sonrisa tranquilo, asintiendo con la cabeza, volteo a ver a la familia quienes estaban tan cabizbajos como nosotros, veo a mi pequeña aun descansando, conectada a cada aparato que se supone debe ayudarla a vivir, solo espero en verdad, algún día despierte, no quiero que la esperanza que aun embargo en mí se rompa en la mera nada, aunque en realidad creo que ya se rompió.

Experimentos; HGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora