Amores pasados que están muy presentes

22 1 0
                                    

Dicen que toda persona tiene su mitad en alguna parte. La cuestión es ¿cómo sé quién es mi mitad? ¿Cómo poder reconocerla? 

Creo que la respuesta a esas preguntas solo puede contestarla quien la haya encontrado. Y eso es algo que se nota. Que lo sientes en lo más profundo de tu ser. Que no puedes explicarlo porque no encuentras las palabras que puedan describirlo. Solo sabes que lo sabes. Y es muy difícil experimentarlo varias veces... ya que es un amor único. 

La cosa es que, quizás, ese amor ya no forme parte de tu presente. ¿Y cómo seguir tu vida sin la persona que se supone que es tu mitad? Aquella con la que no hacían falta palabras, sino una simple mirada de entendimiento y complicidad. Aquella que te hacía todo más fácil hasta en los momentos más difíciles. ¿Si es verdaderamente mi mitad, como es que ya no está en mi presente y mucho menos imagino una vida de futuro juntos? ¿No debería encargarse el destino de dejar a ese amor en mi camino para siempre? Y lo más importante, ¿si de verdad es mi mitad, por qué ha habido sufrimiento y daño o, incluso, una ruptura?

A veces el amor no es todo de color de rosa. La palabra amor, queramos o no, va acompañada de dolor. Quien realmente ama saldrá lastimado, más tarde o más temprano. Y no podemos evitarlo. 

Una relación nunca va a ser perfecta. ¿Pero quién quiere algo así? Al final necesitamos ir aprendiendo y creciendo junto a la persona que amamos. Sólo así es como realmente se avanza. Y los errores son algo necesario en el camino. Claro que, depende de qué error. ¿Hay errores imperdonables? o, ¿ese amor se merece una segunda oportunidad cuando ya ni tú crees en ti mismo? A veces, una ruptura nos causa tanto daño que perdemos el interés por todo lo que nos rodea. Perdemos el interés por nosotros mismos. Dejamos de cuidarnos. De intentar estar bien y seguir nuestra vida. Nos aferramos al pasado y no queremos soltarlo aunque sea un clavo ardiendo que lo único que nos hace es mal. Y lo cierto, es que sólo el tiempo es la clave. Aunque no siempre el tiempo cura todo. A veces ni toda una vida es suficiente para olvidar a una persona. O lo que es más difícil, olvidar lo que sentías estando con tu "mitad". 

Aunque suene egoísta, muchas personas confunden conceptos diferentes cuando han pasado una ruptura. Una cosa es echar de menos a tu pareja y otra muy distinta cómo te sentías o eras cuando tú estabas con ella. Hay que saber diferenciar esos sentimientos. Podemos echar de menos lo que nos hacía sentir pero luego no querer que vuelva esa persona. Y, ¿qué hacer cuando echas de menos pero no sabes si intentarlo una vez más traerá cosas positivas? Hay que ser muy fuerte para acceder a dar el paso y arriesgarse. Pero, ¿qué es la vida sin riesgo? ¿Qué es la vida sin algo de improvisación? ¿Qué es la vida sin errores o intentos? Nada. Absolutamente nada.

[CONTINÚA]

Amor y otras cosas sin sentidoWhere stories live. Discover now