-¡ya Se! ¿No serán vampiros?- soltó mi amiga, robándome una sonrisa. Una carcajada.- No. Claro que no- negué, sin poder parar de reírme -Sino, ya estaría muerta- asegure.
Nos encontrábamos sentadas sobre una de las baquetas que había en la parte trasera del restaurant. Estábamos en nuestro tiempo libre.
-Mmm....- me miró, soltando el humo de su cigarro -A lo mejor, hay un vampiro super sexy allí, y te quiere besar- exclamó.
Volví a sonreír.
-¿De dónde sacas todas esas cosas?- le pregunté.
- No lo sé. Se me ocurren en el momento- negó, encendiendo su segundo cigarrillo.
-¿aún no lo dejas?- la miré.
-Algún día- mintió.
Mi celular sonó, obligándome a que lo buscará en el bolsillo de mi delantal.
-¿si?- contesté.
-¿la comida?- preguntó, Daysi.
-En la heladera hay un taper de color negro. Allí está la cena- le repetí por cuarta vez.
-Bien. Lo tengo- aseguró.
-¿hicieron la tarea?- levanté mi ceja.
-Amelie, aún está haciendo la suya. Yo, ya la terminé- informó.
-ayudala....-le pedí -Eres la mayor, y sabes más- agregué.
-de acuerdo....- se lamentó -Bueno. Me voy a hacer la cena-colgó.
Aleje el celular de mi oido, guardandolo en su lugar.
-¿todo bien?- preguntó mi amiga.
-Si. Esta todo bien. Están por cenar- bajé la vista.
-oye.... Esté sábado hay una fiesta. ¿te sumas?- cambio de tema.
- No... el sábado,trabajo. Y a la tarde estaré con mis hermanas- le recordé.
-El cocinero estará allí- llamó mi atención.
Apreté mi ceño.
-¿y por qué me interesaría el cocinero?- sonrei.
-Bueno. Puede que a ti,no- se puso de pié, pisando su cigarro - Pero a él si. Te está mirando el trasero todos los días. Para mi, te tiene ganas- sonrió.
Rodé los ojos.
- Yo, no le tengo ganas- murmure.
-¡anda,hana! ¡vamos!- me suplicó.
- Que, no- me molesté -Quiero estar con mis hermanas, no las veo en toda la semana- me puse de pié.
-Bien.... como quieras- se dio por vencida - Pero si no quieres al cocinero, dejamelo a mi- pidió.
Sonrei.
- Te regalo al cocinero- pase a su lado, ingresando al restaurante.
En el día de hoy, muchas personas decidieron ir a cenar. Lo cual, mi trabajo de hizo más pesado y estresante.
-¿Ya decidieron su orden?- pregunté, tomando nota.
-¡ohh! ¿Hana?- soltó una voz femenina.
Al alzar la vista, me encontré con el reluciente rostro de Scarlett. Recorrí con mi mirada toda la mesa, encontrandome a su marido, un niño, una niña y un hombre de 30 y algo años de edad.
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QUIERO COMPLACERTE
RomanceHana, es una chica de 23 años que vive junto a sus dos hermanas pequeñas, luego de huir de su casa por problemas familiares que la hicieron más fuerte que nunca. Se enfrenta a la pobreza de su actual situación, trabajando en dos lugares para poder p...