CAPÍTULO 30

4.3K 322 54
                                    

Ante que nada: Quisiera agradecer a cada una de esas personas que se tomaron su tiempo para dejar esos hermosos comentarios que me han incentivado a seguir escribiendo está historia.

Besos!😗😙 y muchas gracias.

Bueno... ahora os dejó con esté nuevo capítulo.

Llegué a la planta baja. Abrí las puertas por donde se ingresaba al edificio y salí fuera de esté. La lluvia comenzó a caer sobre mi cuerpo, mojandome por completo.

Lo busqué con la mirada, rogando que no se haya largado. Corrí en medio de la calle, deteniendome. Un auto, su auto, se dirigía en mi dirección, tuve que achinar los ojos, debido a las luces del mismo. Por un momento, temí que me atropellaria, pero pudo reaccionar a tiempo, girando el volante a la izquierda.

Cerré mis ojos.

-Eso estuvo cerca- susurre.

Miré a un costado, encontrandome con su auto. Lo logró controlar. La puerta del piloto se abrió, cerrándose con fuerza.

-¿¡ESTÁS LOCA!?- se acercó -¡POR POCO, Y TE MATO!- estalló, deteniendose justo en frente de mí.

Estaba enojado. No, furioso. Su pecho subía y bajaba debido a su agitada respiración. Sus ojos parecían destellar chispas. Y su cabello se encontraba mojado, volviéndose más oscuro que su color natural.

-¡EL LOCO ERES TÚ!- lo enfrente, acercandome a su rostro -¿Por qué le pagaste a Harry así? ¿ah?. ¡Anda! ¡Dilo!- le exigi -¿Sabes qué?. Me hace pensar que por un momento estabas.....- pero cerré mi boca.

-¿Estaba, que?- se acercó, comiendome con su mirada -Dilo- me exigió.

-Celoso- confesé.

Pero sabía que era imposible. Hombres como él, jamás habían sentido celos por alguna mujer. ¿Por qué sería la excepción?.

Sonrió, mirando a un costado.

La lluvia no se detuvo ni por un sólo instante, es más, parecía que llovía cada vez más. Me tuve que pasar mis manos por mi rostro, para alejar los cabellos mojados que caían sobre el. Me molestaban.

Su mirada se volvió a encontrar con la mía. Observandome, con detenimiento. Mientras que yo, esperaba alguna respuesta de su parte.  Necesitaba que me confirme o me niegue, así se donde estoy parada. Y que soy para él.

El suspenso, me estaba matando. ¿Y si no significó nada para él? ¿Por qué me siento como la mierda?. No entendía porque, temia que no sea nada para Enzo. Tal vez sea yo. Tal vez, fui una estúpida al malinterpretar todo. Al creer algo que no era real.

Al ilusionarme.

Mi pecho comenzó a subir y bajar, debido a los nervios, que provocaban que mi respiración se vuelva irregular. Mis manos, comenzaron a temblar, impacientes y nerviosas. Tragué grueso, al sentir la angustia invadir mi garganta. Hasta llegar, a mis ojos. Tuve que parpadear varias veces, evitando llorar allí mismo. Sus ojos, se clavaron en el suelo, apretando su ceño. Estaba pensando.

Tal vez no conociera sus gustos, sus preferencias. Pero sabía cada gesto. Sabía cuando estaba enojado o feliz. Molesto, inquieto o desanimado.

Mordió sus labios, subiendo su mirada hasta clavarse en la mía. Se acercó, acortando la distancia que nos separaba. Levantó sus manos, acunando mi rostro.

Esperé.

Esperé, a que me de una respuesta.

Pero, no fue así. Sus labios, rozaron los míos, despertando ese agradable cosquilleo dentro de mi cuerpo. Cerré mis ojos, para poder deiletarme, una vez más, de sus besos.

QUIERO COMPLACERTE Où les histoires vivent. Découvrez maintenant