Ya no hay nada que perder.

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Cada vez es más difícil encontrar personas que no estén pasando por serias y graves dificultades. Cada día es un nuevo tiempo de espera, un juego contra reloj, contra la enfermedad, contra la vida, contra la muerte, contracorriente, donde la fe se ve probada...

Buscamos, cada vez menos encontramos, quizás porque buscamos donde no debemos, o esperamos lo que realmente no necesitamos.

Y es curioso, que aún estando rodeados de gente, incluso "familia" cada vez son más los que se sienten incomprendidos, solos enfrentando gigantes que les devora la vida a grandes mordiscos y zarpazos.

Sea cual fuere tu caso, mi caso, nuestro caso, todos buscamos un hogar, un lugar donde nuestro corazón se sienta reconfortado, apreciado, querido, valorado... en el fondo buscamos eso más que satisfacer las necesidades más inmediatas que nos abruman, sea la salud o bienes materiales. No es lo mismo vivir en la soledad de la opulencia, que morir en los tiernos brazos del Amor, y me refiero al Amor con mayúsculas, pues incluso en ese caso, la muerte es algo pasajero.

Hoy sólo quiero encender el corazón de alguien que lo necesite, el tuyo, el mío, o ambos... sólo cuando el corazón arde con ese cariño que no es humano, es cuando uno se siente realmente libre, libre de enfermedad, aunque nos corroa por dentro un terrible dragón llamado cáncer, libre de miedos, aunque las circunstancias nos abrumen, libre de toda atadura, aunque el mundo nos enrede y nos quiera arrastrar a lo más profundo de la desesperación...

LIBRE, libertad que nadie puede arrebatar, porque no es física, no es material, está en tu corazón, en el Corazón del Creador, quien te la regala libremente para compartirla contigo y conmigo.

Cuando lo material dirige las mentes, gobierna el mundo y las vidas, es más difícil dejarse llevar por lo que no se ve, y más difícil resulta entender o aceptar que hay un propósito en todo lo que nos sucede, lo que nos rodea, un propósito que va más allá de nuestro entendimiento, de nuestra comprensión, un propósito que utiliza medios que nos duelen, y es complicado entender que el final de todo es lograr que ese Amor arda en nuestros corazones, en nuestra vida, en lo más íntimo de nuestra alma y ser...

HAY UN PROPÓSITO para aquellos que ESPERAN.

Esta es la clave, ESPERAR lo inesperado, creer lo increíble, ver lo invisible, aceptar lo intocable, escuchar en el silencio... parece imposible, pero no lo es... sólo necesitamos algo que ahora es muy escaso, TIEMPO, tiempo para abrir los ojos que están cerrados, los ojos de la mente, del alma, y ver lo que no se ve. Sólo de esta manera, pasando por lo que pasamos cada uno de nosotros, esperando pacientemente, o impacientemente, pero esperando, cada día ese pequeño milagro, es la única forma en que obtendremos el mayor de los milagros, más que una sanación, más que un buen trabajo, más que cualquier otra necesidad física o material... el milagro de perder el temor o la duda, y acercarnos sin darnos cuenta a Dios.

Ya no hay nada más que perder, sólo podemos ganar, y ganamos más de lo que comenzamos a buscar al principio, algo que ni sospechábamos o esperábamos.

Como dice Fireflight en la canción "Para aquellos que esperan", los problemas nos hacen tener hambre, un hambre insaciable que sólo algo Superior puede satisfacer, las lecciones más difíciles son las que marcan la diferencia, la diferencia entre el ayer y el mañana, entre una persona más, y alguien con esperanza, entre alguien que se deja llevar por la vida en este planeta y alguien que tiene un propósito en la Vida. Sólo por marcar esa diferencia, merece la pena pasar por lo que estemos pasando cada uno de nosotros.

Que el AMOR supremo tenga paciencia y misericordia de nosotros, y nos ayude a sobrevivir para finalmente poder VIVIR ese Regalo que nos espera, por el que merece la pena cualquier sufrimiento, y aún es poco comparado con lo que ESPERAMOS.

Aprendiendo de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora