LIES ⬖ ● RUBEGETTA ● ⬗

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Fargan volaba rápidamente sobre las casas del pueblo, en sus brazos cargaba a Rubius, el cual, desmayado, estaba desangrándose; cuándo llego al consultorio del médico Auron (el cual también era el psicólogo del pueblo) abrió la puerta de golpe, y se encontró con ¿Vegetta? era raro, nunca lo veía en ese consultorio.

Auron se dio cuenta de la situación y enseguida tomó a Rubius y lo puso sobre la camilla, mientras que el de ojos lilas solo se limitaba a ver estupefacto la escena, la sudadera antes blanca del chico oso ahora era roja, había sangre en toda la camilla y... ya no pudo ver más, Auron los había sacado del consultorio.

El corazón de Vegetta parecía estarse deteniendo, ese no era Rubius ¿no? No podía ser él, Rubius no estaba en esa camilla, él estaba bien, él tal vez estaría en su casa durmiendo hasta tarde por su turno nocturno del anterior día... ¿no?

- ¿Qué... qué le pasó? - habló Vegetta con una voz temblorosa, tenía miedo, miedo de perder a ese chico que apenas había conocido, miedo de perder al chico que le interesaba. Y es que estaba tan confundido, no pensó que sentiría algo así por el chico en tan poco tiempo, le llevó años enamorarse de Willy, pero llegó Rubius, de la nada y ahora su vida era un tornado de emociones.

-No lo sé, llegué cuando una niebla se dispersó y lo encontré tirado en el suelo desangrándose- dijo Fargan con preocupación en su voz.

Después de unas horas (que al de ojos lilas le parecieron años), Auron salió de la sala para sentarse en las sillas que estaban afuera y soltar un suspiro, casi al momento, Vegetta y Fargan se acercaron a él:

-Auron por favor dime que Rubius está bien- dijo Vegetta desesperado.
-Sí, lo está, la herida fue superficial pero la cantidad de sangre perdida y el dolor lo hizo desmayarse, Fargan, lo trajiste a tiempo muchas gracias- dijo Auron dirigiéndose al chico búho el cual solo asintió con una sonrisa de alivio.
- ¿Puedo verlo? - preguntó Vegetta, quería ver que su osito estaba bien, quería ver la sonrisa del de cabellos claros, ¡quería verlo, joder!

-Por ahora debe descansar, con la herida y el turno nocturno debe estar agotado, les recomiendo que vayan a sus hogares y se relajen, él quedará en buenas manos y, Vegetta, nuestra consulta quedará para otro día ¿vale? -.

El de ojos lilas asintió y junto al chico búho salió de ahí para después despedirse del mismo e ir a su hogar. Vaya comienzo de día que había tenido, almenos el motivo de la consulta por la cual había ido con Auron ya estaba claro.

Había programado la cita porque quería hablar sobre sus sentimientos con respecto al osito, estaba claro que Rubius le interesaba, pero aún no estaba seguro de quererlo cómo algo más, sin embargo, la vida da giros inesperados y, después de ver al chico tendido en esa camilla desangrándose e inconsciente, se dio cuenta que necesitaba a ese osito, ese osito que le daba sonrisas tiernas, a ese osito que, cuándo se sonrojaba bajaba sus orejas, necesitaba a ese osito que lo había vuelto loco con solo días de su llegada.

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Por aquí otro capítulo más, espero les guste, que tengan una buena tarde. ✨♥️

                                                              -Dx1oP-