-01: Green Gables

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01: Green Gables






LA PEQUEÑA ESTACIÓN ERA SOLITARIA, O AL MENOS ESO LE TRASMITÍA A MARIE, la señorita que las había acompañado se había ido dejándolas solas a la espera de los señores Cuthbert. Anne se dedicaba a hablar sobre la belleza de aquel árbol de flores blancas que había a metros de donde estaban sentadas. Después de unos largos minutos, un hombre arribó al lugar. Era mayor, algo, de pelo canoso y porte amable, los ojos claros las miraron con duda pero terminó por ingresar a la estación —¿Es él, no?— pregunto Anne.

Marie se encogió de hombros levemente, su rostro formó una mueca —Supongo que sí

—¡La señorita dijo que usted iba a recibir a dos señoritas, y aquí están, así yo me voy!— las hermanas oyeron los pasos del viejo hombre de la estación de tren, después de que este salió, el hombre de antes camino a paso lento a ellas. Anne fue la primera en levantarse.

—¿Usted es el señor Cuthbert? Mucho, soy Anne, y ella es Marie — presentó a la mayor, la cual, se levantó unos segundos después.

—Matthew...— respondió el de ojos azules. Se le notaba incómodo y bastante sorprendido, miro a ambos lados y sus manos se movieron por sobre los bolsillos de su pantalón pero no descansaron allí.

—Se que quizás no seamos lo que esperaba, pero somos más fuertes de lo que parecemos y además podemos ayudar con muchas cosas

Marie observó como Anne hablaba sin parar y estaba a punto de tener algún otro vómito verbal, así que chocó el codo en contra del costado de su hermana —Bueno, vamos...— murmuró el señor Matthew Cuthbert, se movió un poco incómodo e hizo una seña para empezar a caminar —¿Quieren que lleve sus bolsos?— preguntó. Anne negó explicando que su bolso tenía algunas "mañas" especiales.

—No se preocupe, señor Cuthbert, no es pesada — se excusó Marie comenzando a caminar a su lado, pronto terminaron sentados en la carreta, de la cual, Anne le dio al caballo el nombre de Belle.

—Es un lindo nombre — murmuró Marie cuando empezaron a andar. El viento movió las hebras de su cabello y agradeció el tener un semi recogido, de cualquier otra forma cuando la carreta se detuviese, la humedad haría lugar allí inflando todo su cabello. Minutos de viaje después, Anne comenzó a hablar.

Y no se detuvo.

El señor Matthew Cuthbert acotaba algunas cosas cuando no se sentía tan incomodó como para hacerlo, pero se notaba que no era alguien que hablase mucho, al igual que ella. Marie sonrió cuando Anne se detuvo para tomar aire y aprovecho el silencio para dirigirse a el hombre —Me disculpó Anne si habla mucho, suele tener esa costumbre y sus palabras son tan cultas que irritan a muchas personas al no lograr entenderlas pero a pesar de eso la incentivó a eso puesto que no hay nada mejor que una señorita culta. — emitió la mayor —Entiendo que no es una persona que no habla mucho, así que no se sienta obligado a contestar, es suficiente con que la escuché, no hay nada más lindo que prestar atención a lo que dice — termino por decir dándose cuenta de había emitido su cuota diaria de habladurías.

Realmente no era buena con las palabras.

Anne sonrió y Marie se preparó para otros treinta minutos de discursos intensos pero no le molestaba, de hecho siempre adoraba escuchar lo que su hermana tenía para decir. Le hubiese gustado poseer aunque fuese el uno por ciento de su imaginación, inteligencia y creatividad. —Mi hermana tiene razón, si desea que me calle solo dígalo...me lleva esfuerzo pero puedo lograrlo— dijo insegura la menor.

Young and Beautiful | AWAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora