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John y Paul voltearon a ver de quién se trataba y se toparon con un Klaus confundido.

—Oh, hola, Klaus. Dejame presentarte a mi novio John —habló Paul, a él le encantaba presumir a su novio, pero más le gustaba provocar furia en sus pretendientes, en este caso Klaus.

—¡¿Qué?! ¡¿Tu novio?!. No, no, yo soy tu novio.

—No, no. Tu querías ser mi novio, pero no lo lograste. Ahora pierdete porque nos interrumpes.

—Volveré por ti, Paul. Y también por ti cerdo deforme —le amenazó a John.

Klaus se fue dejando a Paul muy felíz y a John algo preocupado aunque no lo expresó.

—No te preocupes, Johnny, si siquiera se atreve a mirarte hablamos con mi amigo el grandulón.

—¿Y cómo lo conoces?

—¿A Klaus?

—No, a ese amigo tuyo el grandulón.

—Ah, sí. Esque hace tiempo que ví que lo molestaban mucho por ser grande y gordo, a mi no me gustaba que lo tratarán mal, entonces me hice su amigo y buscamos la forma de que deje de ser molestado, se me ocurrió que como es grande y gordo y por ende más fuerte, lo entrené y se hizo más grande y fuerte y golpeó a quien lo moleste. Ahora todos le temen.

—¿Y donde vive?, no lo he visto.

—Vive cerca de la casa del granjero, se volvió tan rudo que ahora es quien espanta a animales que vienen a molestar. Es como el perro de la casa.

—Genial, entonces supongo que no hay problemas... ¿Y cómo se llama?

—Stuart.

Pasaron las horas y era hora de que John se fuera a su rincón, y aunque quería pasar la noche con Paul prefirió respetarlo porque pensó que era muy pronto para eso. John ante todo es un cerdo decente.

Pero él no contó con que en su rincón se encontraría a Klaus esperándolo para golpearlo.

No hace falta describir como, lo que sí esque Klaus dejó a John con el ojo morado y una nariz de puerquito sangrando.

—Paul es mío, solo mío.

Y Klaus se fue.

Para lo peor George no estaba para ayudarlo, entonces decidió quedarse ahí porque le dolía todo.

En la mañana apareció George y al ver a John pensó que este estaba muerto pero luego se despertó.

John le contó todo, incluso del amigo de Paul. George sugirió que recurran al tal grandulón, pero a John le daba vergüenza ir con Paul así y que pensará que John era un cerdo cobarde y débil.

Al final George lo llevó, lo dejó ahí y se fue.

—Mi amor, que te hizo ese idiota.

—Soy un cobarde, Paulie.

—No, amor, seguramente te defendiste como pudiste pero no es justo que te haga eso. Ahora mismo iremos con Stuart.

Entonces fueron con Stuart y le contaron la situación.

—¡Claro que los ayudo!, voy a matar a ese idiota —dijo Stuart ansioso por golpear a Klaus.

—Gracias, Stu.

—No tienes que agradecermelo, amigo John, Paul es mi superhéroe, le debo todo.

Después de visitar a Stuart los cerditos se fueron a pasar la tarde juntos, cuando oscurecida pudieron ver a Klaus siendo revisado por el granjero para ver si no estaba muerto, Stu lo había dejado muy mal, incluso el granjero se lo llevó al veterinario de la granja.

—Te amo, bebé.

—Y yo a ti, mi Johnny.

Los cerditos se besaron y esta vez sí pasaron la noche juntos haciendo puercadas de cerditos.

Piggies || McLennon ||Where stories live. Discover now