Quién hubiera imaginado que el inocente guardía seitarou tanabata estuviera casado. Y de pasó con la hermana menor de hajime sugoroku, sugoroku.
¿Qué pasaría si ella fuera a la prisión de visita?.
¿Qué harán sus hermanos y su esposó?.
¿Como reaccio...
Silenció absoluto, había en aquélla habitación. Nadie absolutamente nadie hablaba, no decían nada, solamente estaban ahí. En silencio.
Esperando por ella, o mejor dicho por ellas.
Seitarou también había entrado, kazari le dijo que se quedará, mientras que los demás tendrían que esperar.
Algunos pensaron que hajime, también entraría para estar con ella, y si no sacaría a Seitarou para el tomar el lugar de el, pero el no hizo nada, absolutamente nada, solo se quedo quitó en una esquina, mientras que fuma.
Obviamente kiji, le pensaba reclamar, pero al ver como sus manos le temblaban, cuando pretendía encender el cigarrillo, así que por esa vez decidió no reclamarle nada.
Kenshirou se sorprendió por eso, y no porque kiji no le haya dicho nada, si no porque hajime estaba tratando de esconder su miedo, el miedo de que algo malo le pasé a su hermana y a su futuro sobrina.
Porque si, el sabía que el bebé que ella y Seitarou, tendrían sería una niña.
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Mientras tanto dentro de la habitación en donde estaba la embarazada junto con Kazari.
La única mujer embarazada se encontraba inconsciente en la camilla, mientras que Seitarou sostenía la mano de Su esposa.
En sus ojos se reflejaba el miedo y la tristeza, apretó los dientes del enojo que sentía con el mismo.
¿Como no se dio cuenta antes?
Se sentía patético. Como no se dio cuenta que ella no estaba bien.
—Perdon....perdoname — murmuraba dolido, ver a su esposa en ese estado, se le achicaba el corazón.
—Tranquilo niño, ella estará bien solamente tiene que reposar por lo mínimo una semana. Ademas no ahí riesgos en el embarazo, el bebé esta bien así que no te preocupes.
— Si...muchas gracias kazari-san.
Asintiendo aviso que iría con los otros, para explicar la situación de ella. El joven guardia asintió con la cabeza.
Al escuchar que ella salió dejo salir un suspiro cansado. Con ambas manos sostuvo la mano de su amada. Le dio un besó, para después reposar su mejilla en la palma de ella.
Quería llorar, pero si lo hacia podría llamara la atención de los demás o despertala y no quiere eso. El ya no es un niño. Si no un hombre casado y apuntó de ser padre.
Mordiendose el labio inferior, se dedicó a observar la.
Estaba algo pálida, pero no tanto como antes cuándo se desmayó. Sus mejillas estaban algo rosas y sus labios estaban recuperando el color natural, miró las uñas de ella. Ya no estaban moradas. Su respiración ya era normal ya no tenía que utilizar la mascarilla del oxígeno.
