II: Tratamiento

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La mañana siguiente Enji fue el primero en despertarse, su reloj interno era preciso como reloj suizo. Con dificultad salió de la cama sin despertar a Hawks a quien tenía adherido a la camisa como garrapata, se reemplazo entre los brazos del rubio por una almohada y caminó hacia la cocina. Aprovecharía a desayunar algo e irse antes de que llegase Mirko.

Dejó suficiente café en la jarra de la cafetera y le escribió una nota para la heroína coneja la cual pegó en el refrigerador donde indicaban las horas en las que Hawks debía tomarse sus medicinas y cuanta era su dosis. Salió del departamento a un cuarto para las seis de la mañana y se dirigió hacia su empresa.

Aquel día tenía demasiado papeleo pendiente debido a que tenía que corregir los informes del día anterior y los de ese mismo día más otro montón de documentos que no paraban de llegar, cosa que lo estaba estresando un poco y eso se notaba en sus flameantes llamas que estaban más grandes que cualquier otro día. Una vena hinchada se podía notar en su frente mientras firmaba, leía y contestaba llamada tras llamada que iba llegando.

Una nueva llamada entrante fue la gota que rebasó el vaso, tomó el teléfono con rabia y gritó qué diablos quería la otra persona al otro lado de la línea, sin embargo se dio cuenta que aun escuchaba el sonido del teléfono sonando pero lo tenía en la mano. Se percató de que lo que sonaba no era el teléfono de su oficina sino su celular. Era Mirko,

Cuando despasó la llamada para tomarla lo primero que escuchó fue una serie de gritos de parte de Mirko y Hawks de fondo. Puedo distinguir un "¡calmate ya maldita sea!" por parte de la muchacha y un "¡Me calmo una mierda no vas a obligarme a nada, rabo de pompón" a la lejanía de parte del rubio. Se presionó el tabique de la nariz pensando en qué carajos había pasado ahora, presionó el altavoz y esperó.

-¿Endeavor? ¿Estás ahí? -inquirió, se escuchaba como si estuviese luchando contra algo además de un leve grito de sorpresa.

-Te escucho, Mirko -respondió firmando los papeles que tenía en la mesa-. ¿Qué le pasa al pajarraco con rabia?

-¿¡También tiene rabia!? ¡Haberlo dicho antes, me mordió una oreja! -lloró la chica.

-¡Mirko! -gritó fuera de sus cabales y sus llamas alcanzaron el techo. De fondo aún se escuchaba a Hawks gritando que si se le acercaba le perforaba la otra oreja de otro mordisco-. ¿Qué está pasando?

-Pues en la nota que me dejaste decía que debía tomarse una de las pastillas a esta hora, ¿no? -Enji asintió aunque Mirko no podía verlo-. Pues que se ha puesto como un energúmeno cuando se le di para que se la tomara.

Enji se preguntó por qué esas cosas le pasaban a él.

-¿Qué pasó exactamente? -pidió saber.

-Empezó a gritar que no se iba a tomar nada si no se la dabas tu -relató-.¿Qué tiene de especial que se la des tú? ¿Acaso no confías en mi maldito rubio oxigenado?

Lo último la chica lo gritó en la dirección en la que se encontraba Hawks.

-Intenté hacer que se la tragara pero me la escupió en la cara, se ahogó con el agua y empezamos a forcejar y tirarnos el cabello -Enji no podía creer lo que estaba escuchando-.Siguió gritando que solamente se iba a tomar la medicina si se la dabas tú, ¿puedes venir a solucionar esto? O al menos habla con él.

-Pásale el teléfono -pidió a la heroína y escuchó cómo luchaba por acercarse al ex-emplumado quien al parece la estaba amenazando con una escoba en mano-.¿Hawks?

-¡Cómo te atreves a dejarme a merced de ésta loca! -gritó enojado por el teléfono y si Endeavor lo hubiera tenido pegado a la oreja se habría quedado sordo.

𝓑𝓾𝓻𝓷𝓲𝓷𝓰 𝓕𝓮𝓪𝓽𝓱𝓮𝓻𝓼🔥 【 Endehawks 】Where stories live. Discover now