E P Í L O G O

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- ¿Lista? - inquirió Tyler y me tendió el brazo para que lo tomara. Estaba temblando de pies a cabeza pero cuando enlacé mi brazo al suyo me sentí ligeramente mejor.

- Sí. - asentí tras respirar profundo y finalmente las puertas de la iglesia se abrieron.

Era una ceremonia pequeña, sólo con la familia de Josh, Jenna, Tyler y su familia, nuestro pequeño Jim y nuestra familia de Trench que había viajado desde todo el país para acompañarnos en ese día. Era todo lo que necesitábamos. Todas las personas que importaban en el mundo estaban dentro de aquella hermosa y acogedora iglesia.

Mientras Tyler me llevaba al altar, ví los ojos a mí alrededor. Habían ojos llorosos, sonrisas radiantes y suspiros mientras me veían avanzar en mi amplio pero sencillo vestido blanco, ajustado a la cintura.

Cuando alcanzamos el altar, Josh aguardaba con ojos llorosos, ataviado en un impecable traje negro que lo hacía lucir realmente bien. Cómo un sueño hecho realidad.

- Felicidades bobos. - dijo Tyler con una sonrisa orgullosa, cuando soltó mi brazo y estrechó a Josh efusivamente. - Estoy realmente feliz por ustedes.

- Hola, extraña. - saludó Josh, una vez tomó mi mano y noté que las suyas sudaban.

- Hola. - respondí. - ¿Has visto al hombre con el que se supone que me case? Es el de los tatuajes coloridos y los rulos despeinados. - bromeé y él soltó una risa queda.

La ceremonia procedió en armonía. Cada tanto Josh y yo intercambiabamos una mirada que siempre estaba acompañada de sonrisas amplias o ojos llorosos... a veces ambos. Cuando Jim, ataviado en un traje idéntico al de Josh, caminó hasta el altar con una pequeña cesta en su boca que contenía los anillos, todos rieron o soltaron exclamaciones de ternura. Josh había pasado semanas entrenándolo para aquello.

- ¡Buen chico! - halagó Josh orgulloso y se arrodilló para que Jim pudiera lamerle el rostro, lo acarició y luego volvió con los anillos. Mi corazón latía desbocado por esos dos.

Josh dijo sus votos. Yo dije los míos. Y cuando finalmente fuimos marido y mujer, él me tomó alegremente por la cintura, me hizo girar en sus brazos y suplantó un dulce y ansioso beso en mi labios.

- Ahora les presento al señor y la señora Dun. - anunciaron y los aplausos no se hicieron esperar mientras hacíamos la caminata hacia el exterior de la iglesia.

Más tarde en la recepción, mientras teníamos nuestro primer baile como casados, Josh, con su mano en mi cintura me obligó a retroceder un poco para mirarme a la cara.

- Tengo noticas importantes que compartir contigo. - musitó y lucía emocionado y nervioso. - No quería decirte antes porque nada es más importante que esto, que nosotros pero... no puedo guardarlo más.

- Amor, ¿qué pasa? - inquirí, genuinamente intrigada.

- Recibimos una llamada de la discográfica ésta mañana. - explicó lentamente. - A Vessel le está yendo mucho mejor de lo que esperábamos y... - hizo una pausa y yo lo sacudí por los hombros para que terminara de hablar. - quieren que hagamos una gira internacional.

- ¡Oh, Dios mío! - chillé y abrí los ojos como platos. - ¿No estás bromeando? - Josh negó con la cabeza y sonrió, habíamos parado de bailar y toda la atención estaba puesta en nosotros. - ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Josh! - comencé a gritar y me abalancé sobre él. Él me alzó y enrosqué mis piernas alrededor de su pelvis a pesar del vestido. - ¡Mi esposo dará una gira mundial! - grité para que todos pudieran escucharlo y una vez más el aire se llenó de aplausos y vítores. - Estoy tan, tan, tan, orgullosa de ti. - dije contra sus labios, con ojos llorosos.

- ¿Es eso un sí? - inquirió, con sus brazos rodeando mi cuerpo. - ¿Te irías conmigo de gira? - consultó y parecía ligeramente temeroso de la respuesta.

Había buscado un hogar toda mi vida. Había ansiado ese sentimiento de pertenecer, de saber cuál era mi lugar en el mundo. Amaba a Josh más de lo que creía posible. Viviría por él, moriría por él y mataría por él sin dudarlo.

- Con gusto dejaré mi casa para seguir a mí hogar alrededor del mundo. - musité y él esbozó una amplia sonrisa antes de atraer mi boca a la suya y fundirnos en un beso eterno.

Finalmente lo había conseguido. Él era mi hogar.

WELCØME TØ TRENCH | [Josh Dun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora