Quién hubiera imaginado que el inocente guardía seitarou tanabata estuviera casado. Y de pasó con la hermana menor de hajime sugoroku, sugoroku.
¿Qué pasaría si ella fuera a la prisión de visita?.
¿Qué harán sus hermanos y su esposó?.
¿Como reaccio...
Silencio se produjo después de que la mujer había saludado al supervisor del ala 5.
—Oye...¿quien eres tú? —preguntó.
— Upss perdón mucho gusto soy (_______) de Tanabata encantada de conocerte —se presentó educada mente.
—¿Eh?.
—Mis disculpas supervisor, ella es mi hermana mayor y ella había venido a ver a Seitarou-kun— explicó el menor de los sugoroku—pero nos pedimos perdón todavía no me acostumbró— se disculpó apenado.
—Mmm ya veo espera...¡¿TU HERMANA MAYOY?! —samon miraba a la mujer sorprendido mientras que esta tomaba tranquilamente el té que le ofrecieron, aquélla mujer tan linda era la hermana del gorila.
No se lo creía, ni aunque la viera en persona.
—Hai— hitoshi estaba feliz de ver a su hermana, pero también estaba preocupado por su condición.
Dejando salir un suspiró cansado decidió mejor llevárselos al lugar de visitas del ala 13.
No quisiera lidiar con aquel gorila de aquella ala.
—Muy bien vamos los llevaré—dijo mientras que abría la puerta.
—Muchas gracias.
Agradeció mientras que se paraba con la ayuda de su hermano y de Youriki.
Y el monito se dio cuenta que la mujer estaba embarazada, ahora comprende el porque aquellos tres hermanos estaban con ella rodeándola.
La estaban cuidando.
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Por cosas del destinó el samon gokkuu fue llamado a la oficina de la alcaldesa, aparté de que hitoshi se le llamo.
—Oh vaya, no se preocupen yo puedo ir sola—sonrió amablemente.
—No no no —negaba hitoshi.
Se negaba profundamente dejarla sola.
—Con su permiso—haciendo una pequeña reverencia el supervisor del ala 5 se fue.
—Tu solo dime por donde y llegaré rapidito— se empezó a sentir algo molesta.
Odiaba que la trataran como si estuviera lisiada, qué obviamente no lo estaba solamente estaba embarazada.
Aparté cuando experimento de primera mano lo que se siente no poder caminar, jamás pensó que su primera luna de miel se la pasara tres días seguidos en la cama por culpa de su amado y cariñoso esposo.
Ella jamás pensó que el tuviera aquella faceta por su personalidad inocente.
—Mira aquí es —Ah si había olvidado que su hermano la acompañaría hasta el ala 13.
—Gracias hito-nii-chan— y besó cariñosamente la mejillas de su hermano menor.
—Cuidate y ve a la enfermería como acordamos— recordó la condición.
—Hai— y miro como su hermano se iba algo inseguro.
Y entonces puso una mirada seria cuando su hermano por fin se había ido.
A veces cansaba ser alguien tan dulce, no es mala simplemente estar embarazada no era cosa fácil.
Se cansaba muy rápido y tenía hambre las 24/7 aparte de que sus pies se hincharon un poco.
En eso escuchó algunas voces y pisadas rápidas y por lo que decían supo que eran reos que habían escapado.
—¡Ay no! Debí haber escuchado a hito-nii-chan—se sintió un poco culpable.
Ahora entendía la preocupación de su hermano, ella podía defenderse pero estando embarazada le dificultaba bastante.
En eso un chico de melena verde cayo delante de ella, y del susto se llevó ambas manos a su vientre abultado.
Protegería a su bebé cueste lo que cueste.
—Auch—se quejó el peli-verde mientras que se sentaba.
Y miró que tenía unas vendas en su rostro y cuerpo y una curiosa bola encadenada a su pié.
—Mmm ¿estas bien pequeño?—su lado maternal le ganó.
—S-sí— y se sentó mientras que se sobaba la cabeza.
Y entonces nico levantó la mirada y miro la cara preocupada de aquella hermosa mujer.
—Que linda— habló en voz alta su pensamiento.
—Huh…gracias.
—¡NICO!—gritaron unas tres voces.
—¡CHICOS!— también gritó el para que lo escucharan en donde se encontraban.
—Emm....etto yo me tengo que ir—quiso irse pero era tarde ya que los otros tres ya habían llegado.
—¡Una mujer! — uno de trenza larga la miraba con corazones en sus ojos.
—Q-que linda—otro de peinado mohicano la miraba algo sonrojado.
—Ah esta embarazada— él reo 15 fue el primero en notarlo.
—¡¿EH?! —y así los otros tres la miraron.
En eso el pequeño bebé pidió de comer.
—¿Ara? Había olvidado que no había comido nada antes de venir—se rascó la mejilla mientras que un pequeño sonrojo apareció en su rostro.
—"¡Que linda!"—pensaron.
—Venga conmigo pequeña señorita la llevaré al lugar donde hasta la mejor comida del mundo— el de peinado mohicano sonreía de oreja a oreja.
-—Oh gracias, cuiden bien de mi por favor— Y inclino un poco la cabeza.
—Hai~ —cada uno tenía una reacción diferente en sus rostros.
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—Que tiernos—pensó la mujer.
Para ser sinceros ella se preguntaba el porque esos jóvenes habían acabado ahí si se veían tan inofensivos.
